¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

miércoles, 29 de enero de 2020

Mecánica básica - Limpieza de cadena y comprobación de desgaste

Una de las tareas de mantenimiento más básicas y necesarias es la lubricación de la cadena de nuestra bici. Y para hacerlo bien primero hay que limpiarla. Algo tan simple que tan solo nos llevará unos minutos prolongará la vida de nuestra transmisión y nos proporcionará cambios suaves y precisos.

Además veremos cómo comprobar si ha llegado el momento de sustituir nuestra cadena por desgaste. Como referencia se recomienda hacerlo cada 3000 kilómetros, pero veremos como con una sencilla herramienta comprobaremos si ha llegado el momento o si aun podemos estirarla un poco más... nunca mejor dicho.  

Para limpiar la cadena podemos desmontarla de la bicicleta o no. Si tenemos que andar con el tronchacadenas no recomiendo hacerlo. Si tenemos un quick link, un eslabón de unión rápida, sí merece la pena sacar la cadena, nos facilitará mucho la tarea de limpiado. 


Para desmontar (y montar) un quick link existe una herramienta específica que nos facilitará la tarea. Los hay de muchas marcas pero básicamente son un alicate de puntas terminadas en gancho que nos permiten acercar los pernos de la cadena entre sí para sacar las pletinas por donde corresponde.

Park Tool es referencia en herramientas para ciclismo  

Yo, que no tengo esta herramienta he utilizado un truco que alguna vez he leído por ahí. He anudado  los dos pasadores con un trozo de cuerda... 


... y he enrollado una llave hasta que he acercado los pasadores lo suficiente como para liberar el eslabón. Sencillo.




Con la cadena fuera todo es más fácil. La colocamos en un recipiente, la desengrasamos, le quitamos los restos de desengrasante con agua y la secamos bien antes de volver a colocarla y lubricarla.

Una solución muy rápida si no queremos desmontar la cadena de la bicicleta es utilizar un artefacto específico para el limpiado. Yo hace años que lo utilizo con buenos resultados. 


Se trata de una caja de plástico por cuyo interior se hace pasar la cadena entre rodillos de plástico y líquido desengrasante. Igualmente hay multitud de opciones en el mercado. 

El funcionamiento es sencillo. Solo hay que dar pedales y la máquina hará el resto. Proteged el suelo donde vayáis a trabajar porque la cadena goteará, seguro. En este vídeo os muestro cómo funciona.


No voy a entrar en detalles sobre que producto utilizar para quitar la grasa o para luego lubricar la cadena. Ese tema daría para un artículo en sí mismo. Pero sí os digo que desde hace años utilizo un desengrasante doméstico normal y corriente con buenos resultados.

Y ya que tenemos la cadena limpia, procuremos quitarle también la mugre al casete y a los platos para que todo vaya como la seda y nos dure más tiempo. Yo suelo aplicar el mismo desengrasante y lo dejo actuar unos minutos. Luego limpio con un cepillo específico que me permite limpiar entre las coronas.

Esta imagen la he copiado de la web oficial de Park Tool

Es una zona donde suele acumularse barros y, curiosamente, palos.


Y para concluir, os presento otra herramienta. Esta, muy sencilla, no es más que un calibre de desgaste. Nos permite detectar cuándo nuestra cadena se ha elongado... porque eso es exactamente lo que pasa con una cadena de bicicleta. Con el uso se alarga como consecuencia de las (micro) holguras que van apareciendo entre las placas y los pasadores.

Esta herramienta tiene dos caras. Una nos dirá si la cadena se ha alargado un 0,75% y la otra si se ha alargado más, llegando hasta el 1%. Si la herramienta, que tiene dos patillas por cara, encaja entre los eslabones de la cadena tendremos que ir pensando en cambiarla. Si hemos usado la cara del 0.75% podemos seguir usando la bici un tiempecito. Si la que encaja es la del 1%... es el momento de cambiar de cadena.


