¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

viernes, 29 de enero de 2021

Cambio a monoplato - Una serie de catastrófica desdichas

En una entrada anterior, queridos y fieles lectores, introducía el tema de mi cambio a monoplato. En esta segunda entrada (de una serie de tres porque en la próxima compartiré mis valoraciones sobre el terreno) voy a explicaros todo lo acontecido durante el proceso de sustitución de mi sistema de doble plato, con el que yo era tan feliz, por el plato simple y todas las peripecias y maldiciones de las que, sin duda, he sido víctima. A la hora de escribir estas líneas, viernes 29 de enero por la tarde, he recuperado la compostura, perdida entre el miércoles y viernes por la mañana por la sucesión de desastres mecánicos que sin más preámbulos comenzaré a contaros ahora mismo.   

Comenzaré diciendo que yo me tenía por un mecánico razonablemente bueno. Al menos, nivel usuario avanzado. Pues toda mi experiencia, que son años trasteando con bicicletas, se han ido a la mieeeeeeerda esta semana.

Lo primero, lógicamente, es desmontar los componentes de doble plato. De manera que comienzo con el casete. Me costó un huevo y medio. No quería salir. Estaba como gripado al núcleo y tuve que echar aceite (con cuidado y talento para no manchar el disco) y hacer palanca con cuidadito y un buen destornillador. Salió, pero me hizo sudar.

A medida que iba quitando componentes iba pesándolos para poder documentar al final del proceso el ahorro de peso.

Seguro que ya lo sabéis pero para quitar un casete se suelen necesitar dos herramientas: una estriada para desenroscar la tapa y una que es una palanca con un par de trozos de cadena para fijar el casete y que no gire, ya que la tapa es una tuerca que se afloja en el mismo sentido de giro del casete. No he documentado este paso porque seguro que en entradas de la prehistoria de este mismo blog hay fotos y explicaciones precisas y (bastante) profesionales.

De momento vamos bien. Sigamos ahora con los platos. Atentos, que empiezan las torpezas. En un primer intento trato de evitar sacar las bielas desatornillando los platos y sacándolos por la biela. No puedo porque el primero no sale por poco. Pero no se me ocurre pensar que el pequeño, de 24t no iba a salir ni de coña: raciocinio humano 1 - Moisés 0. 

De manera que saco las bielas y con comodidad desatornillo los platos quitando los tornillos de serie de las bielas XT: de aluminio y con cabeza torx.

Platos fuera.

Y los pesamos, naturalmente.

Bueno... intentar sacar los platos sin desmontar las bielas ha sido una torpeza, pero tampoco hay que volverse loco. Los platos están fuera y el monoplato presentado. Pero antes de montarlo, lo peso. Se trata de un plato ovalado de 32t sin offset de Aliexpress comprado por cuatro duros. Esto es, lo de no tener offset, que es plano y no ayuda a centrar la cadena en el caso de montarlo en unas bielas de doble plato como voy a hacer yo. De haberlo tenido en cuenta, lo hubiera comprado con medio centímetro de offset para que la cadena fuera menos cruzada en la corona grande (Capitán A posteriori),.

Atención, que empiezan las curvas. No es la primera vez que pierdo un tornillo de plato por no apretarlo en condiciones y por lo tanto tengo especial cuidado en dejar el monoplato fírmemente fijado a las bielas. Estas no tienen rosca de manera que por la parte de atrás, no se ve, van las tuercas con una muesca, una ranura, para sujetar la tuerca mientras apretamos el tornillo y evitar que ambos giren y conseguir el apriete.

Pues no tenía los santos cojones de apretar bien los tornillos. Esto, que es de primero de mecánica de bicis y he hecho dos millones de veces, simplemente "no me salía". Así que como hoy en día hay herramientas para todo y Amazon te lo pone en casa de un día para otro, me compré, flipa, la herramienta de Shimano específica para sujetar esas tuercas con ranura. 

Foto de Amazon para uso y disfrute del lector 

Así que dejé la tarea de apretar el plato a medias hasta recibir la llave y me puse a montar el prolongador de la patilla del cambio que venía con el casete. Siendo este de 50t, iba a necesitarlo.


Pues el tornillo que unía el prolongador a la patilla del cuadro era de aluminio... y primero lo pasé de rosca y luego acabé de joderlo. Yo compro mucho en Aliexpress y la mayoría de las veces con acierto pero creo que el "putas mierdas chinas" en este caso se escuchó en Wisconsin. 


