Recuerdo como si fuera ayer cuando fuimos a comprarla a Talavera de la Reina Juancar, Jaime, Miguel y yo. Menuda bici, de las que se queda uno mirando pasar. Sirvió para que Miguel se reenganchara a este deporte y sigue siendo una bicicleta perfectamente válida para disfutar en el monte. Veamos cómo, Miguel nos lo cuenta.
Sentarse, que esta es buena:
"Queridos perdedores, el año pasado me traje mi querida Corratec a Galicia dejando la Orbea Alma y la Oiz en Madrid para hacer hueco en el trastero y poder aprovechar alguna salidilla por estos verdes parajes. No pude finalmente salir con ella así que me propuse este año hacer alguna salida y tomar contacto con la península del Morrazo que es donde mis padres tienen la casa de veraneo.
Bueno, vamos a la ruta que nos ocupa que es la segunda:
Quería investigar la zona del Lago de Castiñeiras en
el parque de Cotorredondo, una zona muy típica por aquí en torno a un lago en
un enclave de cuento muy querido por ciclistas, senderistas y gente que va a
pasear o hacer picnic.
Estuve
mirando varias rutas, mezclando tramos pero basándome esencialmente en una ruta
que me llamó mucho la atención por tener pinta de haber sido hecha por “fuckers
de zona que se las saben todas”.
La
ruta comienza en subida constante pasando por unos molinos de agua restaurados
en una zona muy bonita. En el Morrazo hay muchos molinos de este estilo en
mejor o peor estado de conservación que merece mucho la pena visitar.
Continua en campo abierto (en subida) y enlaza con un bosque
en el cual se oyen unos disparos. Me extraña un poco, primero porque no indica
por ningún sitio que me estoy adentrando en un coto de caza y segundo porque
por el tipo y la cadencia de las detonaciones no parecen provenir de escopetas
de caza sino de algo semiautomático. Finalmente lo achaqué a “cosas de
gallegos” y proseguí la marcha.
Utilizando toda mi pericia a lo Sherlock Holmes, até cabos y
asocié los disparos de las armas semiautomáticas con algún tipo de maniobras
del ejército. Vi que la ruta no tenía caminos alternativos, los disparos se
oían muy lejos ya así que decidí hacerme el político corrupto en un juicio (no
sé, no me consta , no lo vi, soy tonto y ciego) y proseguí por el camino.
Pasé cerca de unos edificios muy majos para echarse unas
partidas al Counter Strike en el mundo real y ya me estaba empezando la voz de
Pepito Grillo a molestar por lo bajo “dónde te estás metiendo…”. La pista
seguía subiendo y de repente empieza a girar hacia el sonido de los disparos.
Los disparos cada vez eran más cercanos y potentes. No tenía mucho miedo a que me fuesen a pegar
un tiro porque estaba por una pista claramente visible. Lo único que deseaba es
que un posible hijo secreto entre Paquirrín y Belén Esteban no fuese militar y
estuviese de prácticas ese día en la zona si no podía darme por muerto.
Seguía avanzando y la pista se empeñaba en llevarme hacia
los disparos, crucé una puerta que cercaba el camino y me topé con un camión
del ejército de la Cruz Roja con el motor encendido, al menos para apañarme un
disparo la ayuda me quedaba cerca.
Lo que más me preocupaba era encontrármelos por el camino y
que me dijesen “A ver, tragaldabas, ¿Qué cojones haces aquí? ¿No has visto el
cartel gigante y estás sordo?” y yo tener que ponerme en plan Rey Emérito con
voz monguer “Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir..” y tener que
darme media vuelta como un loser.
Finalmente la ruta giró alejándose de la zona de prácticas y
terminé cruzando una valla que tenía pinta de delimitar el fin de la zona de
maniobras así que me alegré de poder continuar con la ruta y no tener que salir
mi padres en Sálvame en plan “Después de la publicidad entrevistamos a los
padres del tragaldabas muerto acribillado por el hijo secreto de Paquirrín y
Belen Esteban “ (música épica del Señor de los Anillos).
La ruta seguía subiendo y subiendo, estaba paladeando ya las
posibles bajadas que tanta subida merecía pensando en trialeras llenas de hadas
de los bosques y nanorobots asistiendo en los saltos, no podía ser menos.
Sendero totalmente visible...
Me tiro por ahí y me empiezo a desollar los brazos y las
piernas. Me huele a que los “fuckers” estos que hicieron la ruta pasaron un par
de veces por allí hace años, vendieron las bicis, montaron un puesto de pulpo a
feira y nunca más volvió pasar nadie por allí.
La bajada contenía algunos centímetros muy disfrutables en
los que podía poner los dos pies sobre los pedales.
