¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

lunes, 14 de marzo de 2022

Leganés-Boadilla (12/03/2022)

No sé si os he contado que tenemos en la cabeza un reto perdedor para esta primavera: llegar en bicicleta a Toledo saliendo desde Leganés. Ya comentaremos más en detalle este singular acontecimiento, pero está claro que esa distancia empieza a ser exigente y no se cubre con garantías sin cierto entrenamiento. De manera que en las últimas semanas hemos empezado a incrementar el kilometraje de nuestras salidas en bici y, saliendo desde Leganés, el monte de Boadilla es un excelente escenario. Y como no lo conocemos demasiado bien perderse en sus caminos como hicimos el pasado sábado 12 de marzo fue una experiencia altamente recomendable. Pero comencemos por el principio. 

Daban lluvia el domingo así que optamos por quedar el sábado. La idea era ir a ver al primo Christian y que nos sacara de ruta rodadora por los alrededores de Los Hueros pero el viernes por la tarde tuvo que cancelar porque se le puso malo Leo, el niño pequeño. 

Track disponible en Wikiloc

De manera que, quedando pendiente esa visita para próximos fines de semana, decidimos salir a rodar desde nuestro barrio y hacer una ruta parecida a la que Sergio y yo hicimos el fin de semana anterior, llegando hasta Boadilla, esta vez con la compañía de Javi, al que os presenté en la última ruta y al que veréis mucho de aquí en adelante en este, queridos lectores, vuestro blog.

Comenzamos a las 9:00 con la idea de llegar a Boadilla atravesando la Ciudad Financiera del Banco Santander llegando por los caminos de la venta La Rubia como hemos hecho millones de veces. El viernes llovió con ganas pero no estábamos encontrando demasiado barro, hecho que agradecimos. No hacía nada de viento y la temperatura era agradable. Unas condiciones excelentes para practicar este deporte. 

Los primeros kilómetros pasaron muy rápido y antes de darnos cuenta nos habíamos plantado en Boadilla. Es lo que pasa cuando la conversación y la compañía son del gusto de uno, que los kilómetros pasan como si nada. Tras pasar por la tapia del jardín del palacio del Infante Don Luis cruzamos el llamado Arroyo del Nacedero por un coqueto puentecito de madera y tomamos el camino de la derecha con la idea de rodear el monte. Enseguida empieza a picar hasta arriba, sube hasta la urbanización Montepríncipe, y Javi, que está bastante más fuerte que Sergio y que yo, nos deja atrás a la mínima que el desnivel exige un poco más de la cuenta.

En el Monte de Boadilla hay muchísimos senderos... pero están cerrados con ramas. Se ve que, como pasa con la Casa de Campo, está prohibido su uso ciclista. Es lo que hay. Seguimos rodando por la pista exterior, sin perder cota, junto a las alambradas de los chalets. Tras un repecho giramos a la derecha y el camino comienza a descender. Pasamos junto a una una pila de leña descomunal, recuerdo de Filomena, y otro repecho nos vuelve a calentar las piernas, junto al Hospital Montepríncipe. Subimos hasta la altura de la carretera M513 y en un rápido descenso, siempre por pista, llegamos al complejo deportivo Ángel Nieto.

Pasamos por debajo de la carretera. Llevamos unos 25 kilómetros así que decidimos recorrer algún camino pero sin alejarnos demasiado porque tenemos que volver y tampoco pretendemos hacer 70 kilómetros. Giramos a la izquierda para comenzar a subir otro repecho. No es esta una ruta que tenga subidas largas pero tiene alguna que otra que te calientan las piernas bien.

Los caminos están marcados con postes con flechas azules y en esta parte sí que el barro comienza a hacer acto de presencia. Será porque hay más tierra que arena, claro, y en algún tramo tenemos que prestar atención porque las ruedas resbalan de lo lindo. Pasamos junto a un par de árboles singulares, el segundo de ellos un alcornoque donde hacemos la única parada de la ruta para hacernos una fotito y quien más, quien menos, echar una meadita.