Nada que un minuto en Amazon no solucione. Al día siguiente tendré un prolongador nuevo en casa por 7 €. Se me estaba complicando la cosa, no te voy a decir que no... pero ahora sí que hay que agarrarse, que viene la parte del casete nuevo. Se trata, una vez más, de una adquisición de Aliexpress. 

Foto del anuncio de Aliexpress

Por poco más de 70€ un casete 11-50 con un buen peso... no me pareció mala compra.


Al tratar de apretar el cierre del casete, no cogía rosca. Y cuando la cogía, entraba torcida. Pude estar cerca de una hora con los ojos inyectados en sangre tratando de poner la rosca derechita hasta que se me hinchó tanto la vena que la metí torcida hasta el corvejón. Podríamos hacerlo pasar como un caso de locura transitoria. Y me acosté. No quise seguir porque sin duda no estaba siendo mi día.


Tuve pesadillas con núcleos de la marca Miche, con chinos y con roscas trasroscadas. A la tarde del día siguiente me fijé en que, al haber metido el cierre del casete trasroscado, las coronas más pequeñas hacían un ocho al girar así que decidí tragarme mi orgullo de mecánico aficionado y recurrir a la ayuda de un profesional. Me llevé la bici al taller aprovechando que tenía que ir para comprar una cadena 10v, que la que tenía puesta no era lo suficientemente larga para llegar a la corona grande de 50t.

El mecánico desmontó el núcleo de la rueda (yo no tuve ni talento ni paciencia ni ganas para hacerlo) y... ¿A qué no sabéis qué pasó? un tornillo, el que hace de prisionero del casquillo del lado del disco, un tornillo con cabeza allen de 2 mm que yo había estado manipulando estaba con la cabeza redondeada. Apuntad otro en mi cuenta, suma y sigue. Sujetó el núcleo en un tornillo de banco y con grasa, una herramienta de cierre de casete profesional y un cierre de acero pudo rehacer la rosca. Ole. Parece que la cosa empezaba a mejorar. Pero me dijeron que los rodamientos del núcleo y de la rueda estaban hechos una mierda. Y es verdad que girando el eje a mano se notaba mucha fricción así que aprovechando que estaba desmontado dejé la rueda allí para que le cambiaran los rodamientos.

Esa noche dormí un poco más tranquilo.

Al día siguiente fui a por ella y como ya no me fío de mis capacidades cognitivas llevé el casete para que de paso me lo montaran. Y como un niño con zapatos nuevos me volví a casa dispuesto a terminar la operación de cambio a monoplato, que me cago en cuando se me ocurrió la idea con lo bien que me iba a mi el doble plato. ¡Maldito postureo!  

Antes de montar la rueda en la bici me puse a apretar los tornillos del plato, que recordaréis que es una cosa que tenía pendiente. Como ya había recibido la maravillosa herramienta Shimano ya podía fijar las tuercas y apretar los tornillos. ¿Y sabéis qué pasó? ¡Que pasé de rosca dos de los cuatro tornillos! 


¿Qué me estaba pasando? ¡Me estaba idiotizando por momentos! Menos mal que soy de guardar las cosas y encontré una bolsita con un montón de tornillos de plato. Cogí cuatro de los buenos, de acero, de los que se aprietan con una allen y sus correspondientes tuercas que también se sujetan con una llave allen (un poquito más grande) en vez de tener la maldita ranurita (de los cojones). Al menos pude solucionar ese problema. Esos tornillos ya están bien apretados y no se moverán.

Pero cuando quise montar la rueda en la bici... no entraba. Ni de coña entraba. Con dos lágrimas cayéndome de los ojos como dos fundas de violín llamé al taller y como quedaban 20 minutillos para que cerraran me dio tiempo de acercarme corriendo con la bici a medio montar metida en el maletero del coche. Al llegar, lo primero que hizo el mecánico fue separar las pastillas de freno y meter la rueda con "relativa" facilidad. La cara de gilipollas que se me puso tendría que ser para verla. Seguramente apreté (o alguien en mi casa) sin querer la palanca de freno y al estar la rueda en el taller las pastillas se juntaron y en mi escalada de desesperación mecánica no me dio el conocimiento como para pensar en que la rueda no podía entrar por eso. Raciocinio humano 2 - Moisés 0.

