¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

martes, 26 de agosto de 2014

Decapado y pintura de cuadro

Para pintar un cuadro de bicicleta se necesita, sobre todo, paciencia. Reconozco carecer de esta virtud y cuando termino uno de estos trabajos me digo que será la última vez que lo haga... pero siempre acabo pintando otro cuadro.

En esta ocasión la víctima fue un cuadro de acero Boomerang. Nada del otro mundo, pero me cuadraba por talla y por tener punteras horizontales ya que irá montada en single speed.


El primer paso es eliminar la pintura original del cuadro. Como en otras ocasiones he utilizado gel decapante y he dejado que la química trabaje por mi.


Brocha en mano hay que embadurnar bien el cuadro de gel. Sin haber terminado de aplicar el producto a toda la superficie del cuadro ya se aprecia cómo el gel empieza a cuartear la pintura.


Una vez hayamos cubierto el cuadro de gel bastaría con dejarlo actuar unas horas y pasar una espátula para retirar la pintura sin dificultad, pero por desgracia me he topado con una pintura muy resistente y el gel apenas la levanta. De manera que me toca tomar medidas más drásticas.


Con un cepillo de púas (bueno... fueron tres los que destrocé), mucha paciencia (que no tengo) y dolor de manos (soy un poco flojo) dejo el cuadro en el acerito.


Ahora tenemos que dar una capa de imprimación. Para no estropear las roscas del cuadro las protejo todas con canutos de papel.



En Leroy Merlín compré un spray de imprimación por poco más de 10€.


Es importante respetar la distancia de pulverizado recomendada por el fabricante y hacer muchas pasadas rápidas en vez de una larga. Una vez imprimado todo el cuadro le damos una pasadita con un papel de lija fino para dejarlo suave.


La hora de la verdad. Para el primer cuadro que pinté utilicé un rodillo (olé). Para pintar este compré una pistola de pintura muy barata en Amazon. La dificultad al utilizar la pistola reside en mezclar la pintura con disolvente en su justa medida. Otros cuadros los he pintado completamente con spray y me he ahorrado esta tarea. En cualquier caso es preferible, como antes, dar más pasadas suaves que menos más intensas. Evitaremos así los desagradables chorretones.


El color que he elegido, un marrón claro, no le gusta prácticamente a nadie en el mundo salvo a mi. Ya se sabe que para gustos están los colores y desde el principio tenía muy claro cómo sería la bicicleta una vez montada y qué combinación de colores llevaría (en otro post describiré su montaje).

Para rematar la faena damos una capa de barniz transparente para proteger la pintura.


En varios puntos el barniz cuarteó la pintura. Jaime (que me ha dado soporte) y yo creemos que se debe a que apliqué en estos puntos mucha cantidad de barniz sin seguir mi propio consejo de dar más capas finas en vez de una "gorda".


No hace falta que reproduzca en estas líneas la palabrota que solté cuando vi el estropicio. Me tocó lijar y repasar estas zonas. El resultado me satisfizo, en cualquier caso.

Como veis para pintar un cuadro se necesita, sobre todo paciencia. No he contabilizado las horas de trabajo invertidas, pero le calculo unas 20 sin contar los tiempos de secado oportunos.

Protección de las cámaras en la mochila

Aunque montemos ruedas tubeless no está de más llevar una cámara en la mochila para una reparación de emergencia. Aconsejo también llevar parches, porque podemos pinchar más de una vez y si sólo llevamos una cámara estaremos vendidos.


Un amigo de Jaime tubo una mala experiencia al recurrir a su cámara de reserva para sustituir la cámara pinchada en ruta. Resulta que de llevarla en la mochila, del roce con herramientas y demás accesorios la cámara se había desgastado hasta el punto de hacerla inservible pues perdía aire.

Para evitar que esto suceda a Jaime se le ocurrió un sencillo truco. Aprovechando que dispone de una máquina de vacío que su familia utiliza para conservar matanza (muy rica, por cierto) envasó al vacío la cámara para guardarla dentro de la mochila con seguridad de que no se estropeará como le pasó a su amigo.




De este modo la cámara ocupa menos espacio y cuando la necesitemos estará en perfecta condiciones.

domingo, 24 de agosto de 2014

Ruta circular: Moralzalzal - Telégrafo - Trialera del Somier - Collado Mediano- Alpedrete - Moralzarzal

En esta ocasión son Jesús y Raúl los que nos presentan una divertida ruta circular por la sierra madrileña con salida y llegada a Moralzarzal.



El track está disponible en Wikiloc
 
Ya que Jesús se ha tomado la molestia de escribir la crónica, simplemente voy a copiar y pegar su escrito. Gracias chicos, estoy deseando hacer esta ruta.
 
Comenzamos subiendo al Telégrafo. Para mi es mucha cuesta nada mas empezar y voy con la lengua fuera, pero Raúl no para de hablar.
 
 
Luego, 600 metros antes de llegar a la cima bajamos por la llamada trialera del somier, porque la puerta de entrada era un somier, pero han debido poner una puerta normal en este último mes.


La bajada es de traca, pero la hacemos sin percances. Yo paso 2 o 3 puntos a pie. Antes de llegar a Becerril, cogemos un divertido camino paralelo a la M601, hasta la rotonda de Collado Mediano. Como dice Raúl, es "muy Casa de Campo": pinar, sendero estrecho, sube y baja... El camino desde Collado Mediano a Alpedrete es también muy divertido. Muy suave pendiente descendente, mucha roca, peldaños. Raulete arriesga y acaba en el suelo en algún peldaño al intentar un caballito... De Alpedrete a Moral, los peldaños son cuesta arriba. Paramos a arreglar un pinchazo de Raúl y llegamos al pueblo subiendo.