¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

martes, 27 de abril de 2021

Culotes de interior, X-TIGER y copias chinas de marcas de ropa china

No todos los productos chinos son de mala calidad, eso está claro. Yo llevo años usando móviles de marcas chinas con resultados satisfactorios (si bien no soy nada pretencioso con la tecnología, que todo hay que decirlo). En el ámbito de la ropa ciclista hay algunas marcas que destacan. Hay un montón de artículos en Internet con títulos como "las 5 mejores marcas de ropa ciclista china", "la mejor ropa china de ciclismo"... Hablamos de marcas como Spexcel, Racmmer, Santic o, la que nos ocupa, X-Tiger. No pretendo hacer un comparativo ni entrar a valorar profundamente las virtudes de estas marcas pero algo tendrán de bueno cuando los propios chinos las copian descaradamente como hacen con las marcas occidentales. Y yo, sin saberlo, he sido tan tonto como para comprar por error una copia china de un culote chino. Y... ¡Vaya si se nota la diferencia!

Hace unas semanas Miguel comentó la posibilidad de comprar un culote de interior X-Tiger como este:


Aquí el enlace de Aliexpress, pero los productos de esta marca pueden encontrarse también en otras plataformas como Amazon o Wish. 

Su duda era si comprar un culote de interior y quitarle la badana para ponérsela al suyo viejo o si usarlo tal cual debajo del culote normal... le recomendamos esto último. Yo, por ejemplo, soy un feliz usuario de culote de interior desde hace tiempo. Quedando Miguel aparentemente satisfecho, al haber elogiado las virtudes del modelo y siendo además que a mí me vendría bien un segundo culote de interior porque solo tengo uno y dada la diferencia de precio respecto al de Decatlón que vengo usando no dudé en comprar uno para mi. 

Este modelo de Decathlón es muy recomendable pero cuesta 30€ contra los 11,6 del X-Tiger 

De manera que teniendo en la cabeza únicamente la apariencia del culote chino y sin recordar la marca, lancé una búsqueda en Aliexpress y me salió este, que dí por bueno. Error.


Encima me costaba 7€ en vez de 11... ¡Yo sí que sé buscar chollos! Por probar no perdía nada. No tardó mucho en llegar y al examinarlo visualmente no me parecía nada del otro mundo. Calidad la justa, pero sería la prueba empírica la que dictaría sentencia. Lo estrené durante la ruta familiar entre Guadarrama y el camping de El Escorial y enseguida noté que los isquiones no me apoyaban en lo gordo del gel de la badana... ¿Tal vez había equivocado la talla? mal asunto. Al principio no había problema pero ese día estuvimos muchas horas encima de la bici y acabé con un dolor de culo importante, teniendo en cuenta también que el día anterior los Perdedores habíamos salido de ruta. Además el par de veces que fui al baño, al tirar del elástico de la cintura para desenfundar notaba cómo el elástico crujía como una goma vieja que hubiera perdido su elasticidad. Mal asunto. 

Al día siguiente comenté el hecho de que el culote tenía la badana mal posicionada y enseguida nos dimos cuenta de que no había comprado el X-Tiger original. Así que volví a Aliexpress y, esta vez sí, compré el que tenía que haber comprado desde el principio. Lo he recibido esta misma mañana y las diferencias son significativas. 

Lo primero que he hecho es probármelo. He cogido además talla M (la copia es L) y me he subido encima de la bici y he comprobado que los isquiones apoyan correctamente sobre el gel de la badana destinado a tal efecto. Habrá que hacer una ruta para dar una valoración con criterio, pero la primera impresión es buena. Se puede ver claramente cómo la badana queda como 2 cm más alta en la copia.  


Esto hace que los "tacos" de gel donde tienen que apoyar los isquiones queden en los cachetes del culo en lugar de en donde deben... anulando toda la amortiguación, claro.


La diferencia de calidad de las badanas es evidente. En la original se nota claramente el gel, en la copia tengo dudas. Yo diría que en vez de gel es espuma lo que hay en el interior para acolchar. la diferencia entre un material y otro es determinante. Ambas badanas miden lo mismo tanto a lo ancho como a lo largo. En la foto no lo parece pero lo he comprobado metro en mano.


El tejido ventilado del lateral es exactamente el mismo, en ese sentido ambos culotes empatan. En la foto la diferencia de color se debe a la proximidad de la ventana. 