Pero no... ya de vuelta en casa y tras meter la rueda no era capaz de ajustar el freno sin que rozara con la pastilla del interior, aún teniendo la pinza desplazada todo lo posible hacia dentro. Eso era cosa de la operación de mantenimiento del núcleo, que no había quedado como debería. Así que decidí ir por tercera vez al taller al día siguiente y dedicarme a tratar de ajustar el cambio, ya que había recibido el prolongador de la patilla de recambio (recodad que había jodido la rosca, qué raro en mi...). 


No lo conseguí a la primera. Primero hasta que "descubrí" que los platos ovalados como el que yo había montado no se llevan bien con el sistema Shadow Plus de Shimano. Desactivando este pude mínimamente conseguir que la cadena pasara por todas las coronas pero le costaba mucho, muchísimo, bajar a la más pequeña. Así que tocando también un poquito el tornillo que aproxima el cambio al casete pude dejarlo medio aceptable. 

Por cierto, que no lo he dicho, quité el resto de componentes de la transmisión 2x10 correspondientes al 2. Adiós al desviador.


Adiós al mando y adiós a cables y fundas.


En mi tercera visita al taller esta vez con la bici completa y el disco trasero rozando, el mecánico revisó el buje y se dio cuenta de que había montado un casquillo mal. Al colocarlo bien la rueda ha entrado en su alojamiento como si nada y el freno ha podido ajustarse a la perfección. ¡¡¡Bien!!! 

Y ya que estábamos allí se ha enrollado y me ha ajustado el cambio. Yo no creo que hayáis tenido paciencia como para seguir leyendo hasta aquí, pero realmente lo que viene es muy interesante. Ha mandado a tomar por culo el prolongador, que además no había forma de dejarlo bien sujeto contra la patilla por la forma de ambos. 

El prolongador era una fuente infinita de problemas en potencia

Ha sustituido el tornillo de separación del cambio por otro mucho más largo (de unos 2 cm) y con esto y su talento ha conseguido ajustar el cambio bastante, bastante bien. 


Solo he podido probar la bici un poco por la calle, pero me ha dado muy buena impresión. Con la corona de 50 podéis ver que prácticamente la roldana superior roza... tengo que probar en una cuesta en condiciones qué tal se siente.



Menuda odisea mecánica mi paso a monoplato. Espero que haya merecido la pena. A ver si con suerte este fin de semana puedo probar la bici y escribir la tercera entrada con mis valoraciones. Permaneced atentos a vuestras pantallas.

Ah, por cierto, el ahorro de peso ha rondado los 300 gramos. No es la repera, pero todo ayuda.

jueves, 21 de enero de 2021

Riñoneras para MTB ¿Me cabrá todo lo que quiero llevar?

Hacía meses que venía barruntando la idea de hacerme con una riñonera para sustituir a la mochila a la hora de llevar herramientas y avíos en mis rutas con la bicicleta de montaña, pero no acababa de lanzarme. 

Cuando vi a Raúl utilizar una y hablar maravillas, especialmente porque le ayudaban a mitigar los dolores en el cuello que viene sufriendo tras varias horas de ruta con mochila, me decidí a probar. Pero por si acaso no me convencía el invento recurrí a la opción china para gastar poco dinero y compré este modelo:

A la venta en Aliexpress por cuatro perras

Naturalmente los tirantes los he desechado porque una cosa es ir moderno y otra cosa parecer gilipollas, no mezclemos. 

Cuando he recibido la riñonera, un mes y una semana después (como es preceptivo al comprar al gigante asiático) la primera impresión ha sido buena. Tiene un tamaño adecuado, un acolchado adecuado y en general unos acabados razonablemente buenos. No parece que se vaya a romper son solo mirarla, si bien algunas partes podrían estar mejor acabadas. El tiempo dirá si las cremalleras, que no son selladas aunque en las especificaciones se diga que el material es impermeable, resisten o si por contra se acaban rompiendo. 

Lo que sí me ha llamado la atención enormemente es la gran capacidad de carga que tiene. No se especifica la capacidad, según mis cálculos basados en las medidas ronda los 6 litros. Este modelo no viene preparado para ser utilizado con vejiga de agua. No me preocupa porque siempre uso bidón y rara vez recurro a llevar agua en la espalda, solo cuando la ruta es larga y sin fuentes donde abastecerse. 

El número de compartimentos no es excesivo, pero sí suficiente. Tiene huecos a ambos lados para llevar sendas botellas de agua o bidones adicionales. Dudo que los use. Dos bolsillos frontales para las cosas de tener a mano, dos bolsillos laterales al comienzo de las correas que quedarán a ambos lados de la cadera y un bolsillo central enorme desde el que se accede a un bolsillo interior que se cierra con otra cremallera para guardar los objetos que queremos mantener más protegidos. 