Rodamos girando siempre en sentido "horario" hasta que llegamos de nuevo a la M503. Volvemos a cruzarla por el mismo paso inferior y ponemos rumbo de vuelta. Pero no volveremos exactamente por el mismo sitio. Si bien pasaremos junto a la ciudad financiera rodamos a la vuelta por caminos que se encuentran más hacia el oeste. El último cuestón de la jornada nos lo encontramos justo al salir de Boadilla. Nos cuesta en algún tramo mantener la tracción por culpa del barro.

Como no, Javi se adelanta y nos espera arriba a Sergio y a mí que llegamos con el corazón en la boca.

Y el barro hace acto de presencia definitivamente. La pista que atraviesa la venta La Rubia es un lodazal por el que cuesta trabajo rodar sin caerse. Y eso que la han arreglado hace muy poco. 

Pero ya queda poco y además es cuesta abajo. Ya vislumbramos en nuestras cabezas la merecida recompensa en forma de jarra de cerveza. Pero antes tenemos que pasar la última prueba: como ya es tradición en nuestras subidas, antes de llegar a casa tenemos que subir la cuesta del cementerio. Es una costumbre bastante tonta porque lo que menos apetece después de 50 Km es meterse un calentón como ese. El cuádriceps de mi pierna derecha amenazó con acalambrarse, de hecho.

Y finalmente... la cara de la felicidad. La mejor manera de terminar una ruta. ¡Y que sean muchas las que vengan!

jueves, 10 de marzo de 2022

Mantenimiento de amortiguador FOX RP2

Siguiendo con las tareas de mantenimiento de la bici de Jesús con el objetivo de venderla con dignidad, en esta entrada vamos a explicar cómo se realiza el mantenimiento básico de un amortiguador. Se trata de un FOX FLOAT RP2.

 

El primer paso es, lógicamente, sacarle el aire a través de la válvula schrader. Es muy probable que salpique aceite así que cuidado con la ropa.


Y ahora desmontamos el cuerpo del amortiguador simplemente desenroscando con las manos.


Sacamos el aro de goma que sirve de testigo del recorrido del amortiguador.


Y terminamos de sacar el cuerpo del amortiguador tirando hacia fuera. Hay que vender una ligera resistencia pero sale sin demasiado esfuerzo.


Se aprecia la suciedad acumulada.

Tendremos que sustituir este "sandwich" de arandela de plástico-goma-arandela.

También el sandwich que hay en el cuerpo del amortiguador.

También hay que sustituir un anillo de goma que se aloja en la parte interior de la cabeza del amortiguador. Aprovechamos para limpiar bien todas las partes.

Fox vende kits para hacer este tipo de mantenimiento. 26,5 € tienen la culpa.

En el kit vienen recambios para todos los elementos que hay que sustituir y como sirve para varios modelos de amortiguador vienen algunas gomas que no usaremos. También viene una capsulita con el llamado Float Fluid, un aceite especialmente viscoso de color azul que hace de lubricante interno en estos amortiguadores.

Comenzamos a retirar los elementos viejos. Nos ayudamos de un punzón o de un destornillador plano pequeño. No me preocupa romperlos porque los vamos a desechar. Primero quito el retén.

Dejando fácil acceso al sandwich interior.

Saco estos elementos con relativamente poca maña, lo reconozco.


Ahora tenemos que poner los elementos nuevos.


empezamos por una de las anillas de plástico, vamos a seguir el mismo orden en el que deben estar colocadas. Para facilitar la colocación no nos queda otra que doblarla ligeramente.


La goma entra fácil porque es más elástica. Queda meter la segunda anilla. Esta cuesta un poco más al tener menos espacio para maniobrar.


Llegará un momento en que tengamos que forzarla un poquito.


Pero acabará entrando y así tendremos sustituidos estos elementos del cuerpo del amortiguador.


Solo falta poner el retén exterior.


Que se coloca muy fácilmente.


Vamos ahora con la parte del vástago. Retirar el sandwich de aquí es mucho más sencillo. Sacamos la goma con un destornillador pequeño.


