Javi es amigo mío de toda la vida y por circunstancias de la vida habíamos perdido el contacto. La bici ha sido un excelente catalizador para volver a unir lazos y me llena de alegría (y sé que a él también) que nos hayamos reencontrado tantísimos años después. Pero tiene un problema: anda demasiado en bici y nos deja en evidencia al resto. No es muy perdedor en ese sentido. Y tampoco se cae...Vamos, que no sabemos qué hacer con él.
¿Quiénes somos?
No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.
lunes, 26 de diciembre de 2022
Perdedores BTT - Balance de 2022
Javi es amigo mío de toda la vida y por circunstancias de la vida habíamos perdido el contacto. La bici ha sido un excelente catalizador para volver a unir lazos y me llena de alegría (y sé que a él también) que nos hayamos reencontrado tantísimos años después. Pero tiene un problema: anda demasiado en bici y nos deja en evidencia al resto. No es muy perdedor en ese sentido. Y tampoco se cae...Vamos, que no sabemos qué hacer con él.
miércoles, 14 de diciembre de 2022
Ciclismo de dehesa cordobesa durante el puente de la Constitución
Siendo que este año los días festivos del día de la Constitución y de la Inmaculada han caído en martes y jueves respectivamente, he cogido de vacaciones lunes, miércoles y viernes para hacer un puente que más bien parece el acueducto de Segovia (ole, ole y ole). Hemos ido a Conquista (como sois lectores habituales de este blog ya sabéis que es el pueblo de mi madre y que está en la provincia de Córdoba) a pasar unos días y entre chaparrón y chaparrón tuve un par de ratos para salir a dar una vueltita en bici.
La idea era hacer una kilometrada medio decente porque se acerca el reto de los 100 kilómetros y, sinceramente, no he entrenado nada de nada de nada (de nada). En Conquista está mi queridísima Kona Explosif. Bueno... eso es mucho decir. De la época solo tiene el cuadro porque se me hacía duro usarla con la potencia larga, el manillar estrecho y la horquilla con poco recorrido propios de la época. Así que la tengo "actualizada". Y me encanta y no me arrepiento, es 100% usable.
Como digo, quería rodar hasta un pueblo colindante, Torrecampo, y volver. En total serían 50 kilómetros por pistas con algo de desnivel, pero suave. Sobre las 9:00 me puse en marcha bien pertrechado para el frío.
La mañana pintaba bien. No hacía nada de viento y a pesar de las lluvias de los días anteriores el suelo no estaba apenas encharcado. Todo lo contrario, permitía rodar con comodidad y con muy buen agarre. Como suele pasar cuando salgo en bici por los alrededores de Conquista es raro que me encuentre con otros ciclistas. Tengo todo el campo para mí solo. Esto tiene sus pros y sus contras. Si acaso tengo un problema mecánico o una caída no me quedaría más remedio que pedir que me vinieran a buscar, nadie podría asistirme. ¡Pero así son las cosas!
El cuentakilómetros de esta bici no tenía pila y cuando llevaba un buen ratazo dando pedales se me ocurrió mirar el reloj (me he comprado un Garmin) para ver cuándos kilómetros llevaba, creyéndome ya cerca de Torrecampo. ¡Una mierda para mí! Llevaba cerca de una hora dando pedales y apenas había recorrido 13 kilómetros. ¡Menuda ruina! Debo de reconocer que me vine un poco abajo. Pero bueno... en estos casos es cuando los ciclistas damos lo mejor de nosotros mismos haciendo de tripas corazón y seguimos avanzando sin más dando una pedalada detrás de otra.
martes, 13 de diciembre de 2022
Nuestro primer "Dream Build" (por Jaime)
- Manillar: Sustituir su manillar de 50 cm de aluminio y 200 gr de peso por uno de aluminio ligero MASSI T6 Ultra de 52 cm y 150 gramos.
- Maneta de cambio: Sustituir puño giratorio Shimano de 8v por Shimano Altus RL-M315 de pulsador, 20 gramos más pesado pero a mi parecer mucho más cómodo.