En fin, como no se trata de hacer una review profunda de un modelo de riñonera en concreto, no voy a seguir describiéndola porque el propósito de esta entrada (y de una futura en la que expondré mis impresiones tras usar la riñonera en una ruta) es explicaros, queridos lectores, de primera mano si merece la pena desechar la mochila en favor de la riñonera. Así que vamos al grano. Lo primero será ver si me caben todas las cosas que suelo llevar en ruta:


  • Mini-bomba con un manómetro que no vale ni para tomar por culo.
  • Chubasquero que ocupa poco, pesa poco y en más de una ocasión me ha salvado de llegar a casa mojado hasta las trancas.
  • Unas cuantas monedas. Herencia de cuando las llevábamos para llamar por teléfono desde una cabina en caso de urgencia. Ahora las llevo para tomar una cerveza en caso de urgencia.
  • Antirrobo. Es básico, seguro que se abre con mirarlo... pero me da seguridad llevarlo por si tengo que dejar la bici momentáneamente para entrar a comprar algo a una tienda, por ejemplo. 
  • Un gel y una barrita. Suelo llevar más de una unidad de cada, de hecho.
  • Bolsa con herramientas. Llevo desde una rulina del cambio hasta un tornillo de las calas pasando por una patilla de cambio de recambio. Llamadme exagerado, pero si llevo estos recambios es porque en alguna ocasión me han hecho falta en ruta (a mi o a compañeros de ruta). No faltan, claro está, bridas, herramientas para reparar tubeless, bomba de C02... vamos, el taller en ruta.
  • Multiherramienta Topeak Allien II, la madre de las multiherramientas. Solo le falta la fresadora y la sierra de calar. Lo malo es que pesa un huevo y medio.
  • Cámara de recambio, por si la cosa se pone muy mala a la hora de reparar el tubeless.
  • Paquete de clínex, por si nos entra un apretón, que nunca se sabe. 
Pues todas estas cosas han entrado DE SOBRA en la riñonera, para mi sorpresa y regocijo. 

Ahora bien, vamos a evaluar el peso. La mochila que uso habitualmente, una Deuter muy maja que los amigos me regalaron hace varios siglos, pesa 670 gramos. La riñonera, 360 gramos. Prácticamente la mitad. Eso es bueno. Pero mi gran duda es que la riñonera cargada pesa 1,65 kilos. Entiendo que si hay riñoneras para ciclismo de montaña preparadas para llevar agua, llevar 1,65 kilos en la cintura no es ninguna locura, pero me he colocado la riñonera "para probar" y se me ha hecho un poco raro, acostumbrado como estoy a llevar ese peso (un poco más) en la espalda.

¿Molestará a la hora de moverse encima de la bici?

¿Me producirá dolores tras varias horas de ruta?

Soy un mar de dudas. A ver si este fin de semana la lluvia, la nieve, los temporales y los extraterrestres nos dan una tregua y puedo por fin salir a dar una vuelta en bicicleta, estreno la riñonera y os cuento mis impresiones de primera mano.

¡Permaneced atentos a vuestras pantallas!

miércoles, 20 de enero de 2021

¿Segunda bici para segunda residencia? Pros, contras y divagaciones.

Charloteando un día tonto en el grupo de whatsApp de Perdedores BTT surgió (milagrosamente) un tema lo suficientemente interesante como para desarrollarlo en una entrada de este blog: ¿Es mejor tener una segunda bici en la segunda residencia o es mejor llevarse la bici "titular" allá donde vayamos? Vamos a analizar las ventajas y los inconvenientes de ambas opciones.  

Quien más, quien menos tenemos acceso a una casita en el pueblo o a un apartamento en la costa para poder disfrutar de unos días libres de vacaciones con cierta recurrencia. Además, como nos gusta montar en bici, no es de extrañar que se nos pase por la cabeza disfrutar de alguna que otra ruta por los alrededores de esta segunda residencia. 

Elegir entre transportar nuestra bicicleta "titular" o contar con otra bicicleta en nuestra localidad de destino es una decisión, creo yo, bastante ligada a la forma de ser de cada uno. Yo, por ejemplo, prefiero evitar transportar la bicicleta y tengo sendas bicis en las dos  casas a las que acudo frecuentemente cuando tengo unos días libres. Pero entiendo que os pueda surgir la duda y como el objetivo principal de este blog es la labor social vamos a tratar de ayudaros, confundidos e indecisos lectores, a tomar la mejor decisión en base a vuestra forma de ser y a vuestras necesidades personales.

