¿Quiénes somos?


No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos perdedores.

lunes, 29 de junio de 2020

Ciclismo en familia - Vías Pecuarias en Guadarrama - 27/06/2020

La maldita pandemia nos ha robado la primavera. El obligado confinamiento nos obligó a cancelar varios planes de ciclismo en familia que retomaremos cuando las aguas hayan vuelto definitivamente a su cauce. No obstante la "nueva normalidad" nos ha traído la oportunidad de poder disfrutar de una agradable y calurosa mañana de ciclismo de montaña en un ambiente relajado para niños y mayores y no hemos querido dejarla pasar.


Siendo que Jaime y su familia residen en Guadarrama el planazo estaba asegurado: ruta en bici y comilona... Así que el sábado 27 nos levantamos bien temprano para montar las bicicletas en el coche y llegar a la localidad serrana con tiempo para desmontarlas y pertrecharnos debidamente.


Cumpliendo con el plan previsto, poco antes de las 9:00 estábamos en la plaza mayor. Otra familia  estaba ya esperando (el padre con una Specialized Stumpjumper 26" roja que enseguida llamó mi atención) y como se celebraba también una ruta para adultos, el goteo de ciclistas llegando era constante. Ruth, la monitora de Deportes y Retos, parte organizadora del evento, nos explicó que el recorrido consistiría en subir hasta la Pradera de los Guindos (en el mejor de los casos) por vías pecuarias y volver a la Plaza Mayor por el mismo camino. Nos advirtió de que la subida podía hacérsele dura a según que participantes pero que podríamos parar todas las veces que fueran necesarias y, llegado el caso, podíamos darnos la vuelta si acaso la mayoría así lo decidía. 


Jaime y familia se incorporaron justo en el momento de la salida y es así como el pelotón de 20 personas (no las conté pero el grupo estaba limitado a 20 participantes por motivos de seguridad) comenzamos el recorrido por las calles de Guadarrama hasta salir a la vía pecuaria por la calle de los Doctores Gómez Embuena. Hasta aquí todo bien. Mi Ali, la pequeña, se quedaba atrás porque lleva muy poco tiempo montando en bici y todavía le cuesta.


Una vez pisada la tierra enseguida comenzaron las rampas. Primero de manera muy progresiva, se hacía llevadero por casi todo el grupo pero poco a poco el cansancio iba haciendo mella.


Las paradas eran frecuentes. Bien por el mero hecho de reagrupar, bien para impartir alguna lección sobre el uso del cambio en la bicicleta o, más adelante, para recobrar el aliento tras una buena rampa. Lanzo desde aquí mi agradecimiento a la monitora, Ruth Gómez. En todo momento supo dirigir el grupo, fue paciente y empática, especialmente con los pequeños. Para ellos se celebraba la marcha, sin duda, y lo disfrutaron de lo lindo.


El nivel, realmente, era muy dispar. Había niños con mucho desparpajo y otros que sufrieron de lo lindo. La mayoría no era capaz de gestionar sus fuerzas y se empeñaban en subir los repechos a fuerza de esprintar... con catastróficos resultados, teniendo que echar pie a tierra sin conseguir la ascensión completa.

No fuimos capaces de subir hasta llegar a la pradera de los Guindos. No debió de faltarnos mucho, pero no estaba siendo divertido... y recordemos que el principal objetivo de este tipo de eventos es que la gente repita, crear afición. Y si una persona lo pasa muy, muy mal... dificilmente repetirá.

Los chicos de Jaime y María, muy acostumbrados a salir con sus padres por los caminos de Guadarrama disfrutaron de lo lindo de la mañana buscando siempre estar en las primeras posiciones... salvo cuando la pista picaba para arriba más de lo que sus jóvenes piernas podían remontar.

Jaime grabó la ruta con Strava. Casi 9 Km entre subida y bajada. Durante el descenso mis dos niñas se cayeron, afortunadamente sin consecuencias. Les falta experiencia. En Leganés, donde vivimos, es muy difícil encontrar desnivel y siendo que llevamos saliendo en bici poco tiempo y con una cuarentena de tres meses de por medio es complicado practicar. Todo llegará.



Desde mi punto de vista y como crítica constructiva el recorrido no fue el mejor para el público asistente. Seguro que es posible diseñar una ruta más llana para que todos los participantes pudieran recorrerla sin tener que caminar arrastrando la bici y con la cara roja del esfuerzo. El desnivel de 165 metros en 2,5 kilómetros suponen una pendiente media del 7%... mucha tela para infantes y padres (algunos) que no practiquen este deporte.