- Puños: Sustituir puños de goma por espuma.
- Tija: sustituir tija original de aluminio de 20 cm (14 útiles) y 235 gr de peso por una Elita One 27,5 x 350 mm de carbono y 150 gramos.
- Cambio trasero: Sustituir Shimano Altus original de 8v por Shimano XTR RD-M952 con roldana inferior sobredimensionada.
- Cableado: Sustituir fundas y cableado (cambio y frenos) por cables recubiertos de teflón (para conseguir mayor suavidad y deslizamiento por las fundas y que le sea más fácil frenar y cambiar, estamos hablando de un niño de 5 años, toda ayuda es bien recibida).
- Tubelizado de ruedas: Tras desmontar las ruedas para su limpieza pude comprobar que las llantas venían preparadas para tubeless (grata sorpresa) e hice una prueba satisfactoria de tubelizar las cubiertas Schwalbe Black Jack 20x1,90 que trae de serie, así evitamos pinchazos y aligeramos todavía un poco más ganando unos 50 gramos por rueda.
- Cierres de ruedas: Se cambian los originales por unos de aluminio ligero recuperados del trastero.
- El resto de componentes se mantienen los de serie de la bici (potencia de 60 mm, frenos Tektro, bielas de 32 dientes, cadena, cassette SRAM PG-850 8v 11-32, pedales y el sillín que venía con uno BTWIN pesado (275 gr) pero muy cómodo
domingo, 20 de noviembre de 2022
Primera BiciTanza de Perdedores BTT - Éxito total de público y crítica
lunes, 14 de noviembre de 2022
Otoño en bicicleta
El otoño es la mejor época para ir al monte. Lo afirmo rotundamente y quien piense lo contrario o bien no tiene ojos en la cara o bien tiene el alma seca. En verano está todo quemado, todo amarillo. Y hace mucho calor(en general) y en invierno hace mucho frío y están los árboles pelados. Sí, de acuerdo, la primavera está muy bonita de ver con su luz, sus días largos, sus flores y su exuberancia. Pero hace alergia y si me apuras, calor. En Otoño la temperatura es perfecta. Los colores son impresionantes, el manto de hojas caídas de los árboles (de hoja caduca, claro) alfombra los caminos y la luz y la humedad reinante le envuelven a uno en un ambiente de melancolía muy, muy disfrutable. Por no hablar de los frutos propios de la estación: las setas y las castañas. Delicias que el monte nos regala solo durante esta época.
Vamos, que si en este blog no fuéramos personas de exquisita educación bien podríamos decir que el otoño se saca la chorra y se mea en las otras estaciones.
Como no, salir en bici en otoño es de lo mejor de lo mejor de lo mejor. Aprovechando que fuimos a pasar el fin de semana a la casa de Navalperal de Pinares no dejé escapar la ocasión de salir a dar una vueltita contemplativa con la veterana (que no vieja) RCZ. ¡Qué raro se me hicieron los primeros metros! Me parecía super nerviosa, entre lo ligera que es, el diámetro de la rueda y que tendrá una geometría tirando a racing (lo ignoro completamente). Pero enseguida me hice con ella y lo que me vino a la cabeza fue lo malamente de forma que estoy. Habrá que apretar un poco si quiero no sufrir mucho más de la cuenta en el reto de los 100 kilómetros.
Pero no era el propósito de la salida ni apretarle a las piernas ni hacer una kilometrada. Apenas salieron 18 kilómetros, de hecho. La idea era dejarse embelesar por el paisaje otoñal y por eso rodaba descaradamente despacio, mirando a todas partes y respirando el aire húmedo e impregnado de olores de los pinares. Tras atravesar por en medio de un rebaño de vacas que pastaba tranquilamente a ambos lados del camino que lleva a Las Navas del Marqués, ascendí por una cuestaza con piedras puestas a bastante mala idea en lo que podríamos considerar la única dificultad física de la ruta. Tras el pequeño ascenso crucé la cancela para entrar en la dehesa boyal, al norte de Las Navas, un robledal precioso.