Repito que estas valoraciones son de naturaleza 100% subjetivas y que al final cada cual le da el peso que considera a cada uno de los factores, así que entendamos estas reflexiones, simplemente, como aspectos a tener en cuenta. 

  • Las cosas del transporte

Vamos a partir de la base de que a esta segunda residencia vamos a ir varias veces al año. De otra forma la decisión parecería clara a favor de llevar nuestra bici habitual evitando tener una segunda. Siendo que transportar la bicicleta se va a convertir en una actividad recurrente tendremos que tener en cuenta cómo efectuamos este transporte. 

Evidentemente cumpliremos con las normas de seguridad de tráfico y de sentido común así que no llevaremos la bici malamente dentro del coche, lo que deriva en la necesidad de adquirir un portabicicletas del tipo que sea: de techo, de portón o de bola... y almacenarlo en casa cuando no lo usemos. Ojo con esto que parece una tontada pero menudos quebraderos de cabeza puede ocasionarnos el mamotreto del portabicicletas de bola si vivimos en un piso sin trastero. 

En mi Dacia Logan Break íbamos 3 bicis y 3 ciclistas quitando solo las ruedas delanteras

Una desventaja de transportar una bicicleta durante un viaje largo es que si paramos a comer o a tomar un café no podemos despistarnos y dejar la bici montada en el portabicicletas por muy bueno que sea el sistema antirrobo que tengamos. Yo me pensaría mucho dejar mi bici "de cabecera" en el aparcamiento de un restaurante de carretera durante la hora de la comida sin tenerla a la vista. No solo por el valor económico en caso de robo, sino por el disgustazo de perder uno de los objetos que mas satisfacciones me proporciona, que he comprado y customizado a mi gusto durante años y con la que me encuentro 100% en sintonía.    

El incremento en el consumo de combustible si usamos un portabicicletas de techo es un factor menor, pero a tener en cuenta. Cuidado también, si usamos este tipo de portabicicletas, a la hora de pasar por puertas de aparcamientos subterráneos o a la hora de aparcar el coche a la sombra en los típicos aparcamientos de las áreas de descanso con restauración. Y si el portabicicletas es de bola habrá que tener cuidado con maniobrar marcha atrás y a la hora de aparcar en batería en calles estrechas porque el portabicicletas puede sobresalir más de la cuenta.

Sí, la foto es una mierda. El Bombi se ha currado un sistema muy original para transportar la bici con seguridad dentro del coche.

Adquirir un portabicicletas para nuestros desplazamientos con bicicleta a la segunda residencia nos abre un abanico de posibilidades. Tiene el efecto secundario de facilitarnos la vida a la hora de transportar la bici o las bicis de la familia en cualquier circunstancia. Para un fin de semana a una casa rural, para una excursión de un día cerca de nuestra residencia.

  • El mantenimiento

Si somos personas decentes de las que se visten por los pies tendremos nuestras bicicletas razonablemente bien mantenidas. Dedicamos tiempo a lavarlas, lubricarlas, renovar el líquido de las ruedas... hacerles el mantenimiento requerido a fin de cuentas. Lo haremos nosotros mismos (yo lo considero una parte "disfrutable" de este deporte) o encargaremos estas tareas a un taller, pero raramente tendemos la bicicleta "titular" en mal estado.

En cambio, si hablamos de la bicicleta de la casa del pueblo puede pasar que cuando vayamos a echarle mano no esté en condiciones. Las ruedas, casi seguro, habrán perdido la presión, pero esto es fácil de solucionar. Más complicado será si tenemos que meterle presión a horquillas o amortiguadores porque estaremos obligados a transportar la bomba de alta presión o a adquirir una segunda bomba para la casa del pueblo. Esto mismo pasará con el resto de herramientas. Si tenemos una segunda bicicleta para evitar transportar nuestra montura habitual nos generamos la necesidad de procurarnos un set de herramientas de mantenimiento.

Mini-Kit para llevar en la mochila. La bomba es muy bonita pero no es muy operativa que digamos...