En cualquier caso, agradecer a los organizadores la dedicación. Volveremos a repetir, seguramente, puesto que la idea es organizar una ruta similar al mes en distintas ubicaciones de la sierra de Guadarrama.


Telemadrid hizo un reportaje que se emitió ese mismo día en Madrid Directo. Puede verse online en "A la Carta", en la web del canal madrileño: http://www.telemadrid.es/programas/madrid-directo/Madrid-Directo-2-2244695537--20200627095536.html

Pero como no sé cuánto durará el enlace he grabado un screener con, para mi sorpresa, relativa calidad:


jueves, 25 de junio de 2020

Reparación de remolcador Trax MTB - Producto nacional con excelente servicio post-venta (por Christian)

En una entrada anterior ya mencionamos este sencillísimo dispositivo que nos permite remolcar una bicicleta desde la nuestra en condiciones de seguridad:

http://perdedoresbtt.blogspot.com/2020/01/ciclismo-con-ninos.html

El primo Christian, usuario del Trax, ha tenido un percance con su unidad... que ha terminado con final feliz. Él mismo ha querido compartirlo:


"Hace un par de años en verano de 2018 trasteando por la red me encontré con una campaña en Kickstarter del Trax Mtb, un accesorio bastante sencillo que se acoplaba a la tija de una bici para remolcar/ayudar a progresar a otra bici principalmente en cuestas o en caso de avería mecánica en la transmisión.


Una idea que al verla a priori puede dar lugar a NO voy a pagar por una cuerda de tender ropa y menos patrocinarla.
En cambio a mi me pareció una idea excelente, inteligente y sencilla que daba solución al como poder ampliar las rutas con los niños.
Donde vivo hay poco llano y mucha cuesta. Por llano, con mi hijo de 6 años entonces, podíamos hacer rutillas de hasta 16km. Pero hacer un poco más, o cambiar el destino de la rutilla aun siendo cerca de casa implica hacer algún tramo de cuesta que a un niño se le atraganta aun llevando una bicicleta apropiada.
Para esos tramos utilizaba una cuerda normal que ataba entre bicis pero que hay que vigilar que vaya tensa para evitar enredos en las ruedas y posibles caídas. Así que su uso se limitaba exclusivamente a esas cuestas y con el aburrimiento de parar, atar y desatar.
Incluso en el Dakar se remolcan motos entre sí durante etapas enteras atando una cuerda entre estribos de esta forma:


Hay sistemas como el Trailgator pero aparte de ser pesado el niño lleva los genitales aplastados por que el sillín toma una postura anti ergonómica.
Pues gustándome mucho la idea del TRAX y no habiendo nada en el mercado parecido, al menos de tamaño, 95gr, me hice mecenas del proyecto, pagas por adelantado un precio a coste del cacharro y si llega en un periodo de tiempo estipulado a una cantidad mínima para lanzar la producción recibes en casa una unidad del producto. Pero apenas llegó al 50% de la cantidad necesaria. Yo creo que les falto más publicidad.
El coste del Trax es de apenas de 35 euros. Caro para una cuerda de tender ropa pero muy asequible para disfrutar de tus hijos con la bici que es realmente el mercado que ha tomado dicho aparato.
Un año más tarde lanzaron la venta desde su web https://traxmtb.com/ siendo yo uno de los primeros de disfrutar del Trax.
Lo bueno del aparato es que con unas simples bridas plásticas se sujeta a la bici remolcadora y se engancha de la potencia de la bici remolcada como muestra el video de anterior.
Cuando la cuerda llega a su máxima extensión tracciona de la bici. Si la distancia entre las bicis se acorta durante el pedaleo la cuerda se recoge sola va tensa no se enreda y no tracciona.
El que no se enrede es la gracia del asunto y además con un poco de práctica se engancha y desengancha sin parar el ritmo.
La he utilizado unas cuantas veces con mi hijo, es flipante poder ir juntos a sitios donde has de subir tramos de cuestas del 10% o más, y más flipa el niño de poder llegar a sitios donde ver el mundo a sus pies.