Y si antes iba despacio... imaginaos ahora, que solo veía setas a mi alrededor. Y además el sendero no se veía de lo cubierto que estaba el suelo de hojas secas. Para colmo me encontré un boletus al ladito del sendero de manera que me vi obligado a continuar caminando buscando como un perro trufero en busca de más. No hubo suerte. Llegué hasta la carretera y comencé mi vuelta al mismo ritmo tranquilo. Descubrí un nuevo sendero de bajada, cosa que hay que celebrar porque no abundan, y volví por el mismo camino por que que vine, ahora un poco más rápido porque me encontraba bien. Para mi sorpresa conseguí no perderme. Habré recorrido esos caminos cien veces pero siempre me confundo.
Poco dura el otoño para lo bonito que es, fíjate lo que te digo. Mejor así, que lo bueno si breve es dos veces bueno. A ver si nos da tiempo de salir al monte dos o tres veces más antes de que todos los árboles pierdan las horas y de que se meta el frío. Yo creo que sí, que podremos hacerlo.
Por lo pronto, primicia, la semana que viene está programada la primera BiciTanza (Bicicleta + Pitanza) de Perdedores BTT. Sergio nos llevará de ruta por los alrededores de Cazalegas y luego nos convidará a un guiso para entrar en calor. A ver si tenemos suerte y no llueve. Vosotros, queridos y extremadamente fieles lectores (¡hola Paqui!), permaneced atentos porque el evento promete.
lunes, 10 de octubre de 2022
Leganés - Móstoles - Río Guadarrama - Villaviciosa de Odón - Leganés
Si queremos hacer la Vía Verde del Tajuña completa (ida + vuelta) hay que empezar a meter kilómetros a las piernas así que algunos hemos empezado la preparación yendo desde Leganés hasta el río Guadarrama y volviendo por Villaviciosa de Odón rodando casi siempre, como solemos hacer, por caminos.
Salimos de casa a las 8:00 de la mañana. Tempranito, que va a ser una buena tirada. Sergio, Javi y yo seremos los intrépidos ciclistas que participemos esta mañana de la ruta. Hace fresquete pero sin exagerar. Yo he sacado los guantes de invierno porque prefiero pasar calor a pasar frío, pero llevo los cortos en la mochila. Sergio va en manga corta tan pancho porque creemos que es vasco y Javi con manguitos, una prenda muy versátil que nunca he usado.
Nos ponemos rumbo al Parque de Polvoranca. Está amaneciendo y apenas nos encontramos con gente a nuestro paso. Alguno sacando al perro, otro corriendo.... lo normal a estas horas tempraneras. Rodeamos el parque por sus pistas exteriores para cruzar hacia Alcorcón y luego hacia Móstoles. Vamos siguiendo el mismo camino que cuando fuimos a Toledo pero en vez de atravesar Móstoles por el carril bici lo rodeamos por el sur. No podemos evitar rodar algunos tramos por carretera, pero finalmente llegamos a los campos de fútbol de Iker Casillas.
Evidentemente hemos ido de cháchara todo el rato, eso es una constante en nuestras rutas. Hay que ponerse al día, comentar las cosas que nos han pasado en los últimos días y revisar los planes que tenemos para fechas futuras. El ritmo es bueno, pero sin fliparse, que acabamos de empezar y queda mucho.
Atravesamos el parque de El Soto de Móstoles y cogemos el carril bici que lleva hasta la Colonia Guadarrama. Rodamos casi a 30 Km/h porque el terreno es favorable. Al llegar al río en vez de cruzarlo por el remodelado puente giramos a la derecha con la idea de rodar por el sendero de la orilla. Sin duda la parte más bonita de la ruta. Y con muchísima diferencia. Hacía muchos años que no rodaba por ese sendero y espero que no vuelvan a pasar tantos porque merece mucho, mucho la pena. En algún punto nos vemos obligados a echar pie a tierra porque el sendero está cortado por pequeños desmontes naturales y las zarzas que hay por debajo no creo que sean muy acogedoras en caso de caída.
