¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Bttización de una bicicleta de ciclocross - Capítulo 5

Como os comenté en la entrada anterior ya tengo en mi poder el alargador de tubo de horquilla. La emoción que experimenté al comprarlo se ha transformado en rabia al tratar de instalarlo. No me ha solucionado el problema. Menos mal que no costó demasiado dinero y seguro que le doy salida en el mercado de segunda mano.


En primer lugar desmonté las anillas que no necesitaba. Apenas me faltaba un centímetro de tubo de horquilla así que con la configururación que véis en la foto era suficiente.


Cual ha sido mi sorpresa cuando he visto que el diámetro exterior de las anillas no coincidía con el del tubo de la horquilla. Confiaba en haber pedido las medidas correctas, pero o me equivoqué yo o me enviaron la pieza errónea. En cualquier caso la solución no me daba confianza por el motivo que trataré de explicar a continuación.
Dentro de este artefacto va un tornillo muy largo con una cuña en el extremo. El primer paso del montaje consiste en apretar ese tornillo para que la cuña presione sobre las paredes internas del tubo de la horquilla quedando fijo el alargador. Se trata del mismo sistema que utilizaban las potencias de los antiguos sistemas de dirección a rosca. El problema es que cuando empieza a estar duro, cuando interesa apretar un poquito más para dejar la pieza bien fija, la cuña empieza a resbalar por dentro del tubo de la dirección. Como al ser una pieza completamente cilíndrica no existe la opción de hacer fuerza en sentido contrario con otra llave no podemos apretar la cuña todo lo que quisiéramos.
Lo dejé todo lo apretado que pude ayudándome con unos alicates. Luego monté la potencia y finalmente la tapa de la dirección. El tornillo de la tapa se enrosca dentro de la cabeza del tornillo largo (este tornillo largo cumple la función de araña) y al primer intento pasé de rosca el tornillo de la tapa. Un triunfo. Aún así no conseguí dejar el sistema como es debido. Con la mano y sin hacer demasiado esfuerzo podía hacer girar la potencia. En fin, a veces se gana, como con el gorila y el adaptar para frenos cantilever y a veces se pierde.


De manera que rebuscando entre mis piezas encontré una potencia Ritchey con una abrazadera algo más baja que la que tenía pensado montar a la bici originalmente y he decidido montarla.
Seguro que existe una herramienta específica para embutir la araña en el tubo de la horquilla. Yo la he metido a lo bestia, a golpe de martillo.


La he presentado y presentamos y con un martillo y el mango de una lima le he ido dando golpes hasta que ha quedado a la profundidad correcta.


He montado la potencia pero me he encontrado otro problema. El tornillo de la tapa de potencia no llegaba a la araña debido al centímetro que falta desde el tubo hasta el borde de la potencia. Viaje a la ferretería a comprar un tornillo más largo y asunto solucionado. Ójala todos los problemas fueran así de sencillos de solucionar.


He apretado la tapa de la potencia hasta quitar la holgura y luego los tornillos horizontales para fijar el conjunto y con esto la bici queda terminada. No obstante trataré de hacerme con una potencia con la abrazadera del tubo de la horquilla aún más baja para ganar en seguridad.
Lo siguiente, por supuesto, es probar la bici. Saldré con ella a dar una vuelta por un circuito que conozco bien y os contaré las sensaciones que me produce. Epero que todo este tiempo haya merecido la pena.

martes, 27 de noviembre de 2012

Herramientas en ruta

Cuando salimos a montar en bici es imprescindible llevar con nosotros una serie de herramientas y repuestos que más tarde o más temprano tendremos que utilizar:

Una cámara de reupuesto, parches para reparar pinchazos o ambas cosas. Es frecuente pinchar en ruta y tendremos un problema si no podemos reparar la avería. No obstante he leído soluciones de emergencia como estrangular la cámara por la zona del pinchazo y atarla con un cordón de zapato para poder llegar a casa. Está claro que cuando las cosas se ponen feas la imaginación vuela hasta encontrar una soluición.