Ayer salimos y en un momento dado a poca velocidad como unos 5km/h mi chaval freno sin avisar y la cuerda partió. Ni nos caímos ni arrastramos. El niño pesa 24kg.
El cable o cuerda del Trax es de Material – Kevlar KV1500 y soporta para arrastrar hasta 90kg de piloto en canal.
Y por este motivo se genera esta entrada.
Escribí un mail a la web de TRAX contando lo sucedido preguntando si antes de intentar abrirlo tenía que tener alguna consideración o alternativa previa… pero no me he podido esperar a la respuesta.
Después de escribir la entrada y como detallo al final me contestaron de y dieron una solución que es para un 10 REDONDO de Nota
Así que al lio. Así quedo el Trax:



Un cúter una llave de Allen 3mm y un alicate pequeño es lo que necesitamos para desmontar el TRAX.


Con el cúter despegamos con cuidado una de las pegatinas laterales. En un lado lleva una tuerca embutida y en el otro un tornillo pasante Allen.


Me ha gustado el detalle de la cuna, donde se asienta el tornillo, que hace de freno.
Una vez extraído el tornillo pasante podemos separar la pieza que se sujeta a la tija de la caja donde se enrolla la cuerda.
Esta caja tiene una tapa para acceder al mecanismo interno.

ME HA GUSTADO MUCHO QUE NO ESTUVIESE NI PEGADA NI SELLADA NI TUVIESE PESTAÑAS OCULTAS.

En tiempos de Obsolescencia Programada me parece de 10. De haber ido sellada me hubiese enfadado muchísimo con el producto.



El mecanismo es sencillo y eficaz. Utiliza un muelle de pletina que al extender la cuerda se enrolla sobre sí mismo y al liberar la cuerda esta pletina enrollada vuelve a su ser recogiendo la cuerda.
Esta va enrollada en el tambor interno, igual que en un carrete de pesca.
Soltamos la pletina de su anclaje del eje con ayuda de un alicate fino.

Quitamos los restos de cuerda y volvemos a atar y enrollar a mano el tramo largo que tenemos.
El nudo es un simple nudo corredizo asegurado otro nudo sencillo para evitar que escurra el nudo en caso de tensión.
Volvemos a colocar la pletina come estaba en el eje sujeta.
Comprobamos que al extender la cuerda el muelle se enrolla en el sentido correcto y hace su función. Si no es así tenemos que enrollar la cuerda en sentido contrario



Me gusta el Trax pero al repararlo he observado el fallo o problema que daña la cuerda y hace que llegue a partir.
El ojal metálico por el que desliza la cuerda al exterior es un ojal de remache que roza la cuerda y la daña. No cuando desliza por él sino cuando está en su máxima extensión y traccionando la cuerda va oscilado de posición y rozándose en el metal según la posición de la bici remolcada. Y además lo hace cuando está en tensión y sobre el mismo punto.
Al final acaba rompiendo.



Un ojal más grande y de otro tipo quizás cerámico, tipo caña de pesca, al menos mejor rematado interiormente, solucionaría este problema.
Tras este análisis seguiré recomendando este cacharro, por precio contenido y fácil arreglo en caso de rotura del cable.
Sí creo deberían vender en la web repuesto de la cuerda para estos casos.

En Aliexpress por ejemplo se puede adquirir también, esta de la imagen nos valdría:



Correo que les envié:
10 de juny 2020 a les 12:11:
Buenos días.

Quería hacer una consulta. Ayer salí en bici con mi hijo, pesa 24kg, y se rompió la cuerda del Tras en su parte final. Íbamos muy despacio como a 5km/h y mi hijo decidió frenar sin avisarme. Ni se cayó ni le arrastre pero la cuerda rompió.
He pensado en desmontarlo e intentar poner la cuerda de nuevo al mecanismo pero antes de proceder quería preguntar si he de considerar algún aspecto o alternativa.

Envío adjunto dos fotos.


Un saludo.

Contestacion:
Mié 10/06/2020 19:22
Hola Christian,


Muchas gracias por tu mensaje. Lamentamos lo que os ha ocurrido con vuestro Trax. Se trata de la primera producción que hicimos, con un anillo metálico que, al ponerlo manualmente, alguna vez quedaba mal remachado y podía dañar el cable, tal como os ha pasado. Sin ningún problema te mandamos uno de los nuevos, mas reforzado. De mientras, este lo puedes seguir utilizando haciendo, como bien comentas, de nuevo el nudo en el interior (te mandamos un vídeo donde se ve el montaje, por si tienes alguna duda

Así que dos días mas tarde recibía un nuevo Trax de forma totalmente gratuita en mi casa.