¿Qué sucede si no cambiamos la cadena a tiempo? que empezaremos a desgastar elementos más caros de sustituir, como casete y platos y aceleraremos la llegada del día en que tengamos que cambiar toda la transmisión. Si hemos apurado mucho la cadena habremos "afilado" los dientes de las coronas y al cambiar de cadena esta saltará haciendo de nuestras salidas en bicicleta un suplicio.

Espero que este pequeño tutorial os sirva de ayuda. Limpiar y engrasar la cadena cada dos o tres salidas es garantía de buen funcionamiento, no dejéis de hacerlo.

martes, 28 de enero de 2020

Ciclismo con niños

Si todo sale según mis planes, 2020 va a ser un buen año de ciclismo en familia. Hay una serie de eventos cicloturistas planeados... y mi niña pequeña no sabe aún montar en bici sin ruedines y la mayor no se habrá hecho más de 5 kilómetros seguidos. ¿Van a ser estos detalles sin importancia impedimentos que frustren mis planes? Os garantizo que no.

Por suerte han sido muchos los padres y madres que históricamente se habrán enfrentado a este problema ideando soluciones que han llegado a comercializarse. Esta entrada no es sino una recopilación de algunas de ellas, con la ayuda del primo Christian, que desde muy pequeño sale a rodar con su niño. 


Dependiendo de la edad y de las habilidades de la criatura tendremos que decidirnos por un sistema u otro. Los hay de transporte puro y duro, de remolcado, de asistencia... voy a tratar de escribir sobre los mas comunes.

Al final del artículo podréis encontrar una tabla comparativa al más puro estilo periodístico.

Sillita infantil

El invento que primero se nos viene a la cabeza es la silla que hemos visto multitud de veces acoplada a la parte trasera de las bicicletas. Aunque también hay modelos que pueden colocarse delante, viajando el niño entre los brazos del ciclista. El siguiente modelo fija el límite de peso del niño en 15 kilos.

Imagen de artículo a la venta en Amazon

En ambos tipos, delanteras o traseras, los niños van asegurados con arneses y con los pies sujetos a unas plataformas con bridas de plástico. Hay sillas traseras que apoyan en el típico porta-bultos y otras que van "volando" sobre la rueda trasera.

Sillita a la venta en Decathlón

Este modelo en concreto de Decathlon soporta hasta 22 Kilos.

Las del segundo tipo se sujetan mediante unas barras al tubo vertical de la bicicleta y, para limitar el balanceo, una correa se fija de la sillita a la tija de sillín (en rojo en la foto).

Sillita a la venta en Decathlón

Según las especificaciones estas sillas también aguantan hasta 22 kilos. Son muy cómodas y es frecuente ver a la criatura dando una cabezada mecida por el bamboleo.

Este sistema está muy recomendado para los primeros años. Siempre que el niño se "aguante" el cuello lo podremos llevar con comodidad en estas sillas.

Carrito

El siguiente nivel para niños pequeños que aún no dan pedales o no pueden mantener el equilibrio por si mismos es el carrito. Desde mi punto de vista, todo un lujo. Tuvimos la suerte de poder alquilar uno durante nuestra excursión familiar a La Senda del Oso.


Estos carros se fijan a la bicicleta por el eje trasero de esta y al tener dos ruedas traseras no son tan desequilibrantes como otros sistemas... pero son muy pesados. Los niños viajarán cómodos y protegidos del viento y el frío. Además podremos llevar dos viajeros, llegado el caso.


El inconveniente, además del peso, es el elevado precio y la necesidad de contar con espacio para almacenarlo. Si vivimos en un piso es muy probable que no podamos encontrarle hueco a este carro fácilmente.

Para que sirva de referencia, este modelo de Decathlón admite hasta 45 Kg de carga.

Trail-Gator (barra de remolque)

Me refiero a este artilugio por su nombre comercial, ignoro si hay otras marcas que comercialicen un producto similar.


