En bici por la orilla del Río Arlanzón (Burgos)

De carambola he pasado unos días de camping muy cerca de Burgos capital y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y el Arlanzón por la capital Burgalesa monté en el portabicicletas del coche la vieja BH Top Line para, de buena mañana, explorar los caminos que recorren la ribera de este bonito río afluente del Arlanza. Me hice un par de rutas por la ribera del Arlanzón

Rodar junto a un río siempre me ha gustadoRodar junto a un río siempre me ha gustado

 

Dos han sido los paseos que he dado. El primero de ellos sin mucha más intención que la de explorar el río buscando puestos de pesca y aficionados que pudieran orientarme sobre la orden en vigor.

Track disponible en Wikiloc

 

Saliendo del camping Fuentes Blancas en dirección este enseguida encontré indicaciones a «Castañares», localidad a escasos siete kilómetros de Burgos. No teniendo un objetivo mejor, decidí seguirlos. Los primeros metros sobrecogen, le dan ganas a uno de rodar muy despacito por el carril que discurre atravesando una arboleda que hace que a uno se le olvide que estamos en el mes de julio.

Precioso camino al ladito de BurgosPrecioso camino al ladito de Burgos

 

Rodando por la margen izquierda del río y no me aguantaba las ganas de, a cada instante, pararme a mirar el agua en busca de peces, como podréis observar en el track. Así no hay quien haga kilómetros. Además me entretuve leyendo los carteles explicativos de la fauna y flora de ribera de la zona.

Carteles explicando la diversidad biológica del ríoCarteles explicando la diversidad biológica del río

 

Tras pasar por debajo de una autovía y recorrer un tramo asfaltado de carril bici, utilicé una pasarela para cruzar el río. Tomé nota del lugar para volver con la caña de pescar. No vi peces, pero sí buenas tablas de agua para probar suerte.

Mira qué papadaMira qué papada

 

Tras recorrer por pista ancha aproximadamente un kilómetro y medio llegué a Castañares. No me entretuve demasiado, lo justo para echarle una foto a su iglesia con campanario adornado con un nido de cigüeña.

Iglesia en CastañaresIglesia en Castañares

 

La vuelta fue más interesante. Justo antes de volver a pasar por la pasarela sobre el río vi una senda a mano derecha que prometía mucho.

Preciosa senda que por desgracia no llevaba a ningún ladoPreciosa senda que por desgracia no llevaba a ningún lado

 

Era ciclable, pero obligaba a agachar el lomo en muchas ocasiones. Discurría encajonada entre el río y la verja de un club de campo. Mi sorpresa fue el encontrarme en mitad del citado club tras unos 200 metros de senda. Aprovechando que había un operario limpiando la piscina le pregunté si más adelante podía continuar mi camino, siendo mi propósito volver al camping. Él, muy amable, me contó que sucede muchas veces que caminantes, ciclistas o peregrinos aparecemos en el club y que al existir servidumbre de paso al estar este tan pegado al río, no pueden cortar el paso, naturalmente. Me dijo además que podía salir y continuar mi camino por el otro extremo pero preferí volver por donde conocía. Pero sí tomé consejo de tomar una senda que se abría justo al otro lado del río también a mano derecha en vez del camino asfaltado.

Entre semana no hay nadie en los caminosEntre semana no hay nadie en los caminos

 

Acertadísima decisión y gran consejo el del operario. Se trataba de una senda muy disfrutona, sin desnivel ni positivo ni negativo, llanita, pero muy divertida. Huelga decir que no conociéndola la recorrí despacito por las consecuencias de una posible caída y para apreciar el paisaje que saturaba mis sentidos, por muy cursi que suene esta afirmación. Aún así, casi me fostio. Cosas de perdedor. Hay un tramo de bañeras y cogiéndome por sorpresa no llevaba un desarrollo adecuado cuando me vi casi parado en la cresta de una… hubiera sido una caída tonta, de esas que se cae uno de lado al no poder sacar los calas de los pedales, sin problemas, una de tantas.

Dan ganas de echar la cañaDan ganas de echar la caña

 

Llegué al camping satisfecho por el paseo de exploración pero con ganas de más, así que un par de días después me dispuse a recorrer la ruta que el usuario de wikiloc nieto76 había compartido en dicha plataforma.

Track disponible en Wikiloc

 

Se trataba de una ruta sencilla por desnivel y kilómetros, que estoy en plan perezoso, y mi propósito era simplemente conocer un poco más la zona en busca de paisajes bonitos como los que había disfrutado el día anterior.
La primera parte del recorrido coincidía con mi ruta, partiendo también del camping Fuentes Blancas, pero una vez llegado a la pasarela sobre el río Arlanzón, en vez de tomarla, salçi por una senda que aparece a la mano derecha y que continúa paralela al río durante un buen rato más.

Los senderos, lo mejorLos senderos, lo mejor

 

Poco después de pasar por debajo de la A1 me separé del río y el paisaje irremediablemente cambió, predominando los campos de cultivo de, creo, trigo. Como no llevaba GPS en el manillar utilicé la propia app de Wikiloc para seguir la ruta. A cada ratito verificaba que no me había perdido, lo cual implicaba parada obligada. Iban a ser solo 25 kilómetros, pero podían hacerse muy largos.

Caminos entre casas y campos de laborCaminos entre casas y campos de labor
Deje de cruzarme con gente. Me da un poco de respeto estar en un lugar desconocido y no ver un alma. Estaba rodando por caminos por los que claramente hacía mucho tiempo que no pasaba ningún coche. Bicicletas y caminantes tal vez, pero vehículos motorizados, no.
Pocos coches pasan por aquíPocos coches pasan por aquí

 

Me lo estaba pasando bien, pero cuando llegaron las ascensiones que llevan al monasterio de San Pedro de Cardeña tuve que abandonar, con todo el dolor de mi corazón. Resulta que en esta bicicleta monto una potencia Rotor SL, preciosísima y ligerísima. A mi entender, una joya… pero me salió rana. Utiliza unos tornillos que tuvieron a bien denominar DTT Evo, que aprietan desde ambos lados, no desde uno solo como los sistemas tradicionales.

Imagen descargada de esciclismohttps://www.esciclismo.com/actualidad/material/7231.html

 

En su día, colocando la potencia los dañé y creo que fue Jaime que con un macho de rosca «transformó» la potencia al sistema convencional. Ha funcionado perfectamente durante años… hasta que he viajado a Burgos. La rosca dijo basta y el manillar y la dirección quedaron disociadas para riesgo de mis dientes.

Así no se puedeAsí no se puede

 

El mayor problema es que cuando hacía un giro mínimamente rápido el manillar giraba pero la rueda no… Casi me caigo corrigiendo la trayectoria en una subida que se las traía, en el kilómetro 7, de manera que como no tenía ningún sentido arriesgar, decidí darme la vuelta. Parecía que la rosca se iba estropeando por momentos y tuve que ir con muchísimo cuidado, sin hacer movimientos bruscos y controlando la velocidad para mantener manillar y dirección alineadas. Un mal rato, vaya.

Conseguí llegar sano y salvo al camping quedando en anécdota esta avería de difícil solución en ruta. No he pensado mucho, la verdad, cómo podría haber solventado este problema si hubiera sido tal que no me hubiera permitido gobernar la bici de ninguna de las maneras. Si se os ocurre cómo, comentadlo que vuestras ideas siempre serán bienvenidas.
En fin, con este sabor agridulce me despedí de la ribera del río Arlanzón, preciosa tierra para recorrer en bici que os animo a visitar.

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