El sendero es fundamentalmente llano, pero tiene alguna subida y alguna bajada que nos pone en nuestro sitio, no te deja descansar, es ratonero. Muy divertido y completamente limpio de piedras o raíces. Conociéndolo, se disfruta sin duda. Pero todo se termina y en este caso, como suele ser habitual a la hora de alejarse del cauce de un río, nos toca subir un cuestón de tres pares de narices. La cuesta más dura de la jornada, que no es nada del otro mundo pero que hay que subirla con paciencia y desarrollo muy cortito. Nos estamos aproximando a Villaviciosa de Odón por un camino etiquetado como "Camino de Sacedón" pero nos salimos del él para meternos en un pinar con una bajada divertidísima que recordaba a la Casa de Campo... pero sin gente. Justo antes de llegar a Villaviciosa hacemos una paradita porque quiero comer una barrita, que voy con hambre, y aprovecho para cambiar de guantes y ponerme los de verano, que hace un día buenísimo.
Rodamos un poco por el núcleo urbano de Villaviciosa. Sergio nos está haciendo de guía y a ratos no estamos muy seguros de que estemos yendo por el sitio bueno, pero siempre acaba encontrándose. Se acaba de comprar un GPS pero no lo necesita porque tiene en la cabeza una brújula.
Volvemos a salir al campo y tengo que echar mano de un gel. Más vale prevenir que curar. No voy completamente vacío pero lo bueno de llevar un tiempecito montando en bici es que uno se conoce bien y es mejor tomarse algo ahora que cuando sea demasiado tarde. Saco de la mochila un gel sabor naranja de la marca 226ERS que en vez de a naranja sabía a mierda pura. Me lo dieron en Festibike cuando estuve probando la Orbea Rise y prometo no comprarlos en la vida. Para gustos, los colores e imagino que también los sabores.
Nos vamos aproximando a la M50 y menos mal que me he tomado el gel. Me va ayudando en los repechos que vamos encontrando, pero Sergio y Javi siempre me dejan atrás. Además de estar bastante más fuertes que yo se van picando en las subidas, lo nunca visto en Perdedores BTT. Creo que hay que pensarse si les echamos del grupo o no.
El túnel por debajo de la M05 muestra signos de tener mucha vida nocturna. Miles de millones de botellas de cristal, la mayoría rotas, cubren el suelo y hay que ir con cuidado para no pinchar.
Tras el túnel salimos a nuestro recorrido habitual por los caminos que hay entre La Venta de la Rubia y la Ciudad Financiera del Santander. Territorio más que conocido.
Como el gel hace efecto ruedo alegre y hago varios "PR" de Strava seguidos (me salieron 10 "PR" en total). Parece mentira lo que un gel puede hacer. Sabe malo pero funciona bien. Tanto que en vez de ir evitando cuestas, las vamos buscando y acabamos tras 61 kilómetros subiendo la cuesta del cementerio para terminar la faena con las piernas duritas.
No serían las 12 cuando ya estábamos brindando con cerveza en el bar. Cayeron varias en poco tiempo al punto de que si me tomo otra llego a casa pedo antes de las 14:00. Una mañana de sábado perfecta, vaya, que completé con una buena siesta para recuperar. ¡Por muchas más como esta!
viernes, 7 de octubre de 2022
Décimo aniversario del blog. Una década dando pena. Pasado, presente y futuro de Perdedores BTT
El tiempo pasa volando cuando uno se divierte, parece mentira. Hace ya diez añazos que los Perdedores comenzamos a compartir nuestras aventuras (y desventuras) en este blog con una sencillísima reseña sobre una ruta que hicimos en El Pardo. Anda que no ha cambiado las cosas desde entonces. Hemos cambiado nosotros, ha cambiado el material que utilizamos y ha cambiado el tipo de rutas que hacemos. Pero creo que el denominador común persiste, que es lo importante: el sentido del humor y de la amistad.