En pocas palabras, el Trail-Gator es una barra extensible que hace de unión articulada entre la tija de la bici del adulto y la pipa de dirección de la bici infantil. Un tándem de quita y pon que en pocos segundos se arma y se desarma. Es un armatoste bastante pesado, por cierto, tal vez una versión en aluminio habría sido bien acogida.

Para poder utilizar un Trail-Gator se requiere que el niño tenga cierto equilibrio y fuerza para sujetarse al manillar. Los mayores, a la hora de dirigir la bicicleta, notaremos que las fuerzas que el conjunto remolcado ejercen sobre nuestra bicicleta nos desequilibrarán mucho, siendo necesario ir muy fino hasta que uno que acostumbra al balanceo. También es importante abrirse bien en las curvas, como con todo "convoy", lógicamente.


Una de las grandes ventajas que tiene este sistema es que podemos plegarlo contra el tirante de la bicicleta y llevarlo siempre "a mano" por si salimos con el pequeño y necesitamos utilizarlo porque este se canse.

Imagen descargada de la web oficial

Para montar el Trail-Gator hay que invertir una media hora. Lo podemos hacer con herramientas básicas que cualquiera tenemos en casa. Conviene proteger ambas bicicletas con tiras de una cámara vieja para evitar rozaduras al colocar los extremos de la barra.

Semitándem 

El concepto de semitándem es muy parecido al de la barra remolcadora, pero en este caso lo que fijamos a la tija del adulto es "media bici" infantil.
La marca de referencia es WeeRide, que además de este producto en su catálogo ofrece muchas otras soluciones para ciclismo infantil.

Los movimientos en la trasera desestabilizan bastante, como con el Trail-Gator, pero siendo que la distancia total del remolque se reduce a casi la mitad, el bamboleo, al existir menos brazo de palanca, se reduce bastante. 


Otra desventaja respecto a una barra remolcadora de quita y pon es que al no contar con rueda delantera no tenemos opción de "desmontar" el conjunto e individualizar ambas bicicletas.

Siendo plegable no ocupará tanto en casa y pudiéndose desacoplar de la tija el brazo del tándem podremos utilizar la bicicleta con normalidad, salvo por la abrazadera que quedará como testigo de que somos usuarios de este sistema.

Carro tándem

A medio camino entre el carrito y el semitándem está el carro tándem. El niño irá sentado cómodamente y muy seguro, sujeto por arneses.

Existen multitud de modelos, con o sin pedales, con o sin cubierta. La marca Weehoo es una buena opción para hacernos con uno de estos artilugios.


Es una de las opciones más "vacilonas", sin duda la gente se quedará mirando el convoy formado por la bici y el remolque.
Siendo además aparatoso en apariencia no será demasiado complicado encontrarle un lugar donde guardarlo. Además cuenta con alforjas para guardar la merienda. Un excelente compromiso entre comodidad y seguridad, con mucha parte de la comodidad del carro y mucha parte de la agilidad del semitándem.

Trax

Uno de los inventos más interesantes de los últimos tiempos en lo que a asistencia al compañero se refiere es el Trax.

La idea es sencillísima. Un carrete se sujeta con bridas a nuestra tija y de él sale un hilo de kevlar con un lazo que podremos enganchar a la potencia de la bicicleta que queramos remolcar.  El carrete mantiene tenso el hilo, recogiendo el sobrante, de manera que en ningún momento hay riesgo de que este se enrede entre las ruedas con el consiguiente riesgo.


Sin duda no ha sido concebido para remolcar niños, de hecho el limite máximo de peso se sitúa en los 90 kilos, pero es un gran aliado para salir de ruta con niños que sepan montar en bicicleta, pero puedan llegar a cansarse tras unos pocos kilómetros de ruta o cuando toque subir una buena cuesta.


Su instalación inicial apenas lleva un par de minutos. Disponerlo para remolcar a nuestro acompañante, pocos segundos. Y volver a guardarlo cuando ya no necesitemos de sus servicios, menos aún. 


El primo Christian es usuario de este gran invento y en el siguiente vídeo podemos ver de primera mano el uso que hace de él junto a su hijo.



