¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

viernes, 14 de marzo de 2014

Mantenimiento de horquilla de muelles

Las horquillas más básicas y baratas funcionan con muelles y requieren, realmente, poco mantenimiento. No obstante no está de más darles un repasito de vez en cuando para que funcionen como el primer día.

La horquilla sobre la que voy a realizar esta operación es una Logan 760 pero es válido para cualquier horquilla de muelle. Se trata, básicamente, de desmontar, limpiar y engrasar.

Hasta hace poco no conocía esta marca y tengo que decir que, al menos este modelo, es de muy baja calidad. La compré junto a un cuadro para un proyecto que espero poder comenzar en breve y antes de decaparla y pintarla he preferido desmontarla para verle las tripas, ya que su funcionamiento deja mucho que desear.


Si nos fijamos en la parte superior de las barras veremos un par de tapas de plástico.


Con la ayuda de una pequeña navaja es sencillo retirarlas.


Aquí se me planteó el primer problema. En la imagen no se ve, pero dentro de la barra, al final, hay un tornillo allen del 6. Con una llave normal no llegamos a sacarlo, así que he tenido que pedir ayuda a nuestro colega perdedor Jaime que con una varilla roscada y una llave allen vieja ha soldado la herramienta a medida.



Ahora sí podemos acceder hasta el fondo de la barra para soltar el tornillo allen.


Una vez liberados los tornillos de ambas botellas tenemos que tirar con fuerza de las barras para sacarlas de las botellas.


Como era de suponer me encuentro con mucha grasa reseca.



Limpiamos bien las barras. A simple vista se aprecia algo de desgaste.


Podemos ver que los tornillos allen están oxidados y uno de ellos ha perdido un tope de goma. Podremos reemplazarlo por una goma de fontanería.


El siguiente paso es sacar los muelles. Para ello en primer lugar tenemos que retirar un circlip con la ayuda de unos alicates de punta muy fina (y algo de maña. Odio los circlips).


Una vez retirados podremos sacar unos casquillos de plástico que impiden sacar el muelle.


Y finalmente sacamos los muelles. Para ello he tenido que utilizar un alambre fuerte con forma de gancho, ya que por su propio peso no salían de las botellas.


Ya tenemos toda la horquilla desmontada. Ahora hay que limpiar a conciencia todas las partes.


Para llegar al fondo de las botellas podemos ayudarnos de un destornillador largo.

Con todos los elementos limpios llega el turno de engrasar y volver a montar.


Aplico bien de grasa por dentro de las botellas. Para ello me ayudo de un cepillo de dientes. También embadurno a conciencia los muelles y los casquillos de plástico.


Para montar sólo tenemos que seguir los pasos inversos.


Una vez reconstruida la horquilla, esta seguía teniendo un tacto horrible. Era demasiado dura y tardaba mucho en recuperar recorrido (por supuesto no tiene control de rebote). La volví a desmontar y le quité el muelle de una de las barras, de manera que ahora funciona sólo con uno y es mucho más "usable". Tendemos que esperar a que esté montada en una bicicleta 100% operativa para poder probarla, pero creo que para rodar por pistas, que es para lo que va a ir destinada, servirá.

Sustitución de cadena

Se recomienda sustituir la cadena cada 3000 Km. Yo no lo hago, lo reconozco. Es más, no sabría deciros cuántos kilñometros llevan rodando las cadenas de mis bicicletas. Algunas superarán los 3000 con toda seguridad. Otras ni se acercarán.

Una cadena con el uso se estira y produce más rozamiento en platos y coronas provocando mayor desgaste y en consecuencia reduciendo su vida útil. A mi que una pieza fabricada en acero se estirara por someterla a la fuerza de las piernas me parecía una exageración hasta que uno de nuestros perdedores, Pablo (El Bombi) nos envió esta foto. Y es que una imagen vale más que mil palabras.


La cadena vieja es la de abajo y podéis ver la diferencia de longitud con 106 eslabones en comparación con una cadena a estrenar. Sin duda el Bombi tenía que haber cambiado la cadena hace muchas rutas. Se hubiera ahorrado tener que cambiar otras piezas de la transmisión. Mirad cómo se le han quedado las roldanas del cambio.



Existe una herramienta muy económica y sencilla de utilizar que nos dice si nuestra cadena debe ser sustituida.

Imagen extraída de este blog. Recomiendo la lectura del artículo.

Es muy fácil. Si somos capaces de meter las patillas de los extremos de la herramienta entre los eslabones de la cadena... ha llegado la hora de cambiarla.