También puede suceder que en nuestros desplazamientos, si tenemos otros compromisos, no tengamos tiempo para dedicarlo al mantenimiento. Y si tenemos que acudir a un taller puede pasar que si estamos en un entorno rural las opciones escaseen. Por ejemplo, en Conquista (Córdoba), donde mi familia tiene una casa, no hay ni tienda ni taller. El más cercano está en Villanueva de Córdoba, a apenas 16 kilómetros... pero si voy al pueblo por 4 días, generalmente dos de ellos es fin de semana y tengo que llevar la bici al taller difícilmente podré recogerla un lunes o un martes. De manera que si tenemos una segunda bicicleta y esta requiere de mantenimiento, o bien lo hacemos nosotros o bien nos la tendremos que traer a nuestra residencia habitual (la bici o la pieza necesitada de mantenimiento, como puede ser el caso de la horquilla) si acaso tenemos que llevarla al taller.  

  • El aspecto económico

Mientras que transportar nuestra bici prácticamente solo nos genera el coste asociado al leve incremento en el consumo de combustible (despreciable a lo largo del año) y la adquisición, si acaso no lo tenemos ya, de un portabicicletas adecuado, contar con una segunda máquina conlleva duplicar el coste de bicicleta y equipación... O tal vez no tanto, como veremos en los siguientes puntos. Pero en cualquier caso no sería lógico evitar transportar la bicicleta pero sí transportar casco, gafas, ropa, etc. 

De manera que lo más lógico, si hemos decidido hacernos con una segunda bicicleta, es hacernos con una segunda equipación. Sumando, tenemos el coste de la bici, el coste de las herramientas necesarias para un mantenimiento mínimo y el coste del equipamiento incluyendo ropa, protecciones (casco, guantes, gafas...) y, por supuesto, kit de herramientas para la ruta, como multiherramienta y kit de reparación tubeless o parches y cámara de recambio.  

Ojo, que todo lo que te ahorres en chismes de bicis te lo puedes gastar en cervezas.

A fin de cuentas, este parece uno de los aspectos más indiscutibles: Sale sin duda mucho más barato transportar nuestra bicicleta (a no ser que nos la roben en el aparcamiento del restaurante de carretera).

  • ¿Qué pasa con el resto del equipo?

Como hemos dicho en el punto anterior, si transportamos nuestra bicicleta también tendremos que transportar el resto de la equipación. Sería raro que pensáramos en llevar la bici a cuestas pero evitar mover la equipación disponiendo de una segunda en nuestra casa de descanso. Y si los Perdedores somos algo, eso es coherentes. 

Yendo un punto más allá, si a la segunda vivienda solo vamos en verano servirá con tener una equipación ligera que podemos incluso lavar a diario porque se secará de un día para otro. Pero si a la casa de vacaciones vamos durante todo el año con intención de disfrutar del ciclismo de montaña tendemos que disponer de equipación de invierno y equipación de verano. Esto supone muchas cosas: maillots largos y cortos, chaqueta, cortavientos, culottes largos y cortos, guantes de invierno y de verano, bragas para el cuello, impermeable, zapatillas, cubrebotas... 

Es 100% lógico no duplicar equipamiento tecnológico de elevado coste como un GPS o una GoPro. Estos dispositivos, además, ocupan poco en nuestro equipaje y sería de tontos (o de gente con mucho dinero) tener un GPS en cada casa... a no ser que en la segunda vivienda tengamos el que hemos "desechado" de la primera, como veremos en el siguiente punto.

Por contra, si decidimos transportar todos los "avíos" junto a la bici tendremos que contar con un "bulto" mas en nuestro equipaje.  

Ciclista estándar de viaje a su segunda residencia

  • La calidad del banquillo

Este es uno de los puntos más interesantes que debemos discutir. ¿Vamos a tener en nuestra segunda residencia una bici (y un equipamiento y toda la vaina que ya hemos comentado en puntos anteriores) equivalente en precio/calidad/prestaciones a la de la vivienda habitual? 

Si tenemos el dinero por castigo seguramente sí... Pero los Perdedores somos pobres como ratas (o al menos tenemos mentalidad de pobre) de manera que si nuestra opción es adquirir una segunda bicicleta para la segunda vivienda evaluamos con mucho detenimiento qué uso le vamos a dar y con qué frecuencia (importantísimo). Me pongo de ejemplo. A Conquista voy cuatro o cinco veces al año. Allí he tenido diferentes bicicletas pero nunca una demasiado cara. La primera que tuve fue una BH Top Line que compré expresamente para llevarla allí. 75€ me costó de segunda mano en el año 2003, si no recuerdo mal. También tuve una Ridley de ciclocross modificada para hacerla más versátil y finalmente una Kona Explosif de 1994 actualizada para hacerla más cómoda. Ninguna de estas bicicletas tiene gran valor económico pero son (o han sido) suficientes como para darme muchas satisfacciones en mis rutas cordobesas. 