He tratado de recopilar toda esta información en la típica tabla comparativa para que sirva como referencia. Por supuesto, la asignación de puntuaciones es completamente subjetiva y discutible.


Espero que os sirva y que no dejéis de salir con la bicicleta por no poder llevar a vuestros hijos con vosotros. Eso sí... no os olvidéis nunca de los cascos, tanto para el niño como para vosotros.

martes, 21 de enero de 2020

Mecánica básica - Ajuste de frenos V

Si bien fueron los reyes indiscutibles durante años lo cierto es que hoy en día los frenos V han quedado relegados a bicicletas infantiles o de adulto pero de bajísima calidad. A mi, personalmente, siempre me han gustado por potencia de frenado, a años luz de sus predecesores, los frenos "cantilever" y por lo sencillo de su ajuste y mantenimiento.

Las indiscutibles ventajas de los frenos de disco dejaron obsoletos este tipo de freno a llanta, pero aprovechando una serie de tareas de mantenimiento que me he ofrecido a realizar en la antigua bicicleta de Jaime he tomado fotos y grabado algún vídeo para compartir en esta entrada cómo se realizaría el ajuste de estos frenos. Espero que sirva de ayuda a algunos usuarios.

Huelga decir que es muy importante, como en cualquier freno a llanta, que la rueda esté bien centrada. De lo contrario no será posible hacer un ajuste fino del freno. Siendo el caso, es muy sencillo dejar los frenos a punto.

En el siguiente vídeo vemos cómo el freno de la rueda delantera bloquea.


Si nos fijamos veremos que es la zapata del lado derecho la que está rozando la rueda. Disculpad la suciedad de la bici 😏


Los frenos V tienen un tornillo para tensar el muelle que tira de la leva hacia el exterior. A veces es un tornillo allen, otras un tornillo con cabeza phillips (de estrella).


Si lo insertamos, presionaremos forzaremos al freno hacia el exterior separando la zapata de la llana y corrigiendo el problema.


Pero tras realizar esta acción vi que el problema no era de tensión desigual entre ambas levas sino de colocación de la zapata. Esta tocaba la cubierta y esto es bastante peligroso porque en una frenada fuerte podemos provocar un reventón.


Es necesario recolocar esa zapata. Por comodidad "desacoplo" ambas levas. Estas van unidas por la parte superior con un brazo articulado que engancha un "macarrón" metálico con un tope. El cable va por dentro de este macarrón y en su salida queda apresado por el tornillo de la parte superior de la leva izquierda.


Uniendo con las manos ambas levas (como si frenáramos) podremos liberar el extremo del macarrón de su lugar.



De esta manera podemos colocar las zapatas con comodidad.


Para modificar la posición de la zapata tenemos que actuar con una llave allen (creo que del 6) sobre esa tuerca que podéis ver en la siguiente imagen.


No sacaremos la tuerca completamente, solo abriremos un poco para poder modificar la posición manualmente con facilidad.


Para dar con la posición correcta, presionaremos la leva contra la llanta presentando la zapata correctamente contra la llanta. Sujetando el conjunto con una mano, apretaremos la tuerca de la zapata con la otra.


Los anteriores son los pasos para un ajuste puntual de los frenos si por el motivo que sea se ha perdido el ajuste inicial. Así quedó la rueda tras esta operación.


Una instalación completa no es mucho más compleja. Conociendo los pasos anteriores, ajustar ambas levas en conjunto es sencillo.

Si vamos a colocar las levas en el cuadro o la horquilla debemos de saber que si tenemos tres opciones para colocar el saliente del muelle es para dar más o menos tensión al msimo. La posición más alta otorgará más tensión.



Sacaremos todo lo posible la rueda reguladora de tensión de la maneta de freno.


Con las zapatas correctamente presentadas, como hemos visto en pasos anteriores, juntamos las levas entre sí con las manos como si quisiéramos frenar la rueda.


En esta posición tensamos el cable desde su extremo libre y lo sujetamos con el tornillo prisionero que previamente hemos aflojado un poco, lógicamente, para que el cable corriera.