Y para terminar, otra diferencia que considero destacable. En la copia el elástico de la cintura es continuo mientras que el original solo hay elástico en los laterales y en la parte trasera. La parte delantera no tiene elástico. Entiendo que esto es para facilitar al usuario el ir al baño. 


En fin... me ha parecido muy curioso encontrar en Aliexpress una copia china de un producto chino de cierta calidad y quería compartirlo. ¡Tendré que prestar más atención!

lunes, 19 de abril de 2021

Ciclismo en Familia - De Guadarrama al Camping de El Escorial

Hay que aprovechar los domingos soleados que nos ofrece este cambiante (en lo que al clima se refiere) mes de abril y no se me ocurren muchas formas mejores que pasar un día de bicicleta en familia. Jaime y María nos habían hablado de una ruta que hicieron el año pasado desde Guadarrama, localidad en la que residen, hasta el Camping de El Escorial y, sin pensarlo dos veces, el primer fin de semana que dieron buen tiempo preparamos unos bocatas, montamos las bicicletas en el coche y pusimos rumbo a la sierra.

Sin madrugones innecesarios, que tenemos todo el día y anochece cerca de las 21, comenzamos a dar pedales a eso de las 12. Salimos del núcleo urbano por la calle de los Labajos en dirección este hacia Alpedrete. Unos 3 kilómetros rodando tranquilos por una pista razonablemente descendente para ir entrando en calor mientras esquivamos numerosos charcos, bastante grandes algunos de ellos.

Atravesamos Alpedrete rodando por varias de las innumerables urbanizaciones que lo componen y cruzamos la A6 por debajo, usando un largo túnel que nos recibe con un charco que nos obliga a rodar por el agua irremediablemente para poder continuar nuestro camino. No todos fuimos capaces de superar esta segunda prueba satisfactoriamente y salimos del túnel con el primer pinrel mojado del día. No importó demasiado, la temperatura y el humor eran excelentes.


Pocos metros más adelante nos encontramos con el río Guadarrama y su rivera nos parece un lugar excelente para parar a comer. Pasan de las 13:30 y los niños llevan un rato diciendo que tienen hambre, así que hacemos la primera parada "larga" del día. 


¿Qué tiene el campo que tan ricos saben los bocatas?


El lugar invita a echarse una siesta pero hemos venido a lo que hemos venido y retomamos nuestro camino sin demasiada demora tras terminar nuestras viandas. Cruzamos la M510 por un semáforo y atravesamos la calle de las Ventas de El Escorial para enlazar con el paseo del Monasterio. Ante nosotros se extiende un camino de unos 7 kilómetros de largo, perfectamente ciclables y con unas vistas que, al menos cuando tuvimos la suerte de recorrerlo, nos permitían ver desde el Monte Abantos hasta más allá de La Pedriza de tal manera que no sabía uno a donde mirar, si a las montañas o a la dehesa, verde allá por donde miraras.


El camino pasa junto a las ruinas del Palacio de Monesterio. Pero no tuvimos la decencia de fotografiarlo... Por suerte hoy en día es posible encontrar fotos de casi todo en Internet. 

He tomado prestada esta foto de esta ruta de Wikiloc

Tanto el palacio como los alrededores están plagados de nidos de cigüeñas y vimos a muchas de estas aves buscando alimento en las lagunas que hay a los lados del camino. 

Con la promesa de un helado para los niños y un café (o cada uno lo que quiera) para los mayores llegamos silbando al camping, nuestro destino... pero para desilusión generalizada el bar estaba cerrado (¡maldición!). 

Pero llevábamos unas cuantas chocolatinas y como benjamín del grupo había decidido echarse una siesta y el cuidado césped de la entrada del camping nos estaba llamando a gritos hicimos una segunda parada larga. Digo larga porque continuamente íbamos haciendo paradas breves para reagruparnos, para quitarnos o ponernos ropa, para beber agua, para disfrutar de alguna vista o de la contemplación de algún animal.


Pero tocaba volver a ponerse en marcha, que nos esperan cerca de 17 kilómetros, los últimos cuesta arriba y los adultos no teníamos todas con nosotros sobre cómo gestionarían las fuerzas los pequeños. Con la misma promesa del ansiado helado nos pusimos a dar pedales de vuelta por el mismo camino que nos había traído tan ricamente al camping.