Como podréis ver han modificado el diseño para evitar el roce de la cuerda y además esta aparentemente tiene un pelín mas de grosor."


Gracias, Christian, por compartirlo. Un producto muy recomendable, más aún tras comprobar la cercanía y efectividad de su servicio post-venta.

martes, 23 de junio de 2020

La nueva normalidad - Crónica de una machada peligrosa (por Miguel) - 21/06/2020

Sí, queridos lectores, hace meses que no escribimos ninguna entrada nueva. Durante el confinamiento y las primeras semanas de la desescalada me han pasado por la cabeza algunas ideas que tal vez hubiera podido compartir. Artículos sobre cómo mantener la forma en casa... pero las redes estaban saturadas de esto mismo. Sobre cómo salir a montar en bici cuando cientos de personas comparten horarios y caminos... pero también estaba dicho todo. Más recientemente sobre las sanciones a ciclistas en la Casa de Campo... pero para hacerme mala sangre he preferido no tocar el tema. Incluso hubiera podido escribir la crónica de la primera salida grupal perdedora post-confinamiento: nos juntamos Raúl, Lude, el Bombi y un servidor para recorrer la clásica Móstoles-Navalcarnero-Móstoles, pero también hubiera habido pataleta porque el uso incívico de los caminos por parte de grupos numerosos de ciclistas apresurados me sacó de mis casillas.


De manera que para que me decidiera a crear una entrada nueva y retomar así la normalidad (nueva normalidad) editora de este vuestro blog algo MUY digno de mención tenía que suceder. Y por fin el pasado domingo 21 de junio Miguel, que no defrauda, hizo una de las buenas. De las muy buenas. En estos casos suelo pedirle al protagonista de la historieta que la narre para uso y disfrute de nuestra comunidad y Miguel me dio el gusto. De manera que, ya sabéis, me limito a copiar y pegar su texto. Os vais a reír. Gracias, Miguel, por compartirlo.

 "Todo empezó con una ruta clásica a El Pardo de unos 30 km para estrenar el restyling de la Orbea Oiz. Llevaba 51 días en el taller pintándose (ni la Capilla Sixtina, oiga) y ya tenía ganas de recibirla y estrenarla.


La fecha coincidía con el domingo fin del estado de alarma así que podía haber salido a cualquier hora pero preferí salir con la fresca y tratar de evitar las aglomeraciones que la fecha podría conllevar.

La ruta normalmente me la hago en 1 hora y 50 minutos aproximadamente así que si salía a las 8:00 a las 10:00 a más tardar estaría en casa. Como era una ruta corta, totalmente controlada y a no muy alta temperatura salí poco desayunado y con el agua en el Camelback justa (unos 700 ml). 
Coincidía que estrenaba botellero con salida lateral así que, a modo prueba, me llevé la botella de 750ml llena mas o menos a un tercio de su capacidad.


Con esa preparación, digna de un Navy Seal en misión internacional, comencé a hacer la ruta de El Pardo:


Puesto que para el pintado tuvieron que desmontar la bici entera fui los primeros kilómetros con cuidado tratando de coger sensaciones y ver si algo estaba fuera de lugar o mal afinado.
A los 4 km empecé a oír un molesto ruido en las bielas en cada pedalada. Ya me estaba cagando en todo pensando en que tenía que desmontar las bielas o llevarla al taller cuando me di cuenta de que el ruido lo hacían las zapatillas con el pedal. A los pocos km el ruido desapareció y la bici iba muy fina.

Como la ruta era relativamente asequible me tomé la libertad de explorar nuevos senderos...


... que añadiesen un par de kilómetros más al conteo final e incluso en algunas zonas me puse a hacer intervalos de alta intensidad para llegar a casa un poco más cansado.

Ya sobre las 9:35 estaba saliendo del muro de El Pardo para enfilar camino a casa cuando recordé que había en Wikiloc una ruta que iba desde mi casa y hacía la clásica vuelta al Soto Viñuelas rodeando el muro. Como me veía fuerte y tenía mucho tiempo decidí ir a investigar el inicio de la ruta (llegar hasta casi la M607) para cuando la hiciese algún día poder ir con garantías y teniendo que mirar menos el GPS.

Así que seguí el muro de El Pardo hasta el final y ya ahí me iba a volver para casa.