Si encontráis el punto de enfoque, decídmelo porque yo no he sido capaz

Cerca de Las Navas del Marqués tengo una casa. Antes iba cada fin de semana y por lo tanto tenía allí la bici "buena". Al dejar de ir con tanta frecuencia la bicicleta que tengo allí es la ex-titular, por decirlo de alguna forma. Una 26" de aluminio bastante ligera y plenamente funcional. Miguel ha hecho lo mismo este verano y ha disfrutado de rutazas de auténtico ciclismo de montaña en Galicia con su Corratec, una bici que ya tenía prácticamente acumulando polvo tras haberse comprado primero la Alma y luego la Oiz. Y es que es perfectamente entendible que las bicicletas o equipación/accesorios que vamos a utilizar en nuestra segunda residencia sean los que vamos retirando del uso de la vivienda habitual. Si compramos una chaqueta nueva, llevamos la vieja a la segunda residencia para seguir dándole uso, por ejemplo,

Y si necesitamos algo para este uso esporádico es también bastante razonable acudir a Aliexpress o a la excelente relación calidad-precio de Decathlón para cubrir nuestra necesidad con garantías (al menos si vamos a Decathlón) sin hacer un gran desembolso. 

  • Los intangibles

No podemos dejar de evaluar los factores intangibles. Uno de ellos es la nostalgia. Os he comentado que en Conquista uso una Kona Explosif.  De lo primero que hago cuando llego a esa casa es ir a verla, solo por mirarla. Se me pone la sonrisa en la boca . Y lo mismo me pasa cuando me pongo el típico maillot viejo que he retirado del cajón de la ropa de la bici de Madrid. Y no te digo nada cuando cojo la mochila Rockrider, la primera mochila para ciclismo que tuve. Ese tipo de cosas tan personales cuentan mucho para mí. Al menos con esta bici, con otras no tengo tanto apego, eso está claro, y renunciaría a ellas sin dudarlo. Hace tiempo que superé el famoso síndrome de Biciógenes. 

¿Habéis vuelto a utilizar una bicicleta rígida de aluminio de 26" tras años de usar una doble de carbono de 29"? Yo, sin duda, no volvería a la bicicleta antigua pero este verano he tenido ocasión de utilizar con frecuencia mi querida RCZ y me ha encantado. 

En ocasiones puede suceder que llevemos la bici a cuestas y un imprevisto nos impida disfrutar de la ruta que teníamos planeada... y acabemos habiendo transportado la bicicleta y la equipación en balde. Si tenemos una bicicleta en nuestro destino parece que nos ahorramos este mal trago.  

¿Se os ocurren más factores a favor o en contra que no hayamos tenido en cuenta? Dejadlo en comentarios, dadle a "like" y suscribiros... ¡Ah, que esto no es aquí!

martes, 19 de enero de 2021

Cambio a monoplato - La teoría.

Queridos y fieles lectores, ya he demorado bastante el momento de pasar mi bicicleta a monoplato. Desde el mismo día que la compré tengo en mente cambiar el doble plato por un monoplato pero siendo que con las 20 velocidades me he encontrado tan a gusto... he ido haciendo pereza. Hasta que los Perdedores fuimos al Parque de los Cerros de Alcalá, en noviembre. 

En esas terribles cuestas encontré, una vez mas, mis límites. Siendo en los ascensos donde más sufro cualquier ayuda será bienvenida y el cambio a monoplato me aportará un desarrollo menor para subir paredones y un ligero ahorro de peso, que siempre es bienvenido.

Vamos a teorizar un poco, pero solo un poco, sobre los desarrollos. Tengamos presente la siguiente fórmula:

Desarrollo= (Dientes plato/Dientes piñón) X Circunferencia de la rueda

Que nos devolverá la distancia que nuestra bici recorrerá con cada pedalada. 

Para calcular la circunferencia de la rueda podemos medir haciendo avanzar la bici una vuelta completa de rueda o aplicar la fórmula 2πr siendo r el radio de la rueda. El valor del radio depende del tamaño de la cubierta que tengamos, claro. En mi caso, para una cubierta de 2,1" en una rueda de 29" el radio mide 0,363m, de manera que la longitud de la circunferencia resultante es 2,280m. Esto quiere decir, que con cada vuelta que dé la rueda mi bici avanzará 2,280 metros.  