Sin pretender ser empalagoso, que veo que mi última frase rezuma dulzor, vamos a repasar un poco en esta entrada quienes somos, de donde venimos y a donde vamos. Va a ser, por lo tanto, una entrada introspectiva y de mirarse al ombligo, no lo niego. Hay que dedicarse tiempo a uno de vez en cuando, que solemos ir atropellados por la vida.
A quien venga de nuevas a leer el blog le puede servir nuestra cabecera como declaración de intenciones, como carta de presentación:
"No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores."
Pero en esas pocas líneas es complicado recoger todo lo que el "perdedorismo" representa (aires de grandeza, vaya). Vamos, por lo tanto, a empezar contando cómo se formó este grupo de amigos aficionados al ciclismo de montaña porque es un hecho que cada uno venimos de nuestro padre y de nuestra madre.
Los orígenes de Perdedores BTT
No voy a remontarme a cuándo le viene la afición a cada uno para no aburrir más de la cuenta. Diré que circunstancialmente Sergio Ludeña (Lude) y yo nos conocimos por ser nuestras parejas vecinas, amigas y por entonces compañeras de trabajo. Empezamos a hablar de esta afición en común que teníamos en un bar de la calle Toledo de Madrid un viernes por la tarde que fuimos a buscarlas a la salida del trabajo (me acuerdo como si fuera ayer). Ambos teníamos la práctica del ciclismo de montaña bastante abandonada, ciertamente, y encontramos buenos aliados para retomarla. Yo tardé en volver a subirme encima de la bici más que Sergio, lo reconozco. que junto a Jesús (su cuñado, hermano de su novia) y Raúl, por entonces novio de otra vecina (todo queda en el mismo bloque de viviendas del barrio de Las Águilas de Madrid) empezaron a salir de ruta todas las semanas. Sergio usaba su antigua bicicleta de montaña de Decathlón pre-Rockrider, Jesús se compró una Rockrider 5.2 y Raúl se compró una Orbea Sport (si no recuerdo mal). Bicicletas sencillas y baratas que cumplieron con su cometido más que de sobra. Yo tardé un poco más en unirme pero lo hice recuperando mi vieja Conor MTB3s del año 1994 con cuadro de acero, horquilla rígida y 21 velocidades. Y las pasé canutas porque mi estado de forma era muy, muy lamentable. Pablo, que compró una BH en El Corte Inglés que a día de hoy sigue usando como bicicleta principal, y su hermano José Ángel se unieron al grupo. El Bombi, también amigo desde el colegio se compró una bici nueva. Una Conor que estuvo llena de barro desde el primer día. También otros amigos de Las Águilas se animaron, de manera que cuando quisimos darnos cuenta teníamos un grupo bastante aceptable de amigos (antes que ciclistas) que salíamos a montar en bici todos los fines de semana. Posiblemente fuimos el típico caso de gente que llegando a cierta edad prefiere tomarse unas cervezas por la tarde y acostarse a una hora relativamente decente y disfrutar de la mañana del sábado o del domingo para hacer algo de ejercicio.
Poco tiempo después fui asignado por la compañía para la que trabajaba a un proyecto de RENFE. Allí conocí a Jaime (Santos), Miguel y Juancar. Los tres grandes deportistas. Progresivamente les fue entrando el gusanillo del ciclismo de montaña. Posiblemente Jaime fuera el primero. Él me inculcó la afición por la pesca y yo hice lo mismo con él con el ciclismo. Recuerdo que una vez nos intercambiamos material: un vadeador de neopreno por un grupo Shimano Deore. Ambos salimos ganando. Era para montarle a su novia, Susana, la primera perdedora ilustre, una bici en condiciones para salir juntos de ruta en su pueblo, Losar de la Vera. Él, por su lado, se preparó una excelente bici a la carta con un cuadro RCZ y horquilla REBA que daba gloria verla. Juancar era ciclista de carretera, futbolista y runner. Dio el salto al ciclismo de montaña con una Mondraker muy apañada que poco a poco fue mejorando hasta quedarse el cuadro por debajo del nivel de los componentes (paradoja). Y Miguel le quitó el polvo a su antigua BH Top Line (que años después me regaló) pero tardó poco en mejorar porque compró una Corractec preciosísima que siempre me ha gustado infinito.