Si lo hemos hecho bien, la rueda debe de quedar bloqueada. En este punto actuamos sobre la tuerca de la manera para introducirla poco a poco hasta que la rueda gire libre.


Al final se trata de jugar con la tensión del cable y de las levas y la colocación de las zapatas.  Encontrar el equilibrio justo para que no existan roces es la clave y sabiendo para qué sirve cada tornillo o tuerca es fundamental.

lunes, 20 de enero de 2020

Ruta Las Rozas - Las Matas - Molino de la Hoz - Las Rozas - 19/01/2020

Me alegra mucho empezar el año ciclista compartiendo rutas con amigos, especialmente si es con aquellos con los que llevo más tiempo sin hacerlo. Siendo además que en esta ocasión nos juntábamos cinco perdedores para disfrutar de una mañana de ciclismo de montaña por los alrededores de Las Rozas guiados por Juancar, la diversión estaba garantizada.


El día amaneció frío, como corresponde al mes de enero, pero sin amenaza de lluvia. Durante la semana habíamos estado comprobando con frecuencia la previsión meteorológica para ver si salíamos sábado o domingo y finalmente fue la AEMET la que decidió por nosotros pronosticando un alto porcentaje de precipitaciones para el sábado... y no falló. 

De manera que el domingo a las nueve de la mañana, muy temprano en esta ocasión para poder atender luego compromisos familiares, nos citamos frente al Tanatorio de Las Rozas Juancar, Miguel, Gualter, José Ángel y un servidor con ilusión y muchas capas de abrigo. 

La idea era hacer una versión reducida de esta ruta que hicimos en verano Juancar, Miguel y yo.... y que acabé con la lengua fuera y pidiendo al árbitro la hora con toda mi alma, si fuera posible que hubiera un señor colegiado en nuestras rutas. Esta vez fueron Gualter y José Ángel los que sufrieron, ambos por llevar una buena temporada sin coger la bicicleta, con los excesos de las Navidades y lesiones graves (en el caso de José Ángel) de por medio. Nunca me cansaré de repetir que me producen especial admiración, y entre la familia de perdedores tenemos a muchos, aquellos aficionados que cogen la bici dos o tres veces al año y dan la talla. Me quito el sombrero (el casco, en este caso) ante tal fortaleza mental. De ellos he aprendido mucho.

Track disponible en Wikiloc

El recorrido propuesto por Juancar comenzaba alcanzando el pinar de Las Rozas y recorriendo una vez dentro el sendero que discurre en paralelo al canal... donde un perrazo grande como una vaca nos deleitó, a nuestro paso, con una zambullida propia del mejor "balconing". Nosotros pelados (aún) de frío y el perro refrescándose en el agua helada para desesperación de su dueño, que se veía invirtiendo una buena parte del domingo "desinfectando" a su mascota. Eso al menos fue lo que interpretamos nosotros con cierta base al oírle exclamar un sonoro "jooooooooooder". 


Desde los primeros compases estaba claro que Juancar y Miguel iban a ir tirando, Gualter y José Ángel cerrando y yo, si me admitís un segundo símil futbolístico, de medio centro, haciendo de enlace entre ambas parejas. Siempre pendiente, eso sí, de que a los de atrás no les faltara de nada y nadie se quedara descolgado. Esto mismo hacían los dos de delante cuando había que cambiar de dirección y venían que nos habían descolgado. Un grupo muy heterogéneo en este caso en cuanto a estados de forma, pero compenetrado y armonioso, que a fin de cuentas se trata de echar un rato divertido en el monte.

Volviendo al recorrido, bajamos hasta el apeadero de "El Tejar", que debido a su estado de abandono proporciona un excelente escenario tanto para grabar videoclips de trap como para celebrar eventos satánicos, esa es su versatilidad y así lo comentamos mientras volvemos a pasar al lado del apeadero tras cruzar las vías del tren por un puente en malísimo estado que nos obliga a echarnos la bici al hombro.