El entretenimiento durante la vuelta fue meterse en cuantos más charcos, mejor. Ya sin ningún tipo de pudor, los niños atravesaban los charcos por el mismo medio sin importarles cómo de profundo pudiera ser. Por suerte no hubo que lamentar caídas engorrosas y el único percance que sufrimos fue una caída tonta sin más consecuencias que un buen susto del protagonista y los adultos que alarmados por los gritos nos pusimos a gritar aún más para coordinar la asistencia al accidentado (que a los dos minutos ya se estaba volviendo a meter en los charcos como si no hubiera un mañana). 

Poco después de volver a pasar por debajo de la A6 hicimos la tercera parada prolongada en un restaurante, "El 42"... pero tampoco tenían helados. Tuvimos que conformar a los niños con unos refrescos. Ya eran más de las cinco y quedaba poco trecho por recorrer, pero era cuesta arriba. 


Por suerte íbamos encontrando alicientes y recorriendo camino poco a poco. A unos tres kilómetros de llegar, Jaime fuerza el cambio y mete la cadena de forma grotesca entre el casete y los radios. Nos las vimos y nos las deseamos para sacarla de ahí pues además se había cruzado a riesgo (mortal) de romper el propio cambio. Menos mal que fue rápido parando la marcha y frenando la bici para evitar males mayores. 


Y para ponerle la guinda a tan estupenda jornada, terminamos con unas buenas risas. Poco antes de llegar a Guadarrama, rodando por la calle de los Labajos se cruza el arroyo del Labajo (todo esto según los mapas de Google). Pues a la ida lo cruzamos por una pasarela habilitada en uno de los bordes del camino pero a la vuelta ya importaba poco mojarse los pies y siendo además que los niños venían metiéndose en todos los charcos habidos y por haber no les dijimos que no a la idea de cruzar el arroyo sobre la bici... todo lo contrario, les alentamos. Así fue como la mayoría terminamos con los pies mojados... pero que nos quiten lo bailao. 


Al final llegamos de vuelta a nuestro punto de salida cerca de las 19... tras 7 horas de ruta de las cuales estuvimos en movimiento algo menos de 4 según Strava que todo lo sabe. Aquí tenéis el recorrido en Wikiloc. 

Track disponible en Wikiloc

Me declaro desde aquí admirador absoluto de estos infantes que no protestaron ni una sola vez porque la ruta se les estuviera haciendo larga, ni mostraron muestras de cansancio significativas. 33 kilómetros se metieron en las piernas alentados por la promesa de un helado que tardó en llegar, pero llegó (del congelador de Jaime y María). 

¡¡Por muchas más rutas en familia como esta!! 

Collado Villalba - Senda de los Arroyos - Valmayor - Galapagar - Collado Villalba - 17/04/2021

El pasado sábado 17 de abril la primavera nos regaló un maravilloso día para disfrutar del ciclismo de montaña. Si bien la mañana era muy fresca (4º cuando nos bajamos del coche en Collado Villalba) el sol ya brillaba y no se veía ni una sola nube así que, ilusionados, Sergio, Jaime y un servidor acudimos a la cita... ¡Media hora antes! Poco después llegaron el Bombi, que haría las veces de anfitrión, y Miguel, que haría las veces de guía de GPS y fotógrafo, para completar el quinteto de Perdedores que ese día nos dimos cita para dar pedales.

La idea es repetir esta ruta. La última que compartimos antes de ser confinados por culpa del virus. Guardo un recuerdo horrible de la misma porque a pesar de no ser especialmente dura, las rutas con perfiles de dientes de sierra me agotan. Veríamos esta vez si las piernas me aguantaban.

Salimos del parque de la Laguna del Carrizal. Elegimos este punto de inicio a cosa hecha, sabiendo que  cumple los dos requisitos indispensables: cuenta con una buena zona de aparcamiento y hay un bar con terraza para tomar una cerveza al terminar la ruta. Salimos de Collado Villalba en dirección sur por la calle Pocillo, un camino de tierra que se encuentra literalmente inundado.


Así que esquivando charcos con razonable éxito recorrimos este primer tramo y cruzamos con cuidado la carretera M510 para cambiar la dirección hacia el oeste y subir hasta la Ermita del Cerrillo y su correspondiente área recreativa para girar nuevamente a la izquierda y comenzar un descenso suave pero muy divertido por el Camino del Corrillo hasta Navalquejigo, despoblado y repoblado con polémica desde hace la tira de años. No pudimos resistirnos a darnos unas vueltitas a su puptrack. 

