¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

martes, 21 de marzo de 2017

Senderos de Losar de la Vera

Aprovechando el tiempo primaveral y el fin de semana largo del puente de San José decidimos plantarnos en Losar de la Vera para hacer una visita a Jaime y a Susana y disfrutar del entorno privilegiado que rodea su pueblo.


Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que Jaime estaba como loco por probar su nueva Cannondale Flash Carbon consiguió para mi una flamante Mondraker Factor R con la que salir a rodar juntos un rato.


La idea era probar la Cannondale en su terreno y sobre todo enseñarme los (impresionantes) senderos que rodean Losar. Pero sumaremos varias "primeras veces" como aliciente a la ruta: primera vez con 29" para ambos, primera vez con transmisión 1x11 para Jaime y con 3x10 para mi, primera vez con doble de 120mm para mi... en fin, una tarde llena de nuevas experiencias.

La ruta comenzaba y terminaba en el pueblo. Jaime había tenido que trabajar toda la mañana y parte de la tarde y no teníamos mucho tiempo, de manera que tenía que ser corta. ¡Esto fue una suerte para mi porque estuve a punto de echar la comida!

La ruta fue grabada con Strava

Empezamos bajando, como a mi me gusta, por el sendero del pontón que corre paralelo a la Garganta Vadillo. Se trata de un sendero muy divertido en un entorno inmejorable. A veces técnico, con pasos complicados de piedras y algún que otro repecho de plato pequeño y piñones grandes. Cada pocos metros Jaime, que se conoce el tramo de memoria y lo baja volando, me tenia que esperar. La doble suspensión de la Mondraker y sus ruedas de 29" me perdonan muchos errores, pero aún así prefiero no arriesgar en un sendero que no conozco. Llevo años leyendo y escuchando sobre las virtudes de las 29" pero por fin puedo comprobar por mis propios medios que pasan mejor por zonas de raíces y piedras. La doble también ayuda en subida pintando el terreno. Llevo todo el rato ambas suspensiones en modo descenso aunque una palanca en el manillar me permite elegir entre bloqueo total (el de la horquilla no funcionaba), modo trail y modo descenso. Comentamos nuestras impresiones y Jaime coincide en que el diámetro de rueda más grande se nota. La física es la física, no hay más que hablar.


El sendero nos lleva hasta una pista cementada que termina en la Garganta de Cuartos, punto más bajo de la ruta, que a esa hora de la tarde está abarrotada. La atravesamos y ponemos rumbo suroeste.
Tras un pequeño tramo bautizado localmente como rockgarden y donde de nuevo la doble suspensión y las 29" me libran de la caída o al menos de poner pie a tierra llegan las subidas mortales. Cometo un error de novato: sé que las subidas cortas y duras se me atragantan y aún así lo doy todo en la primera emocionado por cómo iba discurriendo la ruta. Evidentemente el esfuerzo me pasó factura y veo pasar ante mis ojos, no mi vida en diapositivas, que no estaba tan mala la cosa, pero sí la ración de magro de cerdo y la ensaladilla rusa de la comida. Haciendo un gran esfuerzo para que esa visión interna no se convirtiese en externa decido hacer las subidas a pie hasta que mi estómago se recomponga. Jaime, en cambio, sube con su monoplato como si nada.


Poco a poco vamos haciendo camino y voy encontrándome mejor. Hasta el punto de poder acabar la ruta con cierta dignidad.

Paramos a hacer el experimento de comprobar si con la nueva bici Jaime era capaz de pasar un arroyo que siempre se le había atragantado. Las imágenes hablan por sí solas.


Al final nos salió una ruta corta pero muy bonita. Fundamentalmente rodamos por sendero llegando de vuelta a Losar al atardecer.


Sin duda ha sido un privilegio haber podido conocer estos parajes con el mejor guía. ¡No descarto volver!
Y como conclusión final al respecto del material probado... Jaime no se ha equivocado con la compra, tiene bicicleta para rato y la va a disfrutar mucho. Yo, de momento, continuaré con mi bici rígida de 26" porque para rodar por los sitios por los que lo hago habitualmente no necesito más y aprecio mucho su ligereza. En un futuro ya veremos porque me ha gustado mucho la seguridad de una doble 29". Si pesara 4 kilitos menos...

miércoles, 1 de marzo de 2017

Navalperal de Pinares - Los Picozos (mirador)

Aprovechando el excelente fin de semana que nos ha brindado este final de febrero no he dejado pasar la oportunidad de recorrer una zona que aún no había explorado en los alrededores de Las Navas del Marqués. Sin llevar la ruta pensada, a lo que saliera.

Saliendo desde Ciudad Pinar llegué a Las Navas del Marqués y de ahí hasta el Valladal, una zona recreativa al sur de Las Navas. Siguiendo en dirección sur se llega al mirador de los Picozos que ofrece unas excelentes vistas... tras un tramo de subida corto pero durísimo.


El recorrido hasta este punto es llano o cuesta abajo, con buen firme y fácil rodar. Muy agradable. 


El track puede descargarse en Wikiloc

El mirador esta en el kilómetro 13 de la ruta a 1.260 metros de desnivel


La siguiente parada la hice, tras remontar un trecho por el camino de ida, y bajar por un camino un tanto roto, en una cantera en desuso e inundada. Un lugar bonito que no conocía. 


Perdemos un poco más de cota, cruzamos la carretera M-505 y llegamos al punto más bajo de la ruta a unos 1.100 metros. A subir toca... así que con paciencia y mucho plato pequeño vuelvo a Las Navas del Marqués por el sureste, entrando por el punto limpio del polígono tras haber tenido que consultar los caminos en el móvil varias veces y deshacer lo rodado en alguna ocasión al encontrarme el camino impracticable por el agua de los arroyos que corrían llenos. 


Una vez en el pueblo realizo el camino de vuelta siguiendo la misma ruta que en la ida salvo por un desvío que tomo equivocado (siempre me pasa) y que reconoceréis en el track fácilmente para evitarlo.



32 kilómetros y 500 metros de desnivel positivo para terminar una ruta muy entretenida en una mañana de tiempo primaveral en invierno.