En este caso las arandelas de plástico no son cerradas porque de serlo no sería posible su sustitución así que sacarlas es sencillísimo.


Colocamos los elementos nuevos.


Por último sustituimos la goma del interior de la cabeza.


Ahora es momento de lubricar con el el Float Floid. Yo lo pongo en un bote de cristal y lo aplico con el dedo.


Aplicamos generosamente en el sandwich del interior del cuerpo del amortiguador.


Y en el del vástago.


Aplicamos generosamente en todo el interior del amortiguador.


Llega el momento de cerrar el amortiguador, posiblemente la parte más complicada. Un tornillo de banco facilita mucho la tarea pero lo podemos hacer sin él. Tras volver a meter el cuerpo del amortiguador por el vástago venciendo la ligera resistencia de los sandwiches y del retén tenemos que forzar para que las roscas se encuentren y mientras mantenemos esta presión, que no es poca, girar para que se enrosquen al menos un par de hilos,


Una vez cerrado apretamos hasta el final y colocamos el anillo testigo del recorrido.


Y, muy importante, alineamos los ojos del amortiguador. En la foto los veis desalineados. Se puede hacer sin demasiado esfuerzo usando un destornillador para girar el ojo inferior.


¡¡Con esto el amortiguador queda listo para ser montado de nuevo en la bici!!

miércoles, 2 de marzo de 2022

Poniendo a punto la bici vieja de Jesús - Mantenimiento de frenos Avid

Jesús ha cambiado de bici recientemente y por motivos de espacio necesita deshacerse de la que estaba usando hasta ahora: una excelente Trek Fuel EX 8. Pero para venderla hay que hacerle mantenimiento, que algunas cosillas no estaban funcionando como deberían.


La maneta del freno trasero, un Avid Elixir 5, se quedaba atascada como podéis ver en el siguiente vídeo:


No retornaba a su posición inicial. Cada vez que se usaba era necesario volver a ponerla en su sitio de forma manual con el engorro que eso suponía.

Investigando sobre el problema enseguida encontré este vídeo en el que se explica que estos frenos solían fallar de esta manera y que Avid en su día puso a disposición de los clientes un kit de servicio para solucionarlo. Pero antes de gastar 25€ he preferido desmontar y limpiar a ver si eso soluciona el problema. De manera que he seguido los pasos (perfectamente explicados) del vídeo que he mencionado y al que os referencio pero como he ido sacando fotos voy a documentar el proceso para aquellos de vosotros que prefiráis ver fotos en vez de estar pausando el vídeo continuamente después de cada paso.

En primer lugar veamos qué herramientas y materiales necesitaremos.


  • Líquido de frenos DOT-4
  • Juego de llaves allen
  • Kit de purgado para Avid
  • Destornillador phillips pequeño
  • Llave fija del 8 o llave inglesa
  • Papel o trapos
  • Grasa, que no está en la foto
  • Talento, que no se puede fotografiar
  • Paciencia, que hay algún paso que se las trae
  • Alicate seeger, de esos que acaban en puntas. 

Lo primero que haremos, por precaución, es quitar las pastillas de la pinza para no contaminarlas con el aceite que saldrá del circuito.


En este modelo de freno van sujetas con un tornillo que sacamos con su correspondiente llave allen.

Tras sacar las pastillas y ponerlas a salvo de salpicaduras nos fijamos en un tornillo de cabeza phillips que hay en el regulador de distancia de la maneta.

Lo sacamos sin dificultad con el correspondiente destornillador. Ojo con perderlo que es pequeño.

Habiendo sacado este tornillo podemos sacar el "principal", por la parte interior de la maneta del freno. Se trata de un tornillo allen.

Mide unos 4 centímetros y tiene un hueco por el que pasa el tornillito que hemos quitado antes. Así es fácil entender que al girar la rueda que regula el "reach" lo que hacemos en realidad es girar este tornillo. 

Con este tornillo fuera podemos sacar también el muelle y la rueda del "reach".

