¿Quiénes somos?
No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.
martes, 27 de abril de 2021
Culotes de interior, X-TIGER y copias chinas de marcas de ropa china
lunes, 19 de abril de 2021
Ciclismo en Familia - De Guadarrama al Camping de El Escorial
Hay que aprovechar los domingos soleados que nos ofrece este cambiante (en lo que al clima se refiere) mes de abril y no se me ocurren muchas formas mejores que pasar un día de bicicleta en familia. Jaime y María nos habían hablado de una ruta que hicieron el año pasado desde Guadarrama, localidad en la que residen, hasta el Camping de El Escorial y, sin pensarlo dos veces, el primer fin de semana que dieron buen tiempo preparamos unos bocatas, montamos las bicicletas en el coche y pusimos rumbo a la sierra.
Sin madrugones innecesarios, que tenemos todo el día y anochece cerca de las 21, comenzamos a dar pedales a eso de las 12. Salimos del núcleo urbano por la calle de los Labajos en dirección este hacia Alpedrete. Unos 3 kilómetros rodando tranquilos por una pista razonablemente descendente para ir entrando en calor mientras esquivamos numerosos charcos, bastante grandes algunos de ellos.
Atravesamos Alpedrete rodando por varias de las innumerables urbanizaciones que lo componen y cruzamos la A6 por debajo, usando un largo túnel que nos recibe con un charco que nos obliga a rodar por el agua irremediablemente para poder continuar nuestro camino. No todos fuimos capaces de superar esta segunda prueba satisfactoriamente y salimos del túnel con el primer pinrel mojado del día. No importó demasiado, la temperatura y el humor eran excelentes.
Collado Villalba - Senda de los Arroyos - Valmayor - Galapagar - Collado Villalba - 17/04/2021
El pasado sábado 17 de abril la primavera nos regaló un maravilloso día para disfrutar del ciclismo de montaña. Si bien la mañana era muy fresca (4º cuando nos bajamos del coche en Collado Villalba) el sol ya brillaba y no se veía ni una sola nube así que, ilusionados, Sergio, Jaime y un servidor acudimos a la cita... ¡Media hora antes! Poco después llegaron el Bombi, que haría las veces de anfitrión, y Miguel, que haría las veces de guía de GPS y fotógrafo, para completar el quinteto de Perdedores que ese día nos dimos cita para dar pedales.
La idea es repetir esta ruta. La última que compartimos antes de ser confinados por culpa del virus. Guardo un recuerdo horrible de la misma porque a pesar de no ser especialmente dura, las rutas con perfiles de dientes de sierra me agotan. Veríamos esta vez si las piernas me aguantaban.
Salimos del parque de la Laguna del Carrizal. Elegimos este punto de inicio a cosa hecha, sabiendo que cumple los dos requisitos indispensables: cuenta con una buena zona de aparcamiento y hay un bar con terraza para tomar una cerveza al terminar la ruta. Salimos de Collado Villalba en dirección sur por la calle Pocillo, un camino de tierra que se encuentra literalmente inundado.
Tras rodar unos metros en paralelo a las vías del tren, giramos a la izquierda para llegar hasta la senda de los arroyos, vieja conocida, siempre tan divertida de recorrer. Pero antes, fíjate qué casualidad, nos encontramos con Ángel, que no pudo unirse a la expedición pero no quiso dejar de salir a rodar un rato en solitario antes de atender a los compromisos familiares que le impidieron acompañarnos. Una alegría vernos aunque fueran cinco minutos, sobre todo por lo azaroso del encuentro.
Vemos el campo exuberante, verde por todos los lados y todos los arroyos rebosantes de agua.
Tendríamos que cruzar por encima de la presa del Embalse de los Arroyos pero el paso se encuentra vallado. Pero la alternativa es mejor: rodear el embalse por un sendero muy, muy bonito.
Seguimos rodeando el embalse de Valmayor hasta pasar por debajo de la M505 y girar a la izquierda. Toca subir un trecho. Como ya imagináis los lectores habituales, el Bombi y Miguel van en cabeza y Jaime (que está fuerte y aprendiendo técnica a pasos agigantados), Sergio y yo vamos en la cola al tran-tran, guardando fuerzas no sea que petemos antes de tiempo y una maldita pájara nos amargue la mañana.
Llegamos hasta la explanada de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, perteneciente a Colmenarejo, y hacemos parada técnica para reagruparnos y echar una meadita (quien más, quien menos).
Seguimos por la misma dirección por la que veníamos, por una pista muy ancha y de buen rodar, pero pronto giramos a la izquierda por una senda entre muros de mampostería que muere en una cañada real que nos devuelve a la M505. Esta vez la cruzamos a nivel con talento y precaución y comenzamos a rodear una urbanización de chalets al oeste de Galapagar. Nos adentramos en el casco urbano y rodamos por calles durante unos cuantos cientos de metros hasta girar a la izquierda a la altura del ayuntamiento y salir del casco urbano por la calle Toril, donde se nos cruza un perro muy peligrosamente pero el Bombi y Miguel clavando los frenos consiguen evitar un fatal desenlace.
Cruzamos, otra vez, la M510 y pasamos junto al punto limpio para subir hasta la subestación eléctrica. Tras cruzar la M518 comentemos un error. En vez de girar a la derecha por la calle de los Camochos seguimos recto porque el camino bajaba por un sendero que se prometía divertido. Para que os hagáis a la idea, fuimos por la línea roja en vez de seguir el track.
En conclusión, lo mejor de la ruta es (además de la compañía, por supuesto) la senda de los arroyos y el rodeo al embalse homónimo. El resto... hay tramos más bonitos que otros pero no es para fliparse.
Veremos qué destino nos depara nuestra siguiente aventura perdedora. ¡Permaneced atentos al blog si queréis compartirlo con nosotros!