Ilustres perdedores – Jaime

¿Quién es Jaime de Perdedores BTT? Me gusta pensar que he contribuido a crear un gran aficionado a la bicicleta de montaña. Cuando nos conocimos, allá por 2007 si la memoria no me falla, su pasión era la pesca. Hicimos buenas migas, compartimos conocimientos sobre ambas aficiones y Jaime acabó convirtiéndose en un perdedor sobre ruedas y yo en un discreto pescador. No damos para más.

Puente de la Garganta de CuartosPuente de la Garganta de Cuartos

 

Ni mucho menos le enseñé a montar en bicicleta, faltaría más, pero regué esa semillita del germen ciclístico que tenía dentro… Especialmente en lo que a mecánica se refiere. Enseguida se hizo con un buen cuadro RCZ de escandio que vistió con selectos periféricos… Más modestos al principio y sustituyéndolos por otros de mayor calidad progresivamente.

Yo, en paralelo, me fui comprando una caña para pescar a mosca y herramientas para montar señuelos… Pero eso es otra historia.

Buscador incansable de chollos en Internet, Jaime conseguía excelentes componentes a muy buen precio con los que acabó configurando una bici de categoría con la que recorrer las pistas y senderos de los alrededores de Losar de la Vera, su querido pueblo natal. En ocasiones solo y en ocasiones disfrutando de la compañía de Susana, ilustre perdedora con la que comparte esta pasión y otros amigos y amigas.

Foto de su blog, Extremadura NaturalFoto de su blog, Extremadura Natural

 

Pero cuando te ha picado el gusanillo es difícil resistirse a la atracción de la escalada armamentística (ciclísticamente hablando, entiéndase) y curioseando por la red Jaime se encontró con un anuncio de venta de segunda mano de una flamante Scott Scale de carbono del bueno y pintada con los colores de su tierra. Imposible resistirse. Como si el dinero le quemara en
el bolsillo ese mismo día quedó con el vendedor y la compró. Un acto algo impulsivo del que ciertamente no se arrepiente.

Mejoró los ya de por sí buenos componentes de la Scott en parte aprovechando piezas de su anterior montura y en parte con nuevas adquisiciones… Siempre carbónicas. Porque si algo le gusta a Jaime es el carbono, eso es un hecho innegable, siempre y cuando lleve asociado el ahorro de peso que se le supone a este material. Así ha conseguido dejar (de momento) su Scale en menos de 9 kilos. Excelente peso.

Dejando aparte las bicicletas y centrándonos en el ciclista, que es lo que verdaderamente define a un perdedor, Jaime es un compañero de rutas de lo mejorcito.

Mantiene una buena forma física todo el año, no sé cómo lo hará, pero adapta su ritmo en función de la compañía y sabe disfrutar de una buena conversación cuando el recorrido lo permite. Eso sí, bajando no tiene piedad. Si te tiene que adelantar saliéndose del camino lo hará. Técnicamente es muy bueno y además valor no le falta. Subiendo imagino que también será bueno… No puedo saberlo porque como siempre llego el último arriba nunca me entero de cómo han resuelto la ascensión el resto de amigos.

Bici y nieve... PerfectoBici y nieve… Perfecto

 

Jaime es de los pocos (tal vez el único) perdedor que se apunta con frecuencia a rutas organizadas, generalmente por los alrededores de su pueblo. Sin carácter competitivo, por el mero hecho de disfrutar del recorrido y de la compañía de sus amigos sobre ruedas.

Y disfruta especialmente viajando en bicicleta. Hace unos años compró un carrito que ancla al eje trasero de su bicicleta para transportar de forma cómoda todo el equipaje necesario para recorrer kilómetros y kilómetros en compañía de Susana. Actualmente está preparando el recorrido de su segundo asalto al camino mozárabe, entre Córdoba y Mérida. El año pasado viajaron de Granada a Córdoba. Le tengo medio convencido para que nos regale los ojos con una crónica detallada que podamos colgar en el blog para disfrute de todos.

Jaime en la BiciCoa de 2015Jaime en la BiciCoa de 2015

 

Desde hace unos meses Jaime ya no trabaja en Madrid. Tuvo que decidir entre mantener su puesto de trabajo estable en la capital pero lejos de los suyos o comenzar una nueva etapa en su pueblo, junto a su familia y su novia… Pero con cierta incertidumbre laboral. Eligió (sabiamente) lo segundo y aunque los que disfrutábamos a diario de su compañía y su humor grosero le echamos infinitamente de menos nos alegramos por él porque la cabra tira al monte y ahora está donde debe estar: cerca de Susana, de sus familiares y amigos, de sus caminos preferidos y de sus peces.

En su queridísimo Losar de la Vera, de donde es natural… O silvestre, más bien.

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