Rodamos durante un rato paralelos a la vía del tren y a la A-6 en dirección norte, hacia Las Matas, pero a la altura de la Urbanización Punta Galea, situada al otro lado de ambas vías, giramos a la derecha para disfrutar del primer sendero de la jornada, el que discurre junto al Arroyo del Bosquillón hasta la cerca del monte de El Pardo. No es un sendero especialmente rápido porque no tiene mucho desnivel de bajada. Es de los de dar pedales, sinuoso pero limpio, con cierto "flow", como diríamos si fuéramos más jóvenes o más norteamericanos. Yo lo recorrí detrás de Gualter y en algunos tramos me quedaba atrás. 


Tocaba subir un buen trecho hasta Las Matas, pero transitábamos por una pista bastante tendida entre encinas y comentando la temporada de setas y compartiendo lugares donde recolectarlas en la sierra de Madrid casi ni nos dimos cuenta de que habíamos llegado a los primeros chalets del pueblo. Poco antes, Miguel había sufrido una avería en la cadena como las que le acontecieron en nuestra visita anterior, sendas roturas que tuvimos que arreglar con el tronchacadenas. En esta ocasión, sin explicación aparente, el eslabón de cierre rápido se le soltó sin más. Tras limpiar de arena ambas partes del mismo (tuvimos suerte de encontrarlas) volvimos a colocarlo y no volvieron a producirse incidentes... muy raro. Sospecho que a Miguel le gusta llamar la atención, puro afán de protagonismo.   


Tras salir de Las Matas cruzando la A-6 por una pasarela peatonal elevada comenzaba la parte más disfrutona de la ruta: el larguísimo sendero que nos llevaría hasta, casi, la Presa del Gasco. Seis kilómetros de sendero "singletrack" (que solo cabe uno) durante los que nos cruzamos (o adelantamos) a numerosos ciclistas y senderistas, a los que saludábamos con educación y una buena sonrisa y agradecíamos que nos cedieran el paso cuando se daba el caso. El barro fue el protagonista de este tramo, haciendo resbalar nuestras ruedas en varias ocasiones, por fortuna sin consecuencias. Es un sendero sin dificultades técnicas pero tan, tan largo que la obligación de ir atento durante tanto rato te agota.

No podíamos dejar de asomarnos a ver la Presa del Gasco y de recibir las explicaciones de Juancar, que nos cuenta que el propósito de esta obra era crear un canal que uniera la submeseta sur con el océano Atlántico.


Realmente las vistas impresionan, sobre todo porque uno no se espera encontrar escenarios de tal magnitud a tres o cuatro paradas de cercanías de Madrid capital.

Un rápido y divertidísimo sendero nos lleva hasta Molino de la Hoz, una urbanización donde vive gente con cierto poderío económico. Atravesamos la urbanización y llegamos hasta el río Guadarrama a la altura del puente del Retamar, también con cierto interés histórico, pero nuestra ruta gira a la izquierda para comenzar el largo y penoso ascenso hasta el lugar donde habíamos dejado los coches. Cinco kilómetros, aproximadamente, de ascenso por calles abiertas al tráfico y carril bici que a Gualter y a José Ángel se les hicieron muy, muy duras... pero llegaron, como no podía ser de otra manera.


En esta ocasión no hubo tiempo para tomar una cervecita. Muy mal. Pero en otra ocasión nos tomaremos dos para compensar. Le dimos un manguerazo rápido a las bicis en la gasolinera que hay junto al tanatorio y cada mochuelo a su olivo, que se nos había hecho un poco más tarde de lo esperado.

Una ruta muy, muy divertida y completa. Con sus tramos rodadores, sus subidas, sus bajadas... sin duda para repetirla.

¡Gracias, Juancar!

jueves, 16 de enero de 2020

Mecánica básica - Sustitución de puños de manillar

Recordaréis los lectores más antiguos que en los orígenes de este foro editábamos muchas entradas de mecánica. Trasteábamos mucho montando y desmontando bicis y eran buenos tiempos para documentar los procesos, las herramientas y los trucos que empleábamos.