Con un servidor como nexo de unión, el grupo de amigos de Las Águilas y los compañeros de trabajo de RENFE comenzamos a salir todos juntos en bici porque cuantos más, mejor (al menos yo soy de esa opinión). Se crearon nuevos lazos de amistad hasta el punto de que ambos grupos quedaron consolidados en uno solo. Pero aún no existía "Perdedores BTT" como tal.
¿Por qué Perdedores BTT?
Siempre me ha gustado escribir por varios motivos: me relaja, me gusta dejar constancia escrita de los hechos que me (o nos) acontecen a modo de diario y me gusta recibir elogios porque en el fondo soy un vanidoso como el famoso Ramón de Pitis, sería hipócrita negarlo. Siendo que me gusta la bici y me gusta escribir...sumando dos mas dos era cuestión de tiempo que acabara creando un blog de ciclismo de montaña.
Pero había que darle un nombre y me puse manos a la obra. No me pegan en absoluto los nombres épicos, como (me los invento, pero seguro que existen. No se me ofendan, por favor) "Los Guerreros del Pedal" o "Los Titanes sobre ruedas" porque creo que hay que estar a la altura del nombre y ese tipo de nombre ponen el listón muy, muy alto. Si fuéramos americanos tal vez hubiéramos optado por un nombre así por puro flipadorismo, pero siendo gente humilde... no.
Por entonces Miguel y yo bromeábamos con un personaje ficticio, un posible "alter ego" imaginario que era un desastre al que le salía todo mal. Un perdedor en toda regla que daba vergüenza ajena. Y pasábamos mucha risa imaginando a este personaje (nosotros, tal vez, en una realidad paralela) pasando penurias y compartiendo situaciones imaginarias en largas sesiones de chat. Fue recurriendo a este personaje donde encontré la inspiración para bautizar al blog porque, aunque en la vida nuestra forma de conducirnos es prácticamente intachable, encima de la bici "pasan cosas" que escapan a nuestro control. Y siendo que nosotros somos los primeros en reírnos de nosotros mismos y que tener las expectativas bajas es una buenísima forma de no llevarse desilusiones... Perdedores BTT es perfecto.
BTT es de Bicicleta Todo Terreno, por si algún despistado no lo sabe.
Pero también necesitábamos un logotipo que fuera fácilmente identificable y que llevara implícito el espíritu perdedor del grupo. Un monigote llorando sería perfecto. ¿Recordáis la serie de "El Mentalista"? me vino a la cabeza la pintada con la que el malísmo John el Rojo marcaba las escenas de sus crímenes. Mi cuñada Miriam, diseñadora, en base a mis especificaciones pinto exactamente lo que tenía en la cabeza. El que a día de hoy sigue siendo el icono de los Perdedores.
Trayectoria y presente de Perdedores BTT
Así fue como poco a poco el grupo se fue consolidando. Algunos se quedaron por el camino, como Dani y Chema, dos buenos amigos de Miguel que al principio solían apuntarse a las rutas pero que por diversos motivos tuvieron que dejar de hacerlo. O como un compañero de trabajo de José Ángel que era arquitecto y que era buen chaval pero hablaba por los codos. O como otros tantos amigos a los que los compromisos familiares fueron privándoles del tiempo necesario para escaparse un rato el fin de semana a dar pedales por el monte.