 Con esto en mente vamos a calcular mi desarrollo máximo y mínimo actual en la configuración 2x10:

  • Mínimo = (24/36) x 2,280 = 1,520 metros
  • Máximo = (38/11) x 2,280 = 7,879 metros
Y lo mismo, para mi futura configuración 1x10 con plato 32t y casete 11-50:

  • Mínimo = (32/50) x 2,280 = 1,459 metros
  • Máximo = (32/11) x 2,280 = 6,635 metros

Hay algunas webs que facilitan mucho el cálculo de desarrollos, como esta.


Ahora vamos a interpretar estos datos. Es evidente que perderé "velocidad punta". de avanzar 7,8m por pedalada a avanzar 6,6m hay una diferencia significativa, pero no me importa. Ir rapidísimo nunca ha sido mi prioridad. 

En cambio con la nueva configuración avanzaré menos con cada pedalada con el desarrollo mínimo. Esto parece contradictorio pero la lectura que hay que hacer es que tendré que hacer menos fuerza para avanzar lo mismo a costa de dar una pedalada y un poquito más. Es como si el molinillo lo fuera más. 

De manera que la teoría soporta mi decisión de cambiar a monoplato para sufrir menos en las cuestas duras. Como detonante del cambio también hay un grandísimo porcentaje de postureo, no voy a negarlo, claro.

En una entrada futura detallaré el proceso mecánico del cambio. ¡Permaneced atentos a vuestras pantallas!  

lunes, 18 de enero de 2021

Vídeo oficial de la Clásica de las Porras 2020

Parece que 2021 ha empezado rarete y con la fuerte nevada que ha dejado Filomena no es prudente salir a montar en bicicleta. Así que nos conformamos reviviendo momentos pasados, como ha hecho el primo Christian con este vídeo recordatorio de la última edición de la Clásica de las Porras de Olmeda celebrada el 31 de diciembre de 2020. Ahí es lo dejo.


Este año las porras con chocolate no pudieron ser, así que el avituallamiento consistió en sendos bollos con una pinta tremenda. El chocolate no se perdonó, eso sí, que una bebida caliente sienta muy bien un 31 de diciembre.

¡Esperamos con ilusión poder reportar la próxima edición de la clásica de las porras que ya será la sexta! 

lunes, 4 de enero de 2021

Arreglando sistema Shadow de Shimano

La primera entrada del año es un truco de mecánica que el primo Christian quiere compartir porque pensamos que nos salvará de sustituir el cambio de nuestra bicicleta si acaso este cuenta con el sistema Shadow de Shimano. Esta es una historia basada en hechos reales si bien cualquier coincidencia con personas o lugares reales es mera casualidad. Igualmente los nombres son ficticios y las voces que pueden oírse en los vídeos están distorsionadas para preservar la identidad de los narradores.

"La semana pasada Jorge salía a dar unos pedales rápidos en solitario y estando a una distancia considerable de casa tuvo de pronto un problema con el cambio.

El tensor no le recuperaba, se quedaba en una posición adelantada y la cadena “fofa”.


Pudo regresar a casa pedaleando aunque de manera incomoda.

A priori cuando me llamo pensé que lo mismo el muelle estaría partido. Me mire algún video de forma rápida en youtube de los cambio Shadow porque la verdad nunca he tenido este problema en mis bicis.

Hay algunos videos que explican el sistema y su mantenimiento como estos:

Vídeo publicado por Biking Point - Tienda de Bicicletas

Vídeo compartido por Iñaki Prieto

Pero al desmontar la tapa del Shadow, que va con tres tornillos Allen, no parecía que fuese ese el problema.

Además Jorge hacia tiempo me había comentado que no le hacía efecto la palanca de bloqueo que llevan estos cambios.

Desmonte el cambio entero y me lie a desguazarlo. El bloqueo no le funcionaba porque sencillamente el tornillo eje pasante no estaba apretado del todo seguramente este tiempo de atrás y lo que giraba no era el eje sino la rosca y el tornillo de la pletina de las roldanas. En un momento puntual se apretado el tornillo al extender el tensor y ahí se ha quedado ya que el eje estaba gripado. En la siguiente imagen se puede observar la suciedad incrustada tanto en eje como en el orificio de la caja del tensor del cambio:


Esto lo explico en el siguiente video, falta algo de luz y mejor enfoque pero surgió de pronto el grabarlo y así quedo:


El rodamiento del shadow no lo conocía, existen rodamientos de sentido único para ciertas aplicaciones, una de ellas esta del cambio."

¡Gracias, Christian, por compartir este truco de mantenimiento/reparación con los perdedores!