Tras rodar unos metros en paralelo a las vías del tren, giramos a la izquierda para llegar hasta la senda de los arroyos, vieja conocida, siempre tan divertida de recorrer. Pero antes, fíjate qué casualidad, nos encontramos con Ángel, que no pudo unirse a la expedición pero no quiso dejar de salir a rodar un rato en solitario antes de atender a los compromisos familiares que le impidieron acompañarnos. Una alegría vernos aunque fueran cinco minutos, sobre todo por lo azaroso del encuentro. 

Vemos el campo exuberante, verde por todos los lados y todos los arroyos rebosantes de agua.  

Tendríamos que cruzar por encima de la presa del Embalse de los Arroyos pero el paso se encuentra vallado. Pero la alternativa es mejor: rodear el embalse por un sendero muy, muy bonito.

Seguimos rodeando el embalse de Valmayor hasta pasar por debajo de la M505 y girar a la izquierda. Toca subir un trecho. Como ya imagináis los lectores habituales, el Bombi y Miguel van en cabeza y Jaime (que está fuerte y aprendiendo técnica a pasos agigantados), Sergio y yo vamos en la cola al tran-tran, guardando fuerzas no sea que petemos antes de tiempo y una maldita pájara nos amargue la mañana.

Llegamos hasta la explanada de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, perteneciente a Colmenarejo, y hacemos parada técnica para reagruparnos y echar una meadita (quien más, quien menos). 

Seguimos por la misma dirección por la que veníamos, por una pista muy ancha y de buen rodar, pero pronto giramos a la izquierda por una senda entre muros de mampostería que muere en una cañada real que nos devuelve a la M505. Esta vez la cruzamos a nivel con talento y precaución y comenzamos a rodear una urbanización de chalets al oeste de Galapagar. Nos adentramos en el casco urbano y rodamos por calles durante unos cuantos cientos de metros hasta girar a la izquierda a la altura del ayuntamiento y salir del casco urbano por la calle Toril, donde se nos cruza un perro muy peligrosamente pero el Bombi y Miguel clavando los frenos consiguen evitar un fatal desenlace. 

Cruzamos, otra vez, la M510 y pasamos junto al punto limpio para subir hasta la subestación eléctrica. Tras cruzar la M518 comentemos un error. En vez de girar a la derecha por la calle de los Camochos seguimos recto porque el camino bajaba por un sendero que se prometía divertido. Para que os hagáis a la idea, fuimos por la línea roja en vez de seguir el track.


Cuando nos dimos cuenta, evaluamos la situación. Le habíamos recortado unos 10 kilómetros a la ruta. Volver al track original suponía ascender el sendero que acabábamos de bajar... así que decidimos seguir adelante. Llegamos a la altura del Embalse de las Nieves. De lo que hicimos a continuación no estamos especialmente orgullosos pero el track atravesaba parte de una finca privada cerrada con una cancela.


Para nuestra vergüenza oímos cómo nos llamaron la atención y nos dimos a la fuga. Entonamos el "mea culpa". Estas cosas contribuyen a dar mala fama a los ciclistas de montaña y no vamos precisamente sobrados de amigos. Salimos de la finca junto a la orilla del embalse y Miguel pisó una caca que nos estuvo acompañando un buen rato. Esta parte del camino está sembrada de rocas que a veces obligan a echarse la bici al hombro. 


El camino muere en Collado Villalba y en total, al haber recortado el reocrrido original, nos salen unos 25 kilómetros. Son las 12 del mediodía y el Bombi propone alargar la ruta de manera "artificial". A todos nos parece (más o menos) bien de manera que tras rodar por las calles (algunas empinadas) de la localidad serrana salimos de nuevo al campo en dirección sur para ascender hasta "el pocillo" (el punto más alto de la ruta) donde el Bombi aprovecha para calzarse una ostia al no poder desenganchar el pie del pedal en un paso complicado por piedras. La bajada hasta el punto limpio es muy, muy técnica por un sendero estrecho y lleno de rocas. Ruedo segundo, detrás de el Bombi, y a pesar de ir salvando los sucesivos obstáculos con éxito decido sacar los pies de las calas por precaución... y esto me salva de salir por delante del manillar en uno de los últimos pasos al quedárseme la rueda delantera bloqueada. 

Track disponible en Wikiloc

Volvemos a subir, esta vez aprovechando primero un tramo por pista ancha y de buen rodar, luego por el mismo camino por el que hemos bajado, esquivando piedras. Las fuerzas van escaseando pero, como lo que queda es bajada hasta el parque, la promesa de una cervecita fría nos insufla las fuerzas y los ánimos necesarios para acabar.

