Y así fue, que este año la visita a Losar de la Vera se celebró el último fin de semana de agosto y fuimos seis los perdedores en acudir a la cita aunque Pablo y Sergio, como buenos perdedores, no se llevaron la bicicleta para hacer la ruta propuesta por Jaime.
El recorrido partía, naturalmente, de Losar de la Vera para en sentido sureste para rodar por pistas y senderos hata el embalse de Navalmoral de la Mata y volver a Losar de la Vera pasando por Robledillo de la Vera en un recorrido, este el de vuelta, ya conocido de rutas anteriores.
Track disponible en Wikiloc
No sabría deciros con exactitud el desnivel positivo acumulado ya que, como siempre, distintas aplicaciones arrojan distintos datos. Desde los 500m+ que da Wikiloc hasta los 650m+ que señalaba el Garmin de Christian.
El perfil, como podéis ver, no presenta grandes ascensiones. El desnivel se iba acumulando a lo largo de toda la ruta... especialmente la segunda mitad.
A las ocho menos cuarto de la mañana, aún amaneciendo, comenzamos la ruta... desayunando ligero.
Una barra de pan con tomate y jamón (yo preferí unos churros) y un cafelito nos darían energía suficiente como para afrontar los 30 kilómetros de ruta. El año anterior nos cayó una buena chupa de agua hasta el punto de tener que resguardarnos debajo de un roble antes de llegar a Robledillo de la Vera, pero en esta ocasión el protagonista fue el calor que a mí en concreto me sienta como un tiro.
Tras cruzar la carretera EX-119 comenzamos a pistear por la dehesa antes de adentrarnos en el bosque de pinos, robles y eucaliptos. Los helechos eran muy abundantes pero estaban secos. La sequía también ha pasado factura en este paraje. Aún así, con la luz del amanecer extremeño, el paisaje ganaba enteros y daba gloria dar pedales.
Paramos en una fuente a refrescarnos, que veníamos de la primera subida larga de la ruta, y aproveché para cambiar el agua del bidón, ya calentorra, por el agua fresca del chorro de la fuente.
Seguimos la ruta por pista de muy buen rodar. Así da gusto hacer kilómetros, con buena superficie y buena compañía los kilómetros pasan rápido. Jaime quiso incluir en el recorrido un sendero inédito para él que tenía dos partes separadas por una pista. La primera con mucho "flow", peraltada y con algún salto artificial. Se ve la mano del hombre en su preparación. ¿Es lícito? Habrá quien diga que no, que el monte no debe alterarse y habrá quien diga que está para disfrutarlo y que preparar un sendero no hace mal a nadie.
En la segunda parte del sendero nos perdimos. Está un poco perdido y acabamos saliéndonos del mismo hasta llegar a un punto donde no se podía avanzar sobre la bici. Mirando los GPS vimos que el sendero estaba pocos metros a nuestra derecha, así que volvimos al track... pero Miguel llevaba la rueda trasera en el suelo. Le metimos aire pero lo perdía rápidamente. Ibamos a meterle líquido sellante (Siempre llevamos un bote pequeño en la mochila para emergencias) pero al meterle aire este salía mezclado con el aire... ¡por el flanco de la cubierta! Estaba desgastada hasta el punto que se veían los hilos que van por debajo de la goma. No era posible reparar ese tubeless, había que poner una cámara. El siguiente problema fue que no podíamos quitar la tuerca de la válvula con la mano, estaba muy apretada y no teníamos un alicate. Por suerte contamos con el cerebro de Jaime que haciendo coincidir las estrias de una brida con las de la tuerca pudo sacar la tuerca sin dificultada. Tomad nota, es un buen truco para compartir.
Así que procedimos a cambiar la cubierta en mitad de la nada absoluta. Se notaba que por allí hacía mucho tiempo que no pasaba nadie. La cubierta de agujas de pino llegaba al palmo de espesor en muchos tramos haciendo complicado el pilotaje.
Antes de salir de nuevo del sendero a la pista aconteció uno de los momentos más graciosos de la ruta
Instantes antes del vídeo que acabáis de ver Miguel, empeñado en sumar "loser points" a toda costa, se fue al suelo CAMINANDO CON LA BICICLETA. Pero os digo una caída de las de acabar con la espalda en el suelo y los pies para arriba, con todas las consecuencias. Caerse de la bici es lamentable pero caerse caminando con la bici es de un ridículo dificil de asumir. Enhorabuena, Miguel, encabezas la lista de Perdedores por goleada.
La ruta seguía pasando por encima de la presa del embalse de Navalmoral de la Mata y subiendo hasta Robledillo de la Vera por un paraje desprovisto de sombra. Por suerte soplaba una ligera brisa que nos fue "refrigerando". Vi el pilón de Robledillo como el que se pierde en el desierto y ve un oasis. Me faltó meterme dentro del agua, por decoro me abstuve, pero me remojé "a mano" todo el cuerpo, que falta me hacía.
El recorrido de vuelta de Robledillo a Losar es conocido, lo he hecho en dos ocasiones. Así que cuando Jaime dijo que era llano le dije que a otro perro con ese hueso, me constaba que tocaba seguir sufriendo.
Subimos por la carretera CC-76 hasta la "Hospedería del Silencio", que rodeamos para tomar un sendero divertido pero con que a más de uno se le atragantó.