Conseguí encontrar el inicio del camino que me llevaría a Tres Cantos así que ya era hora de volverme a casa cuando pensé “Estás fuerte y tienes mucho tiempo aún, y si…”


Así que me bajé la ruta del Soto Viñuelas y me embarqué hacia ella. 
Según mis cálculos serían unos 75-80 km , llevaba como 35-40 ya recorridos. Supuse que al tran- tran, mirando las flores por el camino, rodeado de mariposas y animalillos cantando conmigo podría hacerla sin problemas.


La primera parte hasta el Tres Cantos era casi todo subida y se podía hacer o por el carril bici o por una pista/sendero. Decidí hacerla por la pista ya que, aunque me costase más, para eso tengo una MTB y la disfruto como se debe (más adelante me acordé de este punto y me hizo mucha “gracia”).

Llegué a Tres Cantos, mirando de vez en cuando el GPS y empecé a hacer la ruta en el sentido que marcaba la de Wikiloc (que creo que es el mejor sentido parta hacerla).
El calor empezaba a hacer mella, vi que tenía un poco de agua en el camelback y el agüilla del bidón sin tocar así que bueno.. no problem.
La ruta discurría sin problemas, poco a poco iba acabándome el agua, el calor subía más y más hasta que llegué al fatídico Km 58. Ahí ya me empecé a encontrar un poco mal y encima desfallecí un poco mentalmente pensado que ya no había vuelta atrás, quedaba aún bastante y todo sólo podía ir a peor.


Ya empecé a seguir sin disfrutar sobre la bici, bajando todo tenso, con mala postura sin disfrutar los senderos y subiendo más o menos como podía totalmente atento al cardio para no subir de más las pulsaciones.

Todo se me ponía en contra. De pronto sobre el km 63 en una bajada la bici empieza a hacer un ruido extraño en la parte delantera bastante grave. Me paro y me encuentro con esto:


La presilla del cable del freno se soltó de la horquilla y se me metió entre la horquilla y la rueda. Me podría haber reventado la rueda o algo peor. Justo lo que necesitaba. Me tuve que parar ahí en medio de la solana a tratar de arreglarlo. Parece que el tornillo o se ha cortado o algo similar pero no aprieta del todo y si tiras con el dedo sacas la presilla. Pero lo metí como pude y recé porque aguantase hasta el final. Encima la llave allen de ese calibre de la multiherramienta la han puesto en plan “bahh esta nunca la van a usar, ponla mazo corta y en una parte totalmente incomoda de utilizar y así añadimos un número más al nombre de la herramienta “18 in 1” y vendemos más”. Vaya infierno, tenía que cambiar la posición de la herramienta cada milímetro o si no daba contra la rueda o la horquilla.

Malditos madafakas los ingenieros alemanes de SKS

A los 10 minutos de estar lidiando con el tornillo me volví a subir a la bici. ¡MADRE MÍA, MÁTAME! dolor lumbar horrible y el culo como si fuese un rubito de ojos azules que llevase 5 años en una cárcel de Guatemala.


Volví como pude a la ruta y empecé a acometer una larga subida. Me enganché a un grupo de 3 ciclistas que iban a un ritmo tranquilo para poder tomar aire y seguir una rueda durante un rato. Se extrañaron un poco de ver a un integrante más en la grupeta siguiéndoles durante minutos así que empezaron a hablar conmigo para descartar que fuese el “Descuartizador de la Oiz de Viñuelas”.

Esos pocos Km en compañía me hicieron olvidarme un poco de mis dolores. Lamentablemente se tenían que desviar hacia Sanse así que me volví a quedar sólo. Por cierto, cuando vi el Factory de Sanse a lo lejos dije por vez número 2.853: “¡Pero qué cojones hago aquí!”.

Empecé un medio llaneo con alguna subida y sin ninguna sombra y ahí ya empezaron a saltar las alarmas. El termómetro de la bici marcaba 40,5º. Ni de coña haría esa temperatura pero sus 35º o así seguro.

Me empecé a percatar de que tenia las palmas de las manos en carne viva, el hecho de llevar tanto tiempo sin montar unido a las horas que llevaba sobre la bici y que mis guantes tienen un poco de holgura me estaba despellejando las manos.