Llegando el fin de semana organizábamos la quedada. Casi siempre era yo el que convocaba por ser, como decía antes, el nexo de unión entre los dos grupos que conformaron inicialmente Perdedores BTT y por ser, además, de naturaleza despierta e inquieta. Muchas veces, la mayoría, salíamos por la Casa de Campo de Madrid. De vez en cuando entre Móstoles y Navalcarnero y muy raramente subíamos a la sierra. Era una primera etapa apasionante de re-descubrimiento de este deporte. Pero los niveles de forma física eran muy dispares. Recuerdo vomitar en casi todas las rutas que hacíamos y no ser capaz de completar una subida a Garabitas (un cerro de la Casa de Campo) hasta la tercera o cuarta salida. Un desastre. También fue esta una etapa de descubrir la mecánica, el trasteo y el síndrome de "biciógenes". Empezamos a jugar a cambiarle piezas a las bicis, a mejorarlas cambiando este o aquel componente y finalmente a montar bicicletas completas a base de piezas de segunda mano. Esto supuso un salto cualitativo porque nos fuimos haciendo con material de categoría. A veces por encima de nuestras necesidades, sin duda, pero siempre hemos entendido que este deporte no solo se disfruta saliendo a montar en bici, también hablando de él, leyendo, viendo vídeos y jugando a ser mecánico.
Hubo momentos de crisis, claramente, etapas en las que era muy difícil que nos juntáramos más de dos para salir juntos en bici. Dos ya era un logro, de hecho. El blog solo tiene 10 entradas en todo 2016. Por algo será, tampoco nos vamos a poner a analizar los motivos. Lo que sí ha sido una constante desde hace años es la celebración de la BiciCoa, el día que nos juntamos en mi casa de Ávila para hacer una ruta en bici y luego una barbacoa. La primera fue en 2014 y solo se ha dejado de celebrar por culpa de la pandemia. Como primera curiosidad diré que hay dos amigos, el Bombi y Raúl, que han corrido en todas las ediciones, cosa que no puedo decir de mí mismo porque en 2018 me operaron de apendicitis y no pudiendo hacer esfuerzos no pude coger la bici. Como segunda curiosidad diré que Raúl ha corrido todas las veces con una bicicleta distinta, tócate las pelotas.
A día de hoy esperamos con ilusión que llegue el buen tiempo para planear la BiciCoa porque no solo acudimos los ciclistas, también las familias hasta el punto que en esta última edición de 2022, habiendo tantísimas ganas de juntarse después de las restricciones, se pudo ir un poco de las manos.
Durante estos 10 años se ha ido incorporando gente al grupo. Pero no cualquier gente, no te creas. No es Perdedores BTT un grupo "abierto" para todo el mundo. Han sido siempre viejos amigos o amigos de estos. Y siempre gente amable y divertida. Que disfrutan de una buena conversación durante la ruta y de las cervezas de después, que no van a hacer el mejor tiempo en Strava, que respetan a los demás ciclistas y entienden este deporte más o menos en la misma línea que el resto de nosotros. Es así como se fueron uniendo Jaime, Ángel, Néstor, Javi, Jorge, Gualter, Natalia y mi primo Christian. Todos personajes de primer nivel y perdedores por derecho propio.
Me atrevo a decir sin temor a equivocarme que Perdedores BTT a día de hoy goza de buena salud. Hemos evolucionado bastante como ciclistas, alcanzado una madurez que nos permite afrontar retos que hace años ni se nos hubieran por la cabeza, como la ruta Leganés-Toledo que hicimos hace unos meses (primavera de 2022). Lo que no hemos hecho y seguiremos sin hacer es inscribirnos a carreras populares. Lo más cerca que estuvimos de hacerlo fue cuando corrimos la Talajara en 2019 y bueno... no es que fuera un suplicio pero tampoco fue la experiencia más gratificante del mundo.
El futuro de Perdedores BTT
Como decía, puesto que el grupo está bien avenido y nos une más una amistad que una afición en común le barrunto muchos años más de vida a Perdedores BTT. También ayuda a que no siendo esto un club "al uso" nadie se siente obligado a participar de las salidas en bici. Se convoca y quien se quiera apuntar se apunta y quien no... pues a la siguiente tal vez. Y seguiremos proponiendo retos, el próximo consiste en hacerse completa la vía verde del Tajuña para completar un recorrido de 100Km. También tenemos en mente hacer Guadarrama-Segovia y comernos un buen asado allí una vez lleguemos pero este reto aún no tiene fecha y hay que pulir muchos detalles logísticos.