43,2
cm mazo guapos
De
pronto llego a un cortafuegos (vuelta a la civilización) y la bajada continúa
por una zona transitada y limpia. Empiezo a coger velocidad, estoy en un punto
muy alto donde se ve la costa a lo lejos, islas, el océano... la cosa empieza a
molar mucho.
Continúo
bajando y disfrutando bastante rato hasta que de repente el sendero desaparece
literalmente en un bosque de moreras asesinas.
Por ahí no puedo continuar sin lanzallamas y he bajado mucho
por un sendero sin escapatorias con lo que tendría que volverme a pata durante
bastante rato empujando la bici. No lo considero como una opción viable.
Me
asomo por un lateral y veo una carretera a unos 15 metros por donde la ruta
vuelve unos 6 km después.
Tanteo
el terreno: helechos de Parque Jurásico que no dejan ver el suelo, arboles
dispersos y alguna morera que otra. Decido adentrarme con la bici a cuestas.
Cuando llevo dos metros dentro de ese infierno me doy cuenta de que haber
subido el sendero a pata quizás hubiese sido mejor opción. No me puedo mover ni
para adelante ni para atrás, no veo donde piso, avanzo muy despacio
destruyéndome las piernas por moreras ocultas entre los helechos (listas hijas
de puta).
La bici se llena de vegetación cada nada así que opto por levantarla
como puedo por encima de mí.
Noto
como a mi paso se mueve la vegetación por animales que se van yendo a mi paso,
al menos se van y no vienen.
La imagen de la carretera como Santo Grial me da
fuerzas para seguir. Avanzo a 2 cm por hora, me siento ridículo ahí en medio.
Empiezo a pensar que quizás haber recibido un disparo y estar en el camión
militar de la cruz Roja con una manta y cuidados no hubiese sido tan mala
salida.
Finalmente llego a la carretera ahí como puedo. Decido
firmemente que le dan bien por culo a los 6 Km de ruta de indiana Jones que
quedan sin descubrir y me engancho a la ruta de vuelta.
La carretera me lleva hasta un sendero y de ahí
empiezo a subir por un cortafuegos. Llego arriba a una zona donde empieza una
bajada que había visto en muchas rutas de Wikiloc.
Una
auténtica pasada absoluta, una bajada muy muy larga con zonas muy variadas y en
buen estado de conservación. Disfruto muchísimo, quizás la mejor bajada que
haya hecho nunca.
La bajada
continúa por zonas que se bifurcan con lo que tengo que ir parando para mirar
el GPS. La próxima vez la haré mas del tirón. Sigo bajando por caminos
pedregosos con la bici temblando a lo loco (Oiz, se te echaba de menos).
Hasta
que al principio de otra bajada oigo un ruido extraño y la bici se empieza a
comportar de una manera que nunca había visto, es hora de parar y mirar:
COJONUDO, me quedan 7 km para llegar al coche y el sol está
empezando a bajar, me veo haciendo un diario para que cuando encuentren mi
esqueleto sepan que la bajada me estaba gustando. Analizo la situación y veo
que tengo 3 posibles salidas:
- Desmontar la cadena y la transmisión e irme encima de la bici empujando con los pies en las rectas como las bicis esas de niños pequeños sin pedales y aprovechar las bajadas.
- Hacerme una especie de fixie de gafafasta de Starbuks cortando la cadena y eligiendo algún desarrollo intermedio que me permita llegar al coche con ciertas garantías.
- Tumbarme con los brazos en cruz sobre el pecho, dos piedras en los ojos y convertirme en compost y alimento para la Madre Tierra.
Tras descartar la 3º opción porque aún no he visto el final
la serie de Netflix que tengo en curso descarto también la segunda por el tiempo que
me llevará medir la cadena, cortar, que si mido mal y se salta de piñón o se
sale del cassette.. problemas no compatibles con la caída inminente del sol. Sé
que a las malas 7 km andando los hago en menos de una hora y que por lo general
lo que queda de ruta no tiene muchas subidas así que opto por lo seguro y me
voy por la primera opción. Llevar mi mochila de Doraemon llena de herramientas
me facilita la tarea. Ando buscando en chainreaction ya “MTB Portable Flamethrower”
y “MTB India Jones Machete ANT+” para completar el Kit de salidas por los
bosques gallegos.
Enrollando
el cable del cambio en el botellero para que no cuelgue
Finalmente, a los 45 minutos y con un alto grado de
hastalapollismo, llego al coche y finalizo la ruta.
Plástico
que lo mismo vale para llevar una bici que 2 cadáveres de forma holgada
Tengo
ganas de volver pero quitando la visita al Área 51 y los senderos de las
civilizaciones Mayas perdidas."
Gracias, Miguel, por compartirlo una vez más. Tus rutas cada vez tienden más a convertirse en auténticas aventuras sobre dos ruedas. Estamos deseando que te vuelvan a pasar cosas raras para que las compartas con nosotros.