BiciCoa 2017

Un año más, y con este van cuatro, llegó la cita anual de esta pequeña comunidad de perdedores: La esperada BiciCoa 2017 que celebramos el 17 de junio. MTB con barbacoa. Nunca falla.

La calidad de esta foto refleja la calidad de los ciclistasLa calidad de esta foto refleja la calidad de los ciclistas

 

Puntuales a la cita, ocho amigos fuimos los que nos juntamos en esta ocasión para hacer una ruta, como siempre, asequible y celebrar nuestra afición con una barbacoa junto al resto de familiares y amigos.

Preparándonos para la salidaPreparándonos para la salida

 

Echamos en falta a cuatro ilustres perdedores que por distintos motivos no pudieron acompañarnos en esta ocasión: Jaime, José Ángel, Jesús y Néstor.

El Bombi siempre se apuntaEl Bombi siempre se apunta

 

En cambio pudimos disfrutar de la presencia de un nuevo miembro de la comunidad: Christian, porque participar de una BiciCoa otorga automáticamente el estatus de Perdedor.

Primera BiciCoa de ChristianPrimera BiciCoa de Christian

 

El calor fue el gran protagonista de la jornada (obviando el licor de hiervas Ruavieja) y es que la ola de calor alcanzaba su punto álgido ese sábado. Perdedores para todo.

Parada a la sombra para reagruparnosParada a la sombra para reagruparnos

 

Comenzamos a rodar en torno a las 10:00 de la mañana tras aprovisionarnos bien de agua, embadurnarnos de crema solar (el que más y el que menos) y hacernos las típicas foto individuales y en grupo. Este año el recorrido había sido casi por completo renovado porque en la variedad está el gusto.

Raúl siempre viene a las BiciCoasRaúl siempre viene a las BiciCoas

 

Lo que nos gusta es bajar, a casi todos, de manera que diseñé un trazado con muchos kilómetros de bajadas… que luego habría que remontar.

Track disponible en Wikiloc

 

Perfil de la rutaPerfil de la ruta
Datos de la rutaDatos de la ruta

 

A los pocos metros de empezar nos encontramos la mayor dificultad técnica de todo el recorrido: una bajada corta pero empinada, con roderas, tierra suelta, raíces, piñas y piedras. Como todas las cuestas empinadas se baja bien templando los frenos sin llegar a bloquear, dejando la bici correr… y no dejándose vencer por el miedo.

Sergio sale borroso porque estaba nerviosoSergio sale borroso porque estaba nervioso

 

Raúl pasó el primero y sin problemas, como era de esperar. Pablo le siguió sin mayores problemas hasta que al final, como buen perdedor, se le olvidó sacar el pie de las calas y cayó de lado. El tercero fue Miguel….que no defraudó: se fue al suelo que es lo que se esperaba de él.

Pablo se cambió de ropaPablo se cambió de ropa

 

Tonto de mí, aún sabiéndolo, no pude esquivarle y caí detrás suya. El resto de los perdedores se pararon al ver la montonera. Sin consecuencias… más allá de la risa tonta y un par de rasguños.

 

Tras unos minutos de llaneo por el sendero que rodea el embalse de Ciudad Ducal y una corta subida volvíamos a bajar, esta vez por un camino con firme irregular, poco transitado y, como todos los de la zona, con mucha piedra suelta y, al transcurrir por un pinar, con piñas en las trazadas. Aparecemos en la pequeña ermita situada junto al arroyo del Corcho.

Miguel con plantaza de ciclista... salvo por los pelos de las piernasMiguel con plantaza de ciclista… salvo por los pelos de las piernas

 

Aquí está la única fuente del recorrido pero acabamos de empezar y como no hemos hecho más que bajar no tenemos sed ni necesidad de rellenar los bidones. Continuamos la ruta, que transcurre esta vez por la pista paralela al arroyo hasta que se convierte en un sendero muy divertido… y peligroso en según qué puntos.

Otro que sale nervioso en la fotoOtro que sale nervioso en la foto

 

El Bombi pinchó para completar el cupo de incidencias, muy corto en esta afortunada ruta.  Cristian, por su parte, se sorprendió y nos dijo que bajábamos bastante a saco… ¡Cuando me vio luego subir se le quitó la admiración!

Felicidad fingidaFelicidad fingida

 

Llegamos al arroyo Retuerta y comienza el ascenso. Tenemos que subir por una pista hasta la carretera AV-502. Recordaba la subida bastante más tendida y Sergio me lo recrimina. La verdad es que el calor se nota, sobre todo los primeros kilómetros hasta contar con la sombra de los pinos. Poco a poco se hace camino y en tres grupos, Miguel y Juancar primero, Raúl, Sergio y el Bombi después y Pablo, Cristian y yo cerrando la marcha, llegamos a la carretera. La cruzamos para recorrerla en dirección sur durante apenas unos cientos de metros hasta tomar un camino que nos dirige de nuevo en dirección oeste.

Este camino baja hasta el arroyo de la Monigosilla, que algunos cruzan sin bajar de la bici. Yo prefiero grabar a Juancar porque sé que le encanta el agua y se me iba a hacer muy raro que no acabara mojado. Como Miguel en la bajada, no defraudó.

 

Cincuenta metros con la bici a cuestas después, para superar un pedregal imposible de ciclar, tomamos una senda que nos conduce ya en dirección norte de vuelta a Navalperal de Pinares.

¿Y el casco, Juancar?¿Y el casco, Juancar?

 

La senda termina en una pista ancha de grava que continúa picando hacia arriba. Ya ha pasado el medio día y el sol cae a plomo, cuesta avanzar. El cruce con la M-505 sabe a gloria porque ya sabiéndonos en el pueblo las cervezas frescas están al alcance de la mano.

Aparcamiento de bicicletasAparcamiento de bicicletas

 

Apenas un esfuerzo más para subir por la carretera de las lanchas hasta el puente sobre la vía el tren y tomar el camino que rodea Navalperal pasando por la piscina y la iglesia para llegar llaneando de vuelta a casa…

 

¡¡Donde fuimos recibidos con refrescantes globos de agua!!

No le gusta el agua a Pablo...No le gusta el agua a Pablo…

 

Refrescón muy necesarioRefrescón muy necesario

 

¡Viva!¡Viva!

 

Ya imagináis cómo continuó la cosa: comida y bebida (mucha, que hacía mucho calor) en buena compañía ya que muchos amigos y familiares habían querido compartir este día con nosotros.

Hartura de comerHartura de comer

 

Y de regalo, unas gorras que mi Lourditas pintó a mano para todos los congregados.

Gorras perdedorasGorras perdedoras

 

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