Así es a fin de cuentas cómo van montadas estas piezas que hemos ido desmontando:

El siguiente paso es desmontar el pasador que une la leva con el cuerpo de la maneta. Yo me ayudo de una llave allen mediana. Hay que hacer algo de presión pero se consigue de manera más o menos sencilla.

Sacamos la leva y vemos el pistón que presiona sobre la bomba del hidráulico.


Para facilitar los siguientes pasos desmontamos el latiguillo de la maneta con una llave plana.


Tenemos que desmontar la bomba. Atención ahora que viene la parte delicada. Si nos fijamos en el interior vemos entre la suciedad un circlip o anillo seeger de pláscico. Como no tengo a mano los alicates adecuados para sacarlo me ayudo de un par de llaves allen de 2 mm y de mucha paciencia y algo de talento. 


Consigo sacar el cuerpo de la bomba con su muelle y todo. Este muelle es el responsable de que la leva de freno vuelva a su sitio.


Vemos en el interior de la maneta la ranura en la que iba alojado el circlip.


Es el momento de limpiar todo bien. a simple vista parece que la bomba y su muelle están operativos.
Así es como opera el freno hidráulico: la leva acciona el émbolo que presiona la bomba que empuja el aceite por el circuito hasta la pinza, que acciona los pistones con las pastillas contra el disco. 


Una vez que todo está razonablemente limpio vamos a montarlo de nuevo siguiendo el procedimiento inverso pero aplicando grasa a las partes móviles para darle suavidad al asunto.


Voy comprobando en cada paso que la leva retorna bien. Sin montar la rueda de ajuste de "reach" y su correspondiente muelle todo funciona perfectamente:


Me acojono cuando coloco la rueda y el muelle en su sitio porque la maneta se vuelve a quedar atascada!


¿Sería este el problema desde el principio? dando una vueltita a la rueda de "reach" consigo que la leva opere con normalidad.


Vamos a cambiar el aceite de los frenos, que le va a venir bien. Para ello compré un kit para frenos Avid que me ha sorprendido por lo mucho que simplifica la tarea.


Lo primero que hago es montar las jeringas. Coloco el latiguillo con las roscas correspondientes para que no se salga nada de aceite de frenos.


El otro extremo irá enroscado en pinza y maneta, así que les coloco los terminales correspondientes.


Ya tengo las jeringas listas y cargadas de líquido de freno DOT-4. Las pinzas rojas sirven para estrangular el latiguillo.


Me ayudo de una llave plana para empujar el pistón hacia el interior antes de proceder al sangrado.


Abro el tornillo de purgado de la maneta con la ayuda de una herramienta con punta torx 5 que el propio kit proporciona.


Hago lo mismo en la pinza.


A tomar por culo el chándal. Al romperse el vacío del circuito se sale todo el aceite viejo por la maneta... que reposaba sobre mi pierna. No importa, era viejo.


Enrosco una jeringa en la maneta y la otra en la pinza. Este es el estado de la jeringa de la pinza:


Presiono el émbolo de la jeringa de la maneta veo que en la jeringa de la pinza comienzan a aparecer burbujas de aire y algo de suciedad:


Coloco ambas jeringas en vertical por eso de que las burbujas suban hacia arriba y comienzo a intercambiar el contenido de una y otra a través del circuito teniendo precaución de no llegar a la zona sin líquido de las jeringas para no meter aire.


Cuando veo que no siguen saliendo burbujas me doy por satisfecho y con cuidado de no verter líquido ni de vaciar el circuito desenrosco las conexiones de las jeringas con pinza y maneta y coloco los tapones.

El trabajo está hecho. Solo queda montar de nuevo el freno en la bici y comprobar el resultado.


¡Funciona! 

Coste de la reparación: 16€ del kit de purgado, porque el líquido de frenos lo tenía por casa de la moto.
Sin duda esta puesta a punto devuelve mucho valor a la bici... pero hay que seguir haciéndole cosas. 

Por supuesto compartiremos con vosotros, queridos lectores apasionados de la mecánica, las distintas operaciones que vayamos haciendo.