En conclusión, lo mejor de la ruta es (además de la compañía, por supuesto) la senda de los arroyos y el rodeo al embalse homónimo. El resto... hay tramos más bonitos que otros pero no es para fliparse. 

Veremos qué destino nos depara nuestra siguiente aventura perdedora. ¡Permaneced atentos al blog si queréis compartirlo con nosotros! 

jueves, 1 de abril de 2021

Barritas energéticas caseras - Experimentos en casa y con gaseosa

Lo que os traigo en esta entrada, como diría Christian el de Bricomanía, es fácil y para toda la familia. Voy a explicaros cómo he hecho barritas energéticas con lo que tenía por casa. Dar energía... no sé si la darán. Imagino que sí porque no he utilizado ingredientes muy diferentes de los de las barritas comerciales.

Pongo un disclaimer como la copa de un pino: no tengo ni puñetera idea de nutrición, así que no penséis que porque habéis visto esto en Internet el que lo ha compartido sabe lo que hace, que no tiene  porqué haber nadie al volante. Pero lo mismo que te digo una cosa te digo la otra... vamos a utilizar muesli del Mercadona y miel. A no ser que seáis alérgicos a los frutos secos o lo que sea va a ser raro que os intoxiquéis con esto.

Como digo, el componente principal será muesli de Mercadona que tiene cereales, frutos secos y frutas secas para darle un poco de dulzor.


Aquí os pongo una foto de los ingredientes:


He utilizado 100 gramos de este muesli. Lo pongo en un tazón.


Y también necesitamos un elemento aglutinante. Yo he usado miel del Carrefour. También podéis usar chocolate (negro, con leche o blanco) derritiéndolo antes de mezclarlo con el muesli.


Echamos un buen chorrete de miel al bol.


Y mezclamos. Tiene que quedar bien apelmazado. Si nos hemos quedado cortos de miel, echamos más. 


Una vez tenemos el muesli bien aglutinado con la miel, ponemos la mezcla en un recipiente que admita horno. Yo he utilizado uno de aluminio de usar y tirar. Es importante compactar bien la mezcla contra el fondo.


Ahora lo metemos al horno un ratito. Unos 15 minutos a 150º será suficiente. La idea es que la miel se derrita y se cuele bien entre los granos del muesli. No seáis tan gilipollas como yo que lo tuve más rato del necesario esperando a que se pusiera duro para poder cortarlo mejor... porque con el calor la miel raramente se pone dura. Casi media hora estuve esperando y tocando de vez en cuando hasta que mi mujer me sacó de mi error. 

Una vez fuera del horno hay que dejar que se enfríe. Yo incluso metí el recipiente en el frigorífico para facilitar el desmoldado y posterior corte.

Quitamos el molde con cuidado. El segundo error que cometí es no "picar" un poco más el muesli y los trozos de fruta. Lo "cociné" tal cual sale de la bolsa. Si tenemos trozos más pequeños es más fácil que no se rompa al desmoldar y sobre todo al cortar. 


¿Veis? si hubiera usado trozos más pequeños de cereales y frutas habría conseguido trozos más homogéneos y barritas más consistentes. Para la próxima lo tendré en cuenta.


Como tenemos una envasadora al vacío en casa (rondan los 40 pavetes en Amazon y se les saca más partido del que uno piensa) la he utilizado para envasar las barritas individualmente. De no haberla tenido habría utilizado, seguramente, una primera capa de papel de horno para que la miel no se pegue mucho y una segunda de papel de aluminio.


Para facilitar la tarea de quitar el envoltorio en ruta sin tener que joderme un diente o sacar la navaja de la multiherramienta les hice un pequeño corte en la junta termosellada sin salirme, para no romper el vacío. 


No tengo ni idea de cuánto pueden durar en buenas condiciones... siendo muesli y miel le barrunto mucho tiempo, claro. Sobre la comestibilidad... ya veremos. Me comí algún trozo que se desprendió al cortarlas y estaba rico.

Me salieron cinco barritas con los 100 gramos de muesli.


Cada una rondando los 35 gramos, es decir, más o menos lo que una barrita comercial.


Ya os contaré qué tal resultado dan en ruta. Tengo varios temores: que no sean fáciles de masticar y que sean complicadas de comer por lo pringoso de la miel y el desmoronamiento de la barrita en sí. Pero, ¿Qué quieres que te diga? Eché un rato entretenido haciéndolas.