La sed ya se había convertido en un problema serio. Los labios los tenía totalmente pegados y se me estaban empezando a pelar y me sentía un poco mareado. Me imaginaba como un harapiento de una tira cómica arrastrándose por el desierto en busca de un oasis. Pensé que al menos ese harapiento llegó a esa situación después de un accidente de avión o alguna causa similar de Fuerza Mayor pero en mi caso ni iba a llevar los planos de la Estrella de la Muerte a la Resistencia ni portaba la vacuna del Covid19, estaba ahí porque sí, por mis cojones morenos, con lo que me daba más rabia.

Llevaba bastante tiempo sin cruzarme con nadie, me estaba encontrando realmente mal así que decidí bajarme de la bici y seguir andado como pudiese. A los 5 minutos de ir a rastras achicharrado y viendo como el paisaje era exactamente el mismo que hace 5 minutos me di cuenta de que ese plan peregrino no me iba a llevar a ningún sitio más que al ataúd así que monté de nuevo mi ano guatemalteco encima de la bici y tiré como pude.

De repente me cruzo con una parejita de Millenials en bici. Iban vestidos como para ir a por el pan y en bicis de paseo y dudé que tuviesen agua pero les paré y les imploré que me echasen un poco de agua en mi bidón si tenían. La chica en cuanto le empecé a pedir me dijo “lo siento ya casi no nos queda…”, me giré al chico que estaba empezando a soltar la misma versión y en cuanto me vio la cara dijo “si si, tenemos mucha” y me saco una botella de agua de 33cl y me la echó en el bidón. No se si vio mi cara de refugiado sirio del Open Arms o vio un brillo animal en mis ojos desesperados que decían “o me das agua o me bebo la sangre de la instagrammer que va contigo” pero me salvó la papeleta. Tras despedirme de ellos muy agradecido y decirles “hoy habéis salvado una vida” textualmente proseguí la marcha.

Finalmente llego al carril bici a la altura de Tres Cantos. Ahí pensé en hincar la rodilla, claudicar y llamar a mi mujer en plan loser para que me viniese a buscar con un caldo y compresas frías para la frente pero quedaban apenas 10 km de casi bajada y me veía 30 minutos al menos esperándola con el calorazo así que decidí terminar.

En la ruta que me bajé de Wikiloc volvían por el carril bici pero inicialmente tenía la idea de volver por el campo…. ¡Le podían dar mucho por el culo al campo, a las flores y a los hijos de puta de los animales cantando!. Me metí por el carril bici de cabeza dando gracias a la superurbanización del ser humano y a las toneladas de CO2 que se habrán ido a la atmósfera por la construcción de ese carril bici. Capitán Planeta podía meterse sus frases por el culo en esos momentos. 

Fuck you, Captain Planet

A los 2 km de carril bici el calor era insoportable, el agua Millenial ya mi cuerpo la procesó totalmente y volvían los malos rollos. 

Pasé frente a una finca y vi unos coches con el maletero abierto, me asomé por la valla y vi a un grupo de gente disfrutando de una comida en un cenador. Les grité pidiéndoles agua y me dijeron que me la daban pero que no estaba muy fría, le dije que como si estaba hirviendo así que me llenaron la botella. Les conté que había calculado mal bla, bla, bla… y me dijeron que llevaban 30 años ayudando a ciclistas por exactamente lo mismo. Ver que en el mundo había más gilipollas como yo me dio fuerzas para continuar.

Ya verme por el carril bici tenia que ser un espectáculo, todo quemado, haciendo eses, lentísimo, la boca reventada… Pasó un ciclista que también iba bastante perjudicado y me dijo que si íbamos mejor juntos. Mano de santo, fuimos de charla unos kilómetros y me fue indicando el camino a casa. En ese momento el ojo derecho me empezó a picar muchísimo y a llorar, no sé si por polvo, un bicho o las dos cosas pero no lo podía ni abrir. Ahí iba con un ojo cerrado, reventado y queriendo llegar ya a mi casa. Eran ya las 14:30. Llevaba montado sobre la bici más de 6 horas. Incluso estar montado sobre una bici racing 6 horas en tu salón viendo Netflix tiene que ser matador para el cuerpo ya no digamos en estas condiciones.



Al final llegué a casa vivo. Había quedado en 20 minutos en el Pardo con unos amigos para hacer un picnic. Me duché como pude y me fui para allá. Hicimos un fondo común para comprar comida y bebida. 

Strava marcó 4.700 calorías consumidas. Pagué por uno y bebí y comí por siete. Algo que me llevo positivo del día :D"