En los últimos años hemos compartido muchas menos entradas de esta temática. En parte porque dedicamos menos tiempo a la mecánica, ciertamente, trasteamos menos en general, en parte porque el mantenimiento básico que le hacemos a las bicicletas o bien ya está documentado o bien no merece una entrada por sí mismo... Pero esto último me hizo pensar que tal vez sí. Tal vez fuera buena idea crear entradas explicando las tareas más básicas, que siempre habrá alguien que las agradezca.

Y en la primera de esta serie explicaremos cómo sustituir los puños de nuestra bicicleta. Nace de la necesidad, ciertamente. En la vieja BH Top Line (que estoy convirtiendo para hacer rutas familiares, ya os contaré sobre esto en futuras entradas) tenía puestos unos puños On-Off bastante antiguos y con poco grosor. Las manos sufrían. Así que decidí colocar unos nuevos de silicona. Aquí explico cómo hacerlo de manera sencilla.

Para cualquier tarea de mantenimiento recomiendo disponer de un caballete, por básico que sea, que nos evite tener que estar pendientes de sujetar la bicicleta. El que utilizo yo para tareas "menores" levanta la rueda trasera con sendos ganchos que van contra tirante y vaina.


Este tipo de trípode es barato y ocupa poco espacio. Muy recomendable.

Vamos a la tarea. En primer lugar, explicaré qué vamos a necesitar para hacer el cambio.




  • Los nuevos puños, evidentemente. Últimamente utilizo puños de silicona. Los recomiendo.
  • Llaves allen: solo nos harán falta si los puños que quitemos o pongamos tengan "lock", esto es, una abrazadera metálica para fijarlos al manillar. En mi caso las utilizaré para modificar la posición de manetas de cambio y freno.
  • Alcohol: Lo utilizaremos para lubricar. Así los puños resbalarán contra el manillar facilitando su extracción y su colocación. Como evapora rápido enseguida el puño quedará fijado.
  • Una jeringa para aplicar el alcohol.
  • Cutter, para quitar los puños viejos si acaso no queremos conservarlos.
  • Destornillador plano. Finito, como herramienta auxiliar. 

El primer paso será sacar el tapón del manillar, Para ello usaremos el destornillador y haremos palanca. Este tapón cumple una labor importante. Si no lo llevamos, en caso de caída podemos hacernos mucho daño al clavarnos el extremo del manillar.


Con el tapón fuera, podemos cortar el puño, si vamos a desecharlo. Cuidado aquí con dañar el manillar.


Si no queremos cortar los puños usaremos alcohol y la jeringa. Cargaremos la jeringa con muy poca cantidad de alcohol.


Metemos la aguja de la jeringa entre el puño y el manillar. Lo haremos por ambos extremos.


 "Inyectando" el alcohol y procurando que se reparta bien entre el puño y el manillar podremos sacar el puño sin esfuerzo.


Mirad la diferencia de grosor de los puños nuevos. Mucho más cómodos, sin duda.


Aprovechando el cambio también colocaré unos acoples de manillar. En ciclismo de montaña ya no los uso, pero para rutas a ritmo relajado, cuando se espera estar muchas horas encima de la bici se agradece poder cambiar la postura de las manos.


Para que los nuevos puños entren junto al acople tengo que desplazar manetas de cambio y freno. La misma llave allen me sirve para ambas abrazaderas.


Para poner los puños nuevos embadurnamos el manillar con alcohol. El puño entrará fácilmente.


Y así queda el conjunto. He podido comprobar que es mucho más cómodo, así que propósito conseguido.


Espero que esta entrada sirva de ayuda a ciclistas noveles.

Le damos poca importancia a los puños de nuestra bici y la tienen. Los hay de distintos materiales y grosores, por no hablar de colores que servirán para mejorar la estética de nuestra bici. A mi me gusta llevarlos a juego con el sillín, por cierto.