Es posible que en un futuro no demasiado lejano se nos una algo de progenie, que ya van teniendo edad para seguirnos el ritmo (que tampoco es nada del otro jueves). Estará bonito hacer una ruta con ellos y ellas que no sea carril bici.
No descarto tampoco una escapadita de fin de semana con alforjas, actividad muy recomendable y muy de moda. Ahora que los hijos van creciendo va siendo más fácil disponer de un par de días libres para montar el transportín y echarse a los caminos.
Mirando más a futuro... ¿Vendrán las ebikes? Casi seguro que sí, pero todavía queda. Ya sabéis que es raro que en un grupo medianamente numerosos todos estén de acuerdo sobre un tema tan polémico sobre el uso de un motor para ayudar a mover una bici. Yo, personalmente, ya me cuido mucho de decir "de este agua no beberé" porque despotricaba mucho de la imposición mercantil de comprar una doble de carbono en rueda de 29" y ahora tengo una y estoy encantado de la vida. Tengo claro que seré usuario de ebike, más aún tras haber probado la Orbea Rise en la última edición de Festibike, pero todavía quedan muchos años para eso.
Momentazos
Como podréis imaginar estos diez años han dado para atesorar una cantidad ingente de momentos dignos de ser recordados. Han sido muchas rutas, muchísimas. Y muchas vivencias. He seleccionado apenas unas pocas, como cuando salimos en la revista Bike, en la sección de clubes. Compro la revista desde hace muchos años y me hizo especial ilusión. Es cierto que Raúl conoce personalmente a uno de los editores, pero... qué quieres que te diga, ahí estamos.
Otro momento... o mejor dicho, "momentos" en plural, fueron las sucesivas caídas de Jaime en su iniciación al ciclismo de montaña. Madre mía, qué manera de restregar el lomo contra el suelo. Le recuerdo tres especialmente dolorosas: la primera, en la BiciCoa de 2019, su presentación en sociedad. Otra, la de la foto, donde podemos ver a la víctima siendo socorrido por Sergio en una ruta preciosa que hicimos por los alrededores de Guadarrama. Y la tercera poco después en un sendero entre Zarzalejo y Valmayor. Caída en roca viva, tela marinera. Pero ahí está el tío, posiblemente el que más kilómetros haya hecho de todos nosotros en 2022.
Nos encantan las rutas nocturnas. Recuerdo con mucho cariño la primera que hicimos, entre Móstoles y Navalcarnero, una de nuestras rutas habituales (aunque hace tiempo que no la hacemos). Poco antes de que nacieran los hijos de Miguel organizamos una ruta nocturna entre Colmenar Viejo y Manzanares el Real que posiblemente no olvidaremos. Además de juntarnos un buen número de amigos el clima acompañó y como aún había restricciones de horarios en vez de acabar en un bar nos llevamos de comer y de beber y nos preparamos una comilona nocturna comentando los mejores momentos de la ruta que fue incluso mejor que la ruta. Momentazo sin duda.
Y no puedo dejar de nombrar el regalazo que me hicieron en 2016. Encargaron la confección de Maillots de perdedores para todos. Lágrimas como fundas de guitarra resbalaron por mis mejillas al recibir de parte de Sergio el mío. La idea hubiera sido haberlos tenido listos para la BiciCoa de ese año, pero no llegaron a tiempo y hubo que esperar a la del año siguiente. Perdedorismo en estado puro.
Y una última curiosidad. ¿Por qué recibiremos tanto tráfico de Alemania y de Estados Unidos? Ni idea.
¿Queda Perdedores BTT para otros diez años? Yo creo que sí. Habiendo ilusión, piernas y caminos tened por seguro que habrá bicicletas de por medio. Ya sean tradicionales o eléctricas. Tal vez tengamos que fundar ePerdedores eBTT... vete a saber. También espero que si seguimos estando sigáis leyendo, que así me pongo contento.