Si nuestras ruedas son tubeless es raro que pinchemos, pero si se da el caso y el orificio es tan grande que el líquido sellante no lo puede tapar no está de más llevar un kit de mechas para taparlo. Es una solución heredada del mundo del motor. Nuestro amigo perdedor Miguel tuvo la precaución de llevar el kit encima en una ruta en la que una reparación anterior le jugó una mala pasada y pudimos continuar la ruta sin problemas.  

Imagen extraída de www.arizonabuggies.com/

Por supuesto, si no llevamos una bomba para inflar las ruedas de nada nos servirá poder reparar el pinchazo. Hay muchos modelos en el mercado pero este de Decathlon es barato, ligero y eficiente. 


También tenemos la opción de llevar una minibomba para bombonas de Co2. Nunca las he usado y no puedo hablar en base a mi experiencia pero entiendo que su gran ventaja es la rapidez del inflado y su pega la necesidad de comprar bombonas de Co2 de repuesto después de cada uso.


Unas bridas ocupan muy poco y pueden sacarnos de más de un apuro en reparaciones de emergencia. Conviene llevar un par de ellas en ruta. Hay gente que las lleva dentro del manillar. No pesan y no notaremos que las llevamos.


Es fundamental llevar una buena multiherramienta. Yo soy, gracias a mis amigos, el afortunado poseedor de una Topeak Allien II. En su momento era la más completa del mercado y hoy en día posiblemente lo siga siendo. Tiene llaves que nunca he usado y dudo que use. Lo que no debe faltar en la multiherramienta que llevemos en ruta es un tronchacadenas (por supuesto hay que saber usarlo) y las llaves que nuestra bicicleta necesite (generalmente destornillador plano y dos o tres allen).


Dependiendo de lo precavidos que seamos no está de más llevar algún tornillo o cable de repuesto. No es frecuente romper un cable de transmisión, pero podría suceder. En este caso lo más recomendable, si no llevamos repuesto, es fijar el cambio en un piñón intermedio usando los tornillos que fijan los topes superior e inferior. No dispondremos de los desarrollos que nos gustaría pero podremos llegar a casa dando pedales.

En una ruta por Cercedilla tuve la mala suerte de perder un tornillo de los que fijan la cala a la zapatilla. Jaime llevaba en una caja varios tornillos de repuesto y alguno tenía el calibre y paso de rosca oportuno, pero era demasiado largo y se me clavaba en el pie. Lo solucionamos apretando muy fuertemente el tornillo que quedaba. Pude acabar la ruta tomando la precución de sacar primero el pie contrario ya que temía que la cala rotara sobre el tornillo sin liberarse del pedal.

No llevar mochila o llevar una muy pequeña como la que uso yo en rutas no muy largas no es excusa para no llevar las herramientas necesarias. Como podéis ver llevo todas las herramientas necesarias para las averías habituales en muy poco espacio (he puesto un bolígrafo como referencia, no lo llevo conmigo). En vez de una cámara llevo unos parches de la marca Zéfal que no necesitan pegamento, son autoadhesivos. La minibomba es mini, mini. Cuando la compré dudaba de su eficacia pero está fabricada en aluminio, me costó muy poco dinero y realmente funciona... aunque hay que tener paciencia. El tronchacadenas lo fabrica Ritchey y tiene la ventaja de no llevar incorporados los brazos para hacer palanca. Su su lugar hay que usar sendas llaves allen. Una la llevo en la multiherramienta Berg (marca propia de las tiendas Sport Zone) y la otra la llevo suelta. Y finalmente un juego de desmontables que llevan conmigo más de veinte años. Cuántas cubiertas habrán ayudado a desmontar.

Bttización de una bicicleta de ciclocross - Capítulo 4

En esta sesión he montado la transmisión y he tenido que solventar algunos problemas inesperados.
Ayer recibí los pulsadores que compré en ebay. Tengo que reconocer que son una auténtica mierda. Fabricados íntegramente en plástico del malo. Menos mal que me costaron muy baratos y a fin de cuentas son para un experimento. No descarto, si finalmente me gusta el concepto de bicicleta que estoy montando, hacerme con unos buenos XT o STX para siete u ocho velocidades de la época o un sistema de transmisión 3x9 actual y deshacerme de estos. Pero como veréis a continuación no me ha quedado más remedio que montarlos.


Como ya comenté anteriormente esta bici tenía un solo plato y un cassete de seis coronas. El mando de cambio era un Deore de los noventa montado por encima del manillar. Muy preciso y suave. Por desgracia no he sido capaz de encontrar en el mercado de segunda mano el pulsador de cambio de platos y un juego completo, con los dos pulsadores, se me iba de presupuesto.  


Estos cambios, en sus gamas altas, desaparecieron del mercado hace muchos años desplazados por los pulsadores modernos de doble gatillo (shifters) y los mandos giratorios (originalmente grip-shift, hoy Sram). La mayor desventaja de los mandos de cambio por encima del manillar es que obligaban a soltar la mano del puño para accionar el cambio con el consiguiente riesgo. Hoy en día siguen comercializándose, pero con poca calidad para bicicletas de paseo de baja gama. La única alternativa que conozco (obviando el mercado vintage de segunda mano) para disfrutar de unos mandos de cambio sobre el manillar con calidad es hacerse con unos adaptadores llamados Thumbies fabricados por Paul Components:

  
Estos adaptadores están diseñados para montar por encima del manillar pulsadores de cambio acoplándoles unas palancas de las que se montan en los extremos de los manillares de las bicicletas de triathlon y contrareloj (desmontando las levas de sus soportes originales):

Imagen extraída de http://cycle.shimano-eu.com

El resultado es un mando de cambio sobre el manillar de altísima calidad y precio prohibitivo. Los thumbies cuestan cerca de 70€ y las manetas de cambio como poco otro tanto, dependiendo de la gama que compremos.  


Pero aún así rebusqué en el cajón de las piezas y encontré un juego de doblemando Shimano Altus A20 desmontado de mi segunda bicicleta de montaña, la primera medio decente. El grupo Altus A20 rozaba la gama media de Shimano en el año 94, que es cuando compré la Conor MTB 3S que los llevaba montados. Vi que el tacto de los gatillos no era bueno así que los desmonté y lubriqué. Después de montarlo el cambio seguía siendo lamentable. Nada nítido en la subida de coronas e impreciso en la bajada. Mi gozo en un pozo. Los pulsadores están inservibles, pero no me he deshecho de estos componentes porque la maneta de freno funciona a la perfección y tal vez puedan servir para otro experimento.


Resignado a montar unos pulsadores de tan mala calidad el primer paso era desmontar el actual Deore. Para quitar los puños del manillar empleo un truco que funciona a la perfección. Lleno de alcohol una jeringa y meto la aguja por entre el puño y el manillar para inyectar el líquido. Moviéndolo un poco sale enseguida y sin ningún esfuerzo. Además el alcohol se evapora enseguida y una vez seco el manillar podemos montar de nuevo el puño tranquilos porque queda perfectamente fijado.


Al cablear introduzco estas pequeñas piezas de goma para proteger el cuadro del roce de los cables. Las venden en Decathlon por muy poco dinero. 


 Llega la hora de desmontar bielas y plato. Es un sistema de cuadradillo y su montaje y desmontaje es muy sencillo con la herramienta adecuada. En primer lugar con una llave allen sacamos el tornillo que fija la biela al eje.


Una vez sacado este tornillo vemos que la biela está embutida a presión en el cuadradillo del eje. Enroscamos el extractor de bielas:


Y apretamos el bulón que al enfrentarse al extremo del eje hace salir a la biela sin ningún esfuerzo por nuestra parte.


Tenía por ahí estas bielas Specialized Strongman II procedentes de una Specialized Enduro que desmonté para vender por piezas. Me vienen de maravilla. Su estado estético no es el idóneo, pero de momento servirán junto a unos pedales Shimano SPD muy usados pero 100% funcionales.


Llegó la temida hora de colocar el desviador. Es muy importante ajustarlo bien en altura. Debe estar a 2 o 3 mm de los dientes del plato grande. Además la jaula debe ir en paralelo a los platos para un correcto funcionamiento.


Por suerte guardo todas las piezas porque este Shimano Sora es de tiro inferior y necesita de esa pequeña polea para funcionar correctamente. Me costó un buen rato de búsqueda entre tuercas y tornillos pero la rescaté.


El plato que llevaba era de 39 dientes. Ahora el pequeño es de 22 y la cadena no queda tensa. Tengo que echar mano del tronchacadenas para quitarle eslabones.


Para trabajar con facilidad sin el incordio de la tensión producida por el muelle del cambio trasero utilizo un clic sujetapapeles abierto como veis en la foto. Así puedo utilizar el troncha en los eslabones sin tensión que quedan por debajo del clic. Después de montar la cadena me he dado cuenta de que es demasiado ancha y da saltos entre piñones. Es una cadena de singlespeed, está diseñada para ser utilizada con un solo plato y pinón. La he tenido que cambiar por una de nueve velocidades que tenía guardada.


Por desgracia, no lo había visto antes, la cubierta que he montado detrás es demasiado ancha y el cuadro no la admite. Al dar pedales para ajustar el cambio he notado cómo rozaba en las vainas. He tenido que cambiarla por otra del mismo modelo pero más estrecha perdiendo un poco de balón. A la hora de utilizar la bici tendré que afinar más en las zonas con piedras y raices para evitar llantazos.


Después de ajustar la transmisión y los frenos solo resta ajustar la dirección. Hoy he recibido el aviso de que ya tengo en la oficina de correos el paquete con el alargador del tubo de la horquilla. En la próxima sesión montaré la araña en el interior del tubo, cambiaré la potencia para no ir tan erguido y terminaré con esta transformación que tanto me ha entretenido.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Vias Verdes de Girona - Capítulo 2 - Olot - Girona

La segunda parte de la ruta recorre la primera parte de la Vía Verde del Carrilet y discurre entre Olot y Girona.
A priori la única dificultad de esta etapa radicaba en el kilometraje. Algo más de 60 Km separan ambas localidades por el carril bici y a pesar de tener todo el día para recorrerlo, el desgaste del día anterior y el dolor de culo fueron los dos enemigos a batir.


Ruta subida a wikiloc por Jesús

El 6 de septiembre de 2008 el día empezó de la mejor manera, con un riquísimo desayuno en el hostal. No faltaba de nada: tostadas, magdalenas, mantequilla, tomate, bacon, aceite... Cuando nos vamos a una casa rural de fin de semana los desayunos son apoteósicos y esta ocasión no iba a ser menos. 


Con el depósito lleno procedimos a montar las alforjas en los transportines, revisar las bicicletas y abastecernos de agua para, sin prisa pero sin pausa, comenzar a rodar.
Era festivo en la Comunidad Autónoma de Cataluña, así que el ambiente era impresionante. Por la noche apenas vimos unas pocas calles de Olot. Por la mañana recorrimos las principales avenidas y las bandas de música, la decoración y el ambiente en general invitaban a la celebración.

De manera que contagiados por el entusiasmo salimos de Olot por un camino rodeado de vegetación. Muy bonito. La impresión que Olot me causó por la noche cambió completamente por la mañana, debo confesar.


En ligera ascensión circulábamos un "Carrilet" plagado de ciclistas. Atravesamos muchos túneles siguiendo el viejo trazado ferroviario.


Los campos de maíz protagonizaban el paisaje. Campos y más campos con el monte al fondo. Atravesamos varios núcleos urbanos sin problemas ya que la dirección a seguir o bien estaba perfectamente indicada o bien solo era necesario seguir al resto de ciclistas y tras 15 Km llegamos a la única dificultad montañosa de la jornada, el Coll d'en Vass.



Un corto repecho. Para haceros una idea era parecido al cerro de Garabitas que todos conocemos. La ascensión tuvo que ser por carretera, pero el tráfico era inexistente. Nos reagrupamos arriba, repusimos fuerzas y continuamos la ruta. Quedaban muchos kilómetros por hacer. Después del ascenso agradecimos rodar durante unos cuantos kilómetros cuesta abajo. Daba gusto no tener que dar pedales y ver la cifra de 20Km/h en el cuentakilómetros.


En Amer paramos para comer. En una terraza de la plaza mayor, bajo un soportal, nos comimos unas hamburguesas que nos supieron a gloria. No recomiendo comer tanto cuando quedan tantos kilómetros por hacer. Con el estómago tan lleno y el consiguiente sopor se hace duro reanudar la marcha.


Todo el trazado está muy bien cuidado. Es imposible perderse y en varios pueblos encontramos centros de interpretación con mapas de la zona en los que podíamos consultar el trazado de la vía verde y otras rutas por los alrededores.


Cerca de El Pasteral la ruta pasa por encima de una presa que embalsa las aguas del río Ter. Paramos un buen rato a disfrutar del paisaje y a sacar unas fotos.



Durante mucho rato la ruta discurre paralela al río y no pudimos resistirnos a hacer una nueva parada en un bonito parque para disfrutar del entorno.


Los kilómetros pasaban rápidamente rodando en llano. Para mi el dolor de culo se estaba convirtiendo en un suplicio. Y eso que había instalado un sillín muy ancho y, a priori, cómodo. Pero no estaba acostumbrado a pasara tantas horas encima de la bicicleta y me pasó factura. También llevaba las manos doloridas. Cometí el error de no montar unos acoples de manillar que me permmitieran cambiar de postura y las muñecas sufrieron de lo lindo.
Cerca de Girona el carril sufría desvíos provisionales debido las obras en la N-101 carretera que corría en paralelo. Después de haber disfrutado de paisajes tan espectaculares esta última parte de la etapa dejaba mucho que desear.
Callejeamos por Girona para llegar a la pensión que habíamos reservado. Por fuera no tenía muy buena pinta, pero las instalaciones eran estupendas, sobre todo el baño. Nos encontramos con un enorme plato de ducha para quitarnos el polvo del camino.


Después de la ducha salimos a cenar. Habíamos quedado con Antonio, el padre de Jesús, y tras tomar un refresco en una terraza nos acercamos al casco antiguo de Girona para cenar. Disfrutamos de una cena tranquila en buena compañía y con buena conversación y dimos un paseo. No conocía Girona y me sorprendió gratamente.


Miriam y yo volvimos pronto a la pensión a dormir. Los dos habíamos batido con creces nuestro record personald e kilómetros y el cansancio se hizo notar. El resto se quedaron tomando algo y disfrutando de la velada festiva.


Ya solo quedaba una etapa, la más sencilla, la que nos llevaría hasta la costa y cerraría el viaje.
Os dejo el vídeo de esta segunda parte de la ruta.


Todas las fotos fueron tomadas por Miriam.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Cámara subjetiva GoPro

Jaime es el orgulloso propietario de una cámara subjetiva GoPro Hero. Graba HD, es acuática e incluye diversos accesorios para colcarla en cualquier sitio. Una virguería. 

El pasado 28/10/2012 hicimos una ruta por el pardo, la primera entrada de este blog. Jaime llevó su cámara en el casco y grabó algunas secuencias que podéis ver a continuación. Naturalmente he tenido que comprimir y quitar resolución a los vídeos para poder colgarlos.







viernes, 23 de noviembre de 2012

Bttización de una bicicleta de ciclocross - Capítulo 3

He recibido la pieza que necesitaba para poder utilizar frenos cantilever con la horquilla de suspensión.


Está diseñada para ser utilizada con horquillas rígidas de bicicleta de carretera. Como podéis ver en la siguiente foto estas horquillas tienen un orificio pasante en la cabeza para atornillar la pinza de freno (freno tipo "caliper", para más señas).


Como vimos en la primera entrada de esta serie mi horquilla tiene un orificio en la parte posterior, pero no es pasante, así que el tornillo que venía en el kit no me sirve. Por suerte el calibre y paso de rosca del orificio coincide con el de un tornillo de los que sujetan las levas de freno a cuadros u horquillas, así que no me ha costado mucho encontrar sustituto. Pero no ha habido suerte. Colocando el adaptador en la parte posterior del puente de la horquilla el tope de cable proporcionado por esta nueva pieza y punto de tiro de los puentes de freno no quedaban en la misma vertical. De manera que he tenido que echarle imaginación al asunto y buscando en el baúl de los recuerdos he encontrado un "gorila" que me iba a venir a las mil maravillas. Estas piezas se utilizaban mucho en los '90 y su función consistía en impedir la flexión lateral de los tirantes debida a la reacción producida por la utilización de los frenos. Evitando esta flexión se aumentaba la potencia de frenada. Con la aparición de los frenos V, más potentes, se dejaron de utilizar.
El gorila que he utilizado tiene un orificio en su parte superior que he utilizado para atornillar el acople.


El resultado puede parecer un poco aparatoso, pero es efectivo.


También he recibido la funda de cable de cambio y freno que compré por ebay. Me han costado apenas 10€ con gastos de envío incluidos. Para mi es importante combinar los colores de los componentes de la bici. Es una cuestión meramente estética, por supuesto, pero el resultado merece la pena.


Una vez cortado el tramo de funda desde la maneta hasta el nuevo tope de la horquilla y pasado el cable a través de él es necesario fijar el triángulo que bajo la acción de la maneta tira de las levas.


Realizada esta operación, pasamos por el triángulo el cable que une las levas y presentamos las zapatas a la llanta de manera que apenas quede un milímetro de separación entre ellas.


Como con los frenos V, este tornillo sirve para regular la tensión del muelle de la leva para un ajuste fino. Si lo apretamos, la leva se separará más de la llanta.


Con el freno ya montado y ajustado me gusta como queda el tren delantero. Hoy he montado en la bici por primera vez desde que monté la horquilla. Solo para ver qué tal de cómoda me resultaba la postura y me he sorprendido por lo relajada que es gracias a la potencia (corta y alta) y al manillar de doble altura. Tal vez vuelva a montar la potencia anterior, que es algo más larga, para tener una postura algo más efectiva a la hora de pedalear.



Además he aprovechado la sesión para cambiar las cubiertas. Buscaba algo con buen balón. Por desgracia las cubiertas de ciclocross no lo tienen y he tenido que recurrir a unas cubiertas mixtas. Delante he montado una que compré en Decathlon. El dibujo no me inspira demasiada confianza en terreno suelto, espero no tener que lamentarlo. Detrás he montado la que llevaba delante. Una cubierta también mixta, pero buena para rodar un con algo de taco lateral para mayor seguridad en curvas.


Estoy a la espera de recibir el extensor del tubo de dirección de la horquilla y las manetas de cambio. Cuando  tenga estas piezas en mi poder será la hora de ajustar la dirección, cambiar platos y bielas por un juego de tres platos, montar y ajustar el desviador y después de montar las nuevas manetas